WhatsApp Image 2023 12 29 at 12.41.00

Cugat Comas

El último día del Bar Nou: ¡adiós y gracias Ca la Juana!

Cierra por jubilación uno de los bares más populares, queridos e imprescindibles de Mataró: el Snack-bar Nou de la Ronda de Cervantes

 

67 años lo contemplan. Pocos bares pueden llegar a una edad como esta y menos aún con la buena salud que tenía el Bar Nou de Mataró. Este viernes, último día laborable de 2023, no es un día más para la gastronomía y la vida social mataroninas. Tampoco para la gran cantidad de personas, más o menos asiduas, que lo tenían en estima como el bar fiable e imprescindible. Hoy es el último día del Bar Nou, popularmente conocido como Ca la Juana. La clientela hace días que se despide preguntando por última vez.

Será difícil ver esa especie de esquina entre la calle del Hermano Francisco y la Ronda de Cervantes, en el barrio del Palau, sin la presencia imperturbable del Snack-Bar Nou. Sin el bar y sin sus responsables trabajando desde primera hora y sin decir nunca que no a nadie. Ca la Juana no debería figurar en ningún ranking de recomendaciones porque no hacía falta: quien iba, volvía, y han pasado miles de personas, atrayendo a gente de fuera de Mataró y más allá. El Nou nunca fallaba y aunque hoy haya abierto por última vez con total normalidad, el aire de despedida a un establecimiento como los que ya no quedan lo envolvía todo. Sin tristeza, con agradecimiento.

Lluís Cortina es el alma mater del Bar Nou, el hijo de Juana. Con su jubilación, cierra el establecimiento que siempre estuvo en la misma calle aunque cambió de local. Del cambio surgió el nombre final y oficial de Bar Nou, aunque buena parte de los fieles le seguían diciendo 'Ca la Juana', 'el bar de la Juana' o simplemente 'la Juana'. Lluís describe las sensaciones de un día como este. Lo pillamos con la olla al fuego, preparando encargos de comida que tiene y coordinando la faena que también es cerrar. Jordi, su trabajador, también está detrás de la barra y Roser, su esposa, tampoco quiere perderse las últimas horas. Los clientes vienen a felicitarlos y darles las gracias.

"Todos me dicen que no espere, que si puedo jubilarme lo haga y es lo que he hecho. Hace dos meses vimos que podíamos retirarnos y decidimos cerrar a finales de año", explica con naturalidad. Le da pena especialmente por buena parte de su público más fiel. "Pienso mucho en los trabajadores que venían a las seis de la mañana o que tenían nuestro menú para comer en el poco tiempo libre, gente de las Cinc Sènies o del barrio que ahora se quedan sin su bar", nos cuenta.

El mítico Bar Nou, en su último día


El bar de la generosidad

Durante más de seis décadas, el de Ca la Juana era uno de los primeros lugares que se iluminaba, uno de los primeros bares en abrir. Lluís dice que ha llegado a hacer jornadas de 18 y 20 horas. Hace 8 años decidió dejar de hacer cenas. Por la noche, el Bar Nou era todo un espectáculo, con generosas tapas.

Porque la generosidad es, seguramente, el gran atributo que ha tenido este bar para ganarse el corazón de tanta gente. Un bar como los que ya no quedan, fiel al menú de 9 euros sin café o 10 con cafetó para ser asequible. Y no es broma que el menú tuviera 7 u 8 primeros y 7 u 8 segundos para elegir, más postre y ensalada.

Desde que hizo público que se retiraba, el Bar Nou ha visto cómo la clientela acostumbrada a estar allí, desayunar, comer, tomar algo bajo los cuadros de motivos mataronins, les daba las gracias con un reguero de últimas veces. "Creo que como siempre nos han visto ajetreados están contentos por nosotros", dice Lluís. Una clienta pone la cuchara, y nunca mejor dicho: "ya no quedan bares de legumbres, verduras, sopa, tan casero y tan bueno", afirma. Realmente, la historia del Nou es la de un establecimiento familiar, vecinal, popular y muy fiel. Cortina explica que, por ejemplo, cuando se casa con un proveedor no lo cambia.

Con el adiós a Ca la Juana, los gustos únicos de sus ollas pasan a la colección de platos míticos a escala local. Las albóndigas, los callos, las carrilleras, el fricandó, el bacalao... También las tapas, las tortillas, los bocadillos. "Creo que cerramos dejando un muy buen recuerdo", dice Lluís. Y no le falta razón. Pásalo bien y gracias, Ca la Juana.