Ha llegado un momento en el cual es más peligroso dejarte encendida un instante la luz pequeña del lavabo que pasear con un billete de 50€ a la boca, por ejemplo una noche cualquiera en el centro de Barcelona, cómo si fueras un corzo feliz. De los sueldos más bajos de Europa y una de las facturas de la luz más caras. Felicidades a todos y a quienes corresponda en particular. Pero, sale por anticipado instalar placas solares como respuesta a la constante subida de la factura de la luz? Lo intentamos resolver con la ayuda de Amat Inmobiliarios, que ha escrito un artículo a su bloque apuntando ventajas y algún inconveniente.
Uno de las ventajas más conocidos y evidentes es el ahorro que hacemos en la factura de la luz. También podríamos hablar del comportamiento responsable y ecológico porque estamos disminuyendo el consumo de combustibles fósiles, o la reducción de emisiones del sistema de producción eléctrica convencional porque pasamos a depender menos de la energía exterior.
Obviamente también podemos encontrar algunas pequeñas desventajas, cómo el hecho que las placas solares reducen su eficiencia a partir de los 25 ºC de temperatura. Esto pasa porque las células sufren una degradación a largo plazo y su rendimiento va reduciendo la eficiencia un 0,5 % por cada grado superior a los 25 ºC. Este hecho tiene una solución, que pasa para convertir en una cubierta verde la zona donde se instalan las placas para que la temperatura ambiental de la zona sea más fresca.
Pero instalar placas varía según si vivimos en una casa unifamiliar o en un bloque de pisos. En el primer caso es mucho más fácil de instalar puesto que se pueden repartir las placas por diferentes lugares cómo tejados, azoteas o incluso zonas de jardín para poder alcanzar con la energía necesaria la casa. En cambio, en el caso de vivir en una comunidad de vecinos, al momento de hacer la instalación intervienen varias casuísticas... pero las placas se acostumbran a colocar a las azoteas.
De entrada, la cantidad de dinero que hay que pagar por las placas y la instalación puede parecer muy elevada (en 2019 el precio mediano de una instalación se situaba alrededor de los 300-400€ por m2), pero hay que tener en cuenta que los paneles fotovoltaicos tienen una vida útil de unos 25 años. La inversión inicial se podría recuperar, más o menos, en 5 años (en el caso de una comunidad de vecinos) a medida que se va ahorrando en la factura de la luz.
Sea cual sea nuestra opción a corto plazo, porque cada cual es consciente de su situación económica actual y posibilidades de inversión, parece claro que las renovables son el futuro.