El futuro de la detección del cáncer de mama podría ser una simple muestra de orina. La ingeniera catalana Judit Giró ha inventado un prototipo de detección precoz del cáncer de pecho que se puede utilizar a domicilio, con un funcionamiento parecido al de las macetas de embarazo. Este invento, denominado The Blue Box podría entrar al mercado a partir del 2024 y tal como a avanzado lo 324.cat, esta idea ha sido galardonada con el premio británico James Dyson Award.
Judit Giró, que estudió ingeniería biomédica a la Universitat de Barcelona e hizo el máster en la Universidad de California a Irvine, ha explicado que la base principal en la cual empezó a trabajar era en un invento que funcionara de manera parecida al olfato de los perros, es decir, pudiera detectar las reacciones químicas que diferencian las personas sanas de las personas enfermas, puesto que la clave son los cambios: "Cuando una persona tiene una alteración a su fisiología, cómo por ejemplo un cáncer de mama, las reacciones químicas que pasan dentro de su cuerpo también se alteran. Es por eso que la orina que proviene de personas con cáncer de mama también presenta alteraciones", ha descrito la ingeniera en unas declaraciones al 324.cat.
Todo y los grandes avances, el proyecto todavía está en una fase muy joven y apenas está empezando a arrancar. De este modo, Giró también ha explicado que es complicado seguir saliendo adelante una startup sin inversores, puesto que son una parte importante del tejido. De momento, pero, ya ha conseguido 40.000 de euros gracias al premio James Dyson Award, que podrá utilizar para patentar el sistema, pero también para seguirlo desarrollando.
En cualquier caso, si las predicciones de la ingeniera son ciertas, el prototipo podría salir al mercado en 2024. Así pues, cuando las mujeres crean tener síntomas que podrían acontecer en un cáncer de pecho, tendrían que ir a la farmacia, comprar su dispositivo y utilizarlo desde la comodidad de casa suya. Esto si, un golpe se tiene el resultado, se tendría que visitar al médico. Pero con solo una muestra de orina se habría conseguido hacer el primer diagnóstico.