Situémonos. Última década del siglo pasado, años 90. La acción pasa a Chelsea, barrio benestant de Londres , la capital del Reino Unido. La Manuela García estudiaba en la capital británica y trabajaba en una pastelería de esta zona de la ciudad. tenía poco más de veinte, pero ya hacía años que no se encontraba bien. Se había dado cuenta que el malestar se acentuaba enseguida que comía determinadas cosas. Hasta entonces, los médicos no habían hecho mucho caso. Pero todo cambiaría en aquel preciso momento. Un doctor de Londres le diagnosticó intolerancia al gluten: "Al principio no fue nada fácil. No había internet, hice investigación en las bibliotecas y, de un día por el otro, me encontré con una realidad muy diferente. La gente no tenía ni idea de esto de tener que comer productos sin gluten", recuerda aquellos días la Manuela.
Al 2010 nacía Milola en la calle Bonaire, pastelería de estilo londinense y sin alérgenos
Años después volvió a Mataró. Durante el 2007 ya se divisaba la crisis que vendía: "Muchos negocios del centro bajaban las persianas, el sector del textil se iba a pique... voy rumiar qué podíamos hacer para contribuir a revitalizar la ciudad. Lo hablé con mi compañero, en David, y mi hermana, la Yolanda, que siempre había trabajado en el mundo del textil, y me acompañaron en esta locura." El año 2010 nacía Milola en la calle Bonaire, una preciosa pastelería de estilo londinense y sin alérgenos: "Fue súper bien. Teníamos un obrador pequeño y nos pedían producto de todo España. Fue tan bien que teníamos que hacer un salto a un obrador más grande, pero no era compatible mantener la pastelería y empezar a dedicarnos a la distribución." Estos últimos años, instalada a Mata-Rocafonda, Milola se ha ido convirtiendo en una pequeña fábrica de galletas.
De Mataró a en todo el mundo
Milola exporta en países cómo Francia, Alemana, Suiza, Bélgica, Inglaterra o, incluso, a los Emiratos Árabes Unidos. Este septiembre empezarán las exportaciones a los Estados Unidos y de cara también a este otoño, a Corea del Sur. Ahora mismo ofrecen galletas de seis gustos diferentes; avellanas y chips de chocolate, doble chocolate y plátano (veganes), naranja, almendra y cardamom, avena, limón y frambuesas, limón y xia, y zanahoria especiada. Son sin gluten, ni lácteos ni azúcar refinado. Las veganes tampoco tienen huevo, y todas están hechos con cereales integrales.
Ya se encuentran preparando nuevos gustos por este otoño
De cara este otoño, Manuela García avanza que estrenarán tres gustos nuevos: "Arándanos, coco y yuzu, pastel de manzana con nuevos pacanes y pastel de calabaza con mandarina. Entre final de año y principio del 2022 sacaremos una familia de tostadas saladas. La idea es ir ofreciendo cada año una nueva línea de los productos que teníamos en la calle Bonaire".
El negocio se ha ampliado con diferentes puntos de venta a pastelerías y tiendas de alimentación (se pueden encontrar todas en el web milola.com). Otro de los retos para seguir evolucionando la idea pasa por la creación de una pequeña escuela de cocina que ofrecerá talleres online para aprender a elaborar platos sin alérgenos. A Milola la nutrición y el placer van de bracet.