Las empresas y autónomos que tengan créditos avalados porel Instituto de Crédito Oficial (ICO) y hayan sufrido una caída del 30 % de la facturación de retruque de los efectos de la Covid podrán alargar hasta 10 años el plazo de amortización. También se permitirá que se amplíe más allá de dos años el periodode c arència del crédito si así lo acuerdan las partes.
Es el que recoge el código de buenas prácticas para la reestructuración de préstamos que ha aprobado el Consejo de Ministros de este martes para desarrollar el decreto de ayudas directas, que incluyó 3.000 millones de euros para reestructurar deudas avaladas. La suscripción de este Código es voluntaria. Se podrá activar hasta diciembre de 2022.
El requisito, una caída brusca de la facturación
Además, el código también permite mantener la cobertura del aval público aunque se convierta el préstamo en participativo, por acuerdo entre la entidad financiera y la empresa. Habrá que haber tenido una caída del 30 % de la facturación el 2020 y una facturación negativa.
Otra medida que se contempla es la realización de transferencias directas para reducir el importe a devolver. La reducción de la deuda podrá ser del 50 % si la caída de la facturación el 2020 fue inferior al 70 % y de hasta el 75 % si fue superior. Las entidades financieras tendrán que asumir la parte proporcional de la reducción del préstamo.