Los Mossos d'Esquadra han detenido tres hombres, dos de los cuales han ingresado en prisión, por su vinculación a dps delitos: un robo con fuerza a un establecimiento comercial, por un lado, y un robo con violencia por el método de la estribada a plaza de Santa Anna, por el otro. Los dos hechos tuvieron lugar el 12 de junio pasado, y mantienen la tipología más habitual de delitos en la oleada de inseguridad que sufre Mataró en los últimos meses: robos con fuerza y con violencia a comercios y a peatones.
Los tres detenidos son de nacionalidad marroquí y vecinos de Mataró. En el primer caso, están involucrados dos hombres de 41 y 23 años que la madrugada del 12 de junio intentaron robar a un establecimiento comercial de la calle Marina de Mataró, a tocar de la avenida Maresme. Un testigo alertó los Mozos que los dos hombres, encapuchados y vestidos con ropa oscura, estaban forzando la persiana de la tienda. La persiana fueron cortada pero los ladrones no pudieron acceder en el interior.
Mossos d'Esquadra en Mataró
Cuatro patrullas se desplazaron al lugar de los hechos y localizaron uno de los hombres que huía y que se acabó escondiendo bajo un vehículo. Los agentes lo van localizaron un guante y un tapacubos que había escondido bajo el vehículo y lo detuvieron. Poco después otra patrulla localizó el presunto implicado, gracias a la colaboración ciudadana. Lo encontraron, según explican los Mozos, dentro de un vehículo estacionado cerca del lugar de los hechos, sudando y respirando agitadamente. Dentro del vehículo se localizaron una pata de cabra, un destornillador, guantes de trabajo y dos tijeras para cortar metal, susceptibles de ser utilizados para cometer robos. El día siguiente sábado, 13 de junio, los detenidos pasaron a disposición del juzgado en funciones de guardia de Mataró que decretó ingreso a prisión para uno de los detenidos y libertad con cargos por el más joven.
En prisión por una estribada
Se mujer la circunstancia que el mismo 12 de junio los Mozos detuvieron en Mataró un joven de 19 años, también marroquí y vecino de la capital del Maresme, que habría cometido un robo con violencia a la ciudad. Los hechos se remontan a una semana antes, el 4 de junio, cuando una mujer que paseaba por la plaza de Santa Anna fue víctima de una estribada de una cadena de oro que traía colgando al cuello. La investigación policial acabó permitiendo la identificación y la detención, a la cabeza de siete días, del joven. El juez también ordenó el ingreso en prisión el día siguiente de su detención.