La Torre Barceló es un proyecto arquitectónico que hace más de 10 años que se intenta construir a Mataró y que siempre ha ido acompañado de polémica. A pesar de las trabas con los que ha ido topando durante todo este tiempo, parece que finalmente se acabará construyendo a la esquina de Ronda Barceló con la avenida Maresme. El Pleno Municipal ha aprobado un nuevo planeamiento para el edificio y sus entornos, y se ha hecho público la imagen definitiva que tendrá la torre.
La altura máxima prevista para el edificio, a falta de concretar los detalles del proyecto en fases posteriores, será de 26 plantas, tal y como ya se preveía en planeamientos anteriores. Esto la convertirá en la construcción más elevada de la ciudad. También se mantienen los usos mixtos del edificio, que combinará espacios comerciales y para oficinas (2.500 m²) a las plantas bajas, y viviendas en las superiores (un máximo de 192).
La infografía que ha publicado el Ayuntamiento es obra de Alcalde y Roig, el despacho de arquitectos encargado del proyecto, que tiene en su currículum abres (ya realizadas o futuras) como el estadio Johan Cruyff de Barcelona, la ampliación de la sede central de Inditex a Arteixo, el Campus Administrativo de la Generalitat o varios edificios residenciales y de oficinas al 22@ de la capital catalana, entre otros.
Su propuesta para la Torre Barceló, destinado a ser el elemento más emblemático de la regeneración de la Ronda Barceló y sus entornos, es bastante atrevida y puede generar controversia. Tal y como explican desde el Ayuntamiento, proponen un edificio romboidal, que se descompone volumétricamente, con plantas que reculen de forma sucesiva en altura. Una obra casi cubista que sin duda no pasará desapercibida, y no tan solo por su altura.
La torre, vista desde la ronda Barceló. Infografía: Alcalde y Roig
Cambios en los entornos
El paso inferior al Puerto desde este sector se vincula a la futura nueva estación de ferrocarril
Los principales cambios del nuevo Plan de Mejora Urbana aprobado al Pleno, en comparación con el planeamiento original del 2009 (hasta ahora vigente pero que nunca se han llegado a ejecutar, después de sentencias contrarias por parte del TSJC), no solo afectan la estética del futuro edificio; también son importantes a los entornos del futuro inmueble. El proyecto inicial preveía una plaza pública deprimida respecto a la ronda de Barceló a la cual se accedía en rampa desde el paso soterrado de conexión con el Puerto. El actual diseña un nuevo paso inferior hasta las instalaciones portuarias, únicamente por debajo de las vías del tren, previendo que se acabará desarrollando un proyecto todavía mucho al abecé: el de la nueva estación de tren subterránea que se tiene que construir justo en este ámbito.
La plaza a nivel inferior también se elimina y se libera como espacio público los entornos de La Harinera, una antigua fábrica incluida al catálogo del patrimonio y que no está claro qué uso tendrá como equipación pública en el futuro, aunque ha sido escogida como sede definitiva del Museo Bassat. Le dos plantas inferiores de la torre, que tienen que acoger espacios comerciales y de oficinas, se construirán retrocesos 2,2m metros respecto a la fachada del edificio, para dotar la zona de más espacio de uso público, con la Harinera, por un lado, y el acceso al Puerto, por la otra, como elementos de atracción.
Proyecto de la nueva estación que se tiene que hacer en el mismo sector que la Torre Barceló
Desarrollo de la Torre Barceló y del frente marítimo
El Plan de Mejora Urbana que prevé la construcción de la Torre Barceló es un proyecto clave para todo el frente marítimo de la ciudad, puesto que va vinculado al nuevo acceso al Puerto, a la nueva estación de tren que tiene que sustituir el actual, al desarrollo del ámbito Iveco-Pegaso, a la conversión de la N-II en vía urbana y, sobre todo, a la regeneración de la Ronda Barceló como grande boulevard de entrada a la ciudad, proyecto también encallado desde hace más de una década
En este último ámbito, la Generalitat ha aprobado el Plan de mejora que tiene que permitir impulsar el desarrollo urbanístico de la Ronda, que reajusta las condiciones de edificación y ordenación y regula la volumetría de las islas, las alineaciones y las cotas obligatorias. Un paso muy importante porque los promotores puedan empezar a edificar y se pueda mejorar el espacio público, ahora mismo muy abandonado.
Estado actual de la Ronda Barceló
Una historia tortuosa
El proyecto de la Torre Barceló ha vivido un camino muy tortuoso. El planeamiento inicial fecha de 2009, y ya preveía una torre de 24 plantas. Para sus entornos, dibujaba un paso soterrado en rampa desde la ronda hasta el Puerto y espacios públicos que quedaban deprimidos respeto el nivel de la calle. Pero varias sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña habían desestimado que los costes de urbanización del paso subterráneo se imputaran a los propietarios del sector. En diciembre de 2018 el Pleno aprobó un nuevo planeamiento más similar al actual, que ya desvinculaba el acceso al Puerto de la construcción de la torre. Esta nueva propuesta, pero, nunca salió adelante porque el promotor acabó desistiendo.