Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local llevaron a cabo un operativo el pasado viernes, día 19, en seis establecimientos en Rocafonda y Cerdanyola de Mataró. La mayoría de ellos eran bares que habían recibido quejas vecinales por problemas de convivencia.
La inspección de estos 6 establecimientos terminó con la formalización de 7 actas por posesión de drogas confiscadas en los registros a los clientes de estos bares. Además, la policía también encontró dos armas, concretamente un arma blanca y un objeto peligroso, y se denunciaron a sus propietarios.
En total, los agentes que intervinieron en el dispositivo identificaron a 62 personas, una de las cuales fue detenida por infringir la Ley de Extranjería y fue puesta a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, que tiene competencias en este ámbito
Dispositivo policial en Mataró
Los dispositivos conjuntos de los Mossos d'Esquadra y la Policía Local se han vuelto muy habituales en los últimos meses en Mataró y se centran en diferentes ámbitos. Por un lado, se llevan a cabo periódicamente en zonas consideradas conflictivas, como los propios barrios de Rocafonda o Cerdanyola, los alrededores de la Estación de Rodalies o los fines de semana en la zona de ocio nocturno del Pla d'en Boet.
Además, de manera recurrente se inspeccionan bares y otros establecimientos comerciales, ya sea para responder a las denuncias vecinales por ruidos, problemas de convivencia o indicios de actividad criminal como el tráfico de estupefacientes. Más allá de eso, Mossos y Policía Local están llevando a cabo patrullas motorizadas conjuntas en los llamados "puntos calientes" del municipio, para aumentar la sensación de seguridad y poner presión a los delincuentes multireincidentes, que conforman una buena parte del total de detenidos en Mataró por parte de ambos cuerpos policiales.
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