Una gran parte de la energía eléctrica que se produce en Cataluña aún proviene de fuentes de energía no renovables: el 85% en 2023, con la energía nuclear a la cabeza (59%). Solo el 15% proviene de energías verdes, una incidencia que no ha crecido en los últimos años y está lejos del objetivo establecido por el Gobierno de cubrir el 50% de la demanda con estas fuentes para el año 2030. En el conjunto del Estado, el año pasado se alcanzó por primera vez este umbral, con aportaciones de la energía eólica (24%) y solar fotovoltaica (14%) mucho superiores a las que hay en Cataluña, donde la eólica se sitúa en el 7,4%, seguida de la hidráulica (5,6%), que ha retrocedido por efecto de la sequía. La energía solar fotovoltaica representa un 1,1% de toda la energía eléctrica que se genera en el territorio.
Según los objetivos que recoge la ley de cambio climático aprobada en 2017 en el Parlamento, en el año 2030 se debería cubrir la mitad de la demanda eléctrica a partir de energías renovables. Entonces la proporción de tecnologías verdes en la generación total se situaba en el 16% y desde entonces no ha habido incrementos significativos, según los datos de Red Eléctrica. El porcentaje se ha movido alrededor del 15%, con el que se cerró 2023. Este último año la eólica ha sido la primera de las renovables en peso (7,4%), en parte por la bajada de la hidráulica debido a la sequía: del 12% en 2020 al 5,6% actual. La solar fotovoltaica el año pasado representó apenas el 1,1% de la generación eléctrica.
Por otro lado, las no renovables representan el 85% de toda la energía eléctrica generada en Cataluña en 2023: el 59% proviene de las centrales nucleares, y el resto, de los ciclos combinados de gas natural (15%) y la cogeneración (9,8%).
Aumentar la potencia instalada
El crecimiento de la aportación de las renovables va de la mano de la capacidad de generación, es decir, de la potencia instalada. La Prospectiva Energética de Cataluña (PROENCAT 2050), el documento aprobado por el Gobierno que fija las visiones de futuro del sistema energético de Cataluña a largo plazo, establece que para alcanzar los objetivos energéticos y climáticos comprometidos para 2030 sería necesario disponer de una potencia de 15.408 MW de renovables. Actualmente esta potencia es de 3.718 MW, y por lo tanto sería necesario más que cuadruplicarla en seis años para llegar al objetivo.
Este no es el ritmo de crecimiento que se está siguiendo en los últimos años, según corroboran desde el departamento de Acción Climática, "debido a la paralización que ha habido durante diez años en la tramitación de proyectos eólicos y fotovoltaicos".
Desde 2015 la potencia de las renovables ha aumentado poco más del 4% (151,5 MW). El incremento más grande lo ha hecho la solar fotovoltaica (un 14% más que en 2015), pero su peso dentro de las renovables es aún del 8,2% (304 MW según Red Eléctrica, que no contabiliza los 990,5 MW de autoconsumo fotovoltaico instalados en 2023). La energía eólica, en cambio, representa el 37% de la potencia de las renovables, con una capacidad total de 1.376MW que ha crecido un 8% desde 2015 y que ha permitido compensar el descenso en la generación hidroeléctrica debido a la sequía de los últimos tres años. Sin embargo, la potencia instalada de hidráulica es aún más de la mitad de toda la energía renovable (1.922 MW).