Las start-ups catalanas del ámbito de la salud despiertan el interés de los inversores. Así lo constatan varias voces del sector, que remarcan que el ecosistema de empresas emergentes a Cataluña es "muy potente". Con el objetivo de posar en contacto emprendedores e inversores, últimamente proliferan los encuentros para hacer 'networking'. "Es muy interesante porque nos llegan muchos proyectos con un PowerPoint, que está muy bien, pero es mucho más importante ver la persona", valora un inversor. Por su parte, algunas empresas aprovechan estos espacios para reivindicarse. "Las mujeres de mediana edad son un grupo muy abandonado por los empresarios", defensa Talia Leibovitz, CEO de Kala, una app que acompaña en la menopausia.
En estos encuentros participan start-ups que plantean innovaciones muy diferentes. En cuanto al perfil de los inversores, también hay varios y algunos internacionales, motivo por el cual buena parte de las sesiones se hacen en inglés.
El Centro para la Integración de la Medicina y las Tecnologías Innovadoras (CIMTI) hace de plataforma de algunas de estos encuentros y destaca que sirvan porque empresarios "conozcan de primera mano" proyectas que necesitan crecimiento. "Al sistema le faltan dos cosas: que estas start-ups crezcan y que los productos puedan implementarse en los sistemas públicos de salud, sobre todo en el nuestro", valora el director del CIMTI y ex consejero de Salud, Manel Balcells, después de una sesión organizada por Leitat y celebrada esta semana en la Cámara de comercio de Barcelona.
"Tenemos los inversos de todas partes mirando, quieren invertir en productos sólidos, interesantes y serios y se los hacen falta plataformas", agrega. De hecho, los datos confirman que las empresas emergentes de salud captan financiación -el informe anual de Biocat, la institución que impulsa el ecosistema de ciencias de la vida y la salud a Cataluña, indicó que durante el 2023 las start-ups catalanas de salud consiguieron 220 millones de inversión, por ejemplo-.
Balcells también remarca la importancia de la colaboración publicoprivada en este ámbito. "Los productos los producen las empresas y las ideas, el conocimiento y la innovación surge muchas veces en el sistema público", reflexiona. "La coordinación y el trabajo conjunto y transparente entre un sistema y el otro es necesario", justifica.
Los inversores agradecen poder conocer quién hay detrás los proyectos
El consejero delegado de Riva y García, Ignacio García-Nieto, opina que este tipo de encuentros son "muy interesantes" porque de este modo pueden conocer personalmente quién hay detrás cada iniciativa. "Nos llegan muchos proyectos con un PowerPoint, que está muy bien, pero puedes decir muchas más cosas y es muy importante ver la persona en concreto, que te explique y así entiendes su motivación y puedes hacer preguntas", apunta.
El grupo se dedica a la gestión de capital riesgo y confirma el potencial que encuentra en las empresas de salud. En esta línea, García-Nieto explica que tienen un fondo en colaboración con el Colegio de Médicos de Barcelona que se orienta específicamente a este ámbito.
García-Nieto admite que a veces en las sesiones ve proyectos que se los hacen "difíciles de entender" la utilidad que pueden tener. "Algunos me parecen muy optimistas a la hora de conseguir aprobaciones y dinero", dice. "Al final es la curva de la experiencia. Si has visto cinco proyectos, te continuarás equivocando, pero tienes las herramientas desarrolladas tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo para averiguar donde se puede invertir", añade.
El empresario también señala los beneficios que aportan los encuentros entre los diferentes actores. "Muchas veces puedes ayudar a estos emprendedores si no están muy enfocados", apunta. "A veces un proyecto te viene y no te gusta, pero se los dices mejoras, las hacen y después el proyecto tiene mucho sentido. Esto nos ha pasado muchas veces y hace mucha ilusión", señala.
Las empresas se reivindican
Por su parte, las start-ups también usan estos espacios para reivindicarse. Este es el caso de la aplicación Kala, que con el uso de la inteligencia artificial acompaña las mujeres en la menopausia. "Es un proceso diferente en cada mujer, y con la app se pueden hacer predicciones y poder buscar soluciones por cada sintomatología", detalla la directora ejecutiva y fundadora de Kala, Talia Leibovitz.
En su caso, admite que les cuesta "mucho" encontrar financiación. "Las mujeres, sobre todo las de mediana edad, a partir de los 50 años, son un grupo muy abandonado desde el punto de vista de la inversión y los proyectos empresariales", opina. "Creo que las dificultades que tenemos tienen que ver con nuestro tipo de proyecto. Estamos en cierto modo creando un mercado que hasta ahora no existía", resalta. La aplicación, de hecho, es la primera que hay en castellano orientada al acompañamiento durante la menopausia y ya se puede usar en Android e iOS.
Otro proyecto que también usa la inteligencia artificial es Emily.ai, que predice y ajusta a tiempo real los niveles de oxígeno personalizados para cada paciente. El director ejecutivo y fundador de esta start-up catalana asegura que estos encuentros son "muy interesantes" porque los ofrecen la posibilidad de conocer más de un inversor a la vez. Preguntado por si encuentran dificultades en la hora de encontrar financiación, admite que sí, pero explica que han avanzado "cómo han podido" para encontrar recursos, tanto privados como públicos. En su caso, ya tienen luz verde de la Agencia Española del Medicamento y prevén salir al mercado hacia final del 2025. Además, recientemente han cerrado una ronda de financiación de 480.000 euros.