Los mercados se han despertado sin pez del Mediterráneo y con las paradas que compran pez a las lonjas "bajo mínimos". Son los efectos de la huelga de pescadores convocada este lunes y martes contra el nuevo reglamento que tienen que votar los ministros de la Unión Europea y que limita los días de pesca de arrastre a como máximo una treintena al año. Gran parte de las pescaderías han abierto y han vendido producto proveniente del Cantábrico y el Atlántico, pero algunas han cerrado en "solidaridad" con los pescadores. En declaraciones a la ACN, los paradistes han insistido que es "inviable" tener pez de proximidad con la reducción de los días de pesca y han avisado las restricciones europeas provocarán un aumento de precios por los consumidores.
La propuesta de la Comisión Europea quiere limitar a un máximo de 27 días el año la actividad de arrastre. Esto supone una reducción mediana del 66% en el global de los tres países afectados -España, Francia e italia- y de un 79% al estado español en particular. Hasta ahora, los días que permitía la Comisión Europea para la pesca de arrastre en el Mediterráneo eran 130 de media.
Las pescaderías han podido continuar ofreciendo producto fresco todo y la huelga de pescadores, pero prevén una situación complicada en los próximos días, que incrementará a partir de enero. Estos comercios temen que si entra en vigor la propuesta de las instituciones europeas, no puedan ofrecer pez de proximidad y que las lonjas acaben cerrando. Los peixaters consideran que la restricción impulsada desde Bruselas es "inviable", pero no pierden la esperanza que no acabe entrando en vigor. A las negociaciones entre los 27, España, Francia e italia y un cuarto país podrían ejercer derecho de veto con una minoría de bloqueo.
Pescaderías bajo mínimos o con pez del norte a Barcelona
Las paradas más afectadas son las que venden pez de costa, pero todas han notado la disminución de marisco de la costa y de pez azul como por ejemplo el seitó o la sardina. Al Mercado del Muñeco, algunas pescaderías especializadas en producto del Mediterráneo no pudieron abrir este lunes y este martes han tenido que ir a comprar pez del Cantábrico o del Atlántico.
"No puedo ofrecer nada más. Nosotros llevamos el 90% del pescado de lonja, vamos a l'Ametlla de Mar, a Vilanova, en la Barceloneta, a Roses, Palamós. Es un abanico que se me está cerrando", ha dicho Sandra Serrano, encargada pescadería Ribera al Mercado del Muñeco, especializada en pez de playa que no encuentra "ni lógica ni coherente" la propuesta de la Comisión Europea. "Ni los pescadores comerán, ni los peixaters como nosotros podremos facturar y los clientes que esperamos que coman solo de vivero?", se ha preguntado.
En una situación similar se encuentra la parada los chicos de la plaza que está "bajo mínimos" y sirve solo un 30% del producto habitual. "He tenido que recortar la parada, no tengo pez azul como por ejemplo merluza, sardina, seitó ni pez de la costa y mañana todavía será peor, no habrá nada", ha dicho Xavier Luceno propietario parada de pez de los chicos de la plaza Mercado del Muñeco, que considera que las restricciones europeas tal como se plantean son una "animalada". Luceno ha advertido que una de las consecuencias que tendrá estas restricciones son aumentos generalizados de precio. "El pez que viene del Norte subirá mucho de precio y ahora ya va caro", avisa.
No todas las paradas han notado la misma carencia de producto, puesto que muchas no van a las lonjas a comprar pero si que han ofrecido azulejos con menos variedad.
"Trabajamos con pez cantábrico y dentro del malo hemos llevado bastante producto hoy pero lo Mediterráneo es importante y se nota que no hay esta pesca. Ha subido el precio del pez y ha llegado poca cosa", explica Gala Díaz, propietaria de la pescadería Medusa 73. Díaz considera que se tienen que posar restricciones para garantizar la supervivencia de las especies pero no a la magnitud que propone Bruselas, que ve "mucho bestia".
Las paradas que no van a las lonjas comparten la incertidumbre de cara al futuro porque si se restringe la pesca del Mediterráneo, los peixaters especializados también irán a comprar el producto que viene de Asturias, de Galicia o de Francia y el precio será más alto. "La cantidad de pez se tiene que repartir entre todos porque algo tienen que vender las paradas, no pueden cerrar", dice la Nuria, propietaria de la pescadería 'Nuri'.