La antigua sede de Caja Laietana y de Bankia , el mastodòntico y abandonado edificio del polígono del Pla d'en Boet de Mataró , puede tener nuevo propietario bien pronto. Esto pasará si fructifica el proceso de subasta que ha iniciado recientemente su actual propietario, CaixaBank, que lo había adquirido después de fusionarse con Bankia, la entidad que en su momento heredó el inmueble cuando absorbió Caixa Laietana.
El Ayuntamiento llevaba años batallando con los diferentes propietarios porque el edificio en desuso fuera cedido al consistorio. Los planes eran convertirlo, por un lado, en una nueva incubadora de empresas vinculada al TecnoCampus; y por el otra, en sede de oficinas municipales, en el marco de la transformación del modelo del Ayuntamiento. Pero ni Bankia en su momento, ni CaixaBank ahora, se han avenido.
El precio de salida es prohibitivo por el Ayuntamiento, que quería una cesión
La prioridad de la entidad financiera es sacarse de sobre el edificio pero no gratuitamente. El precio de salida, que según fuentes municipales bordea los 17 millones de euros, es prohibitivo para el Ayuntamiento, que no dispone de estos recursos (las arcas municipales no están para estas aventuras) y que tampoco está dispuesto a entrar en un proceso de subasta. Aún así, el consistorio no ha querido quedarse con los brazos cruzados, y ha intentado buscar una fórmula para garantizar que el futuro propietario del inmueble.
El Ayuntamiento quiere condicionar la venta porque el futuro propietario sea beneficioso por Mataró
El acuerdo al cual se ha llegado con CaixaBank es establecer unas cláusulas en el pliego de condiciones de la subasta que impidan que el edificio sea adquirido con hasta especulativos (por ejemplo, un fondo de inversión), o bien para usos que vayan totalmente en contra de los intereses de la ciudad. Es decir, que el nuevo propietario tendrá que proponer una actividad productiva para el edificio, y no podrá ser contraria al plan de usos establecido por el solar donde se encuentra. Por ejemplo, no se podrá hacer un supermercado.
Desde el Ayuntamiento confían que el proceso de subasta acabe con el edificio a manso de una empresa o institución la actividad de la cual esté alineada con los sectores estratégicos de futuro de la ciudad: la salud ("ciudad de los cuidados"), la economía circular, la gestión energética o el conocimiento y la formación. En caso de que la subasta no fructifique y el edificio no encuentre comprador, CaixaBank y el Ayuntamiento se han emplazado a mantener conversaciones para estudiar una posible cesión o fórmulas similares.
El edificio se inauguró en 2007 y pasó a ser la sede central de Caja Laietana, que hasta entonces había estado en la calle de en Palacio. Posteriormente Bankia adquirió Caixa Laietana y desde hace años el inmueble se encuentra sin os y abandonado. El paso del tiempo ha hecho que el inmueble, un gigante de de 32.000m2 y con tres plantas subterráneas, la construcción del cual tuvo un coste de unos 40 millones de euros, se hayan ido degradando progresivamente.