Analizar con detalle la nómina es esencial para evitar sorpresas desagradables. A menudo solo miramos el importe final que entra al banco, sin prestar atención a los diferentes conceptos desglosados. Es importante entender todos los componentes para tener una visión clara de nuestra situación laboral y económica. A continuación, se detallan los elementos clave de una nómina y algunos consejos para evitar errores.
La nómina es un documento que la empresa está obligada a librar al asalariado, donde se recoge la situación laboral y las incidencias durante el periodo de trabajo. Incluye el salario bruto y neto por el trabajo realizado. Sirve como recibo del sueldo y justificante de los pagos efectuados a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF.
En la parte superior de la nómina se encuentran los datos identificativos de la empresa y el trabajador. Por la empresa, se incluyen la denominación social, la dirección, el CIF y el número de inscripción a la Seguridad Social. Para el trabajador, se incluyen el nombre completo, el NIF, el número de afiliación a la Seguridad Social, la categoría profesional y la antigüedad a la empresa. También se indica el periodo de liquidación, que no puede ser superior a un mes.
Es crucial comprobar que la antigüedad reconocida sea correcta, especialmente en casos de sucesiones de empresas o subrogaciones, para asegurarse que todos los derechos laborales se mantienen intactos hasta la jubilación.
El sueldo base es la retribución bruta por el trabajo hecho durante el mes, de acuerdo con el convenio colectivo o el contrato laboral. A este sueldo base se pueden añadir complementos salariales, que pueden ser de carácter personal (cómo antigüedad o conocimientos específicos) o relacionados con el puesto de trabajo (cómo nocturnidad o peligrosidad).
Si la empresa paga por encima del salario mínimo fijado por convenio, lo puede reflejar con el concepto de "mejora voluntaria". Este importe, sumado al sueldo base, constituye el salario bruto. Es importante saber que esta mejora puede no actualizarse con el IPC ni con las pagas extra, dependiendo de la empleador. Algunos convenios impiden que una mejora voluntaria se reduzca para compensar otros incrementos salariales.
Las pagas extra
Las pagas extra tradicionales son dos gratificaciones anuales, una en verano y otra en Navidad. Sin embargo, algunas empresas optan para prorratearlas, añadiéndolas a las doce mensualidades. Esto tiene que constar a la nómina y es legal siempre que el convenio no lo prohíba.
Deducciones: Seguridad Social e IRPF
Las deducciones son las cantidades que se restan del salario bruto para pagar la Seguridad Social y las retenciones del IRPF. Estas deducciones varían según el salario y la situación personal y familiar del trabajador. Es esencial revisar estas deducciones para asegurarse que son correctas y evitar sorprendidas a la hora de hacer la declaración de la renta.
El líquido a percibir es el importe final que el trabajador recibe después de restar todas las deducciones del salario bruto. Es el importe que se transfiere a la cuenta bancario.
Además del salario del trabajador, la empresa hace una aportación a la Seguridad Social que no se refleja directamente a la nómina del trabajador, pero es importante tenerlo en cuenta puesto que forma parte del coste laboral total.
Horas extra
Las horas extra tienen que ser remuneradas por encima de la hora ordinaria, según el convenio colectivo. Legalmente, se pueden hacer hasta 80 horas extra remuneradas anuales. Si se compensan con descanso, no hay un límite establecido. Sin embargo, a menudo las horas extra se camuflan bajo otros conceptos cómo incentivos o pluses de producción.
Entender todos los elementos de la nómina es esencial para evitar sorpresas y garantizar que se reciben todos los derechos laborales. Es recomendable revisar periódicamente la nómina y estar alerta a cualquier cambio o error que pueda afectar el salario o las cotizaciones sociales.
Fuente: ccma.cat/324