Arte para reflexionar sobre los retos que afrontan ciudades como Mataró
La capital del Maresme es una de las 12 sedes de la Bienal de Arte Manifiesta 24, un acontecimiento europeo de gran prestigio que pone el foco en las grandes transformaciones de futuro del territorio
Mataró es una de las 12 ciudades de la región metropolitana de Barcelona que acogerán la Bienal de Arte Manifesta 24, un evento de gran prestigio que busca indagar sobre las cuestiones globales más candentes a través de la cultura y las creaciones artísticas. El edificio de La Presó, sede del M|A|C (Mataró Art Contemporáneo), será el lugar donde, a partir del 8 de septiembre, se instalarán las obras de dos artistas de reconocido prestigio que expondrán en la ciudad: el mataronense Domènec, con el proyecto ‘Un siglo de arquitectura europea’ y una instalación específica en el patio del edificio; y la barcelonesa Eva Fàbregas con el proyecto ‘Exudates’. Además de estos dos creadores, que han sido programados directamente por el M|A|C, se podrán ver cuatro piezas videográficas provenientes de la Fundación Han Nefkens.
Bienal a Mataró
- Exposiciones
- Domènec. 'Un siglo de arquitectura europea'
- Eva Fàbregas. 'Exudates'
- Fundación Han Nefkens | K. Arunanondchai + M. Atienza + P. Día + M. Watanabe
- Inauguración: domingo 8 de septiembre, 12 h. Hasta el 24 de noviembre.
- Lugar: Edificio de La Prisión, M|A|C Mataró Arte Contemporáneo (Muralla de la Prisión, 2)
- Horario: de dm a dv, de 16 a 20 h / ds y dg, de 10 a 20 h
- Foco Week: del 15 al 20 de octubre (horario: dm a dg de 10 a 20h)
- Entrada gratuita (servicios educativos y de mediación)
Manifesta se celebra cada dos años en una ciudad diferente de Europa; Donosti, Palermo o Pristina han sido sede recientemente. En 2024 tendrá lugar en Barcelona, pero por primera vez el evento se descentraliza, trascendiendo los límites geográficos de la capital catalana y llegando a 11 municipios más de los alrededores, incluyendo Mataró. El vínculo de la Bienal con el territorio donde se realiza es muy importante, por lo que este año se enfoca en los grandes retos comunes que enfrentan estos municipios de la región metropolitana a nivel urbanístico y social. Los artistas participantes presentan proyectos que reflexionan sobre cuestiones vinculadas al desarrollo urbano, la relación con el entorno natural, con la arquitectura y la historia, y las transformaciones a las que se enfrentan. “No queremos ser un alienígena que aterriza en el territorio con elementos foráneos y no deja ninguna huella”, explica Gemma Segarra, coordinadora de la Bienal, “por eso hemos trabajado durante más de un año sobre el terreno, con sus agentes locales, con sus sectores cultural, educativo, urbanístico y arquitectónico”.
La 'semana' de Mataró
Durante los dos meses y medio que dura la celebración de la Bienal, cada ciudad disfrutará de un protagonismo especial bajo el formato de una semana "propia", con el título de ‘Focus Week’. La de Mataró será entre los días 15 y 20 de octubre, y servirá para llevar a cabo numerosas actividades artísticas y culturales que irán más allá de los límites de La Presó y se extenderán a diferentes puntos de la ciudad, comenzando por la plaza de Santa Anna, donde se instalará la unidad móvil de la Bienal que recorrerá cada municipio.
La concejala de Cultura de Mataró, Heidi Pérez, destaca precisamente que la llegada de la Bienal no solo "pondrá a Mataró en el mapa cultural internacional", sino que se estructura como un espacio de reflexión sobre "proyectos y retos de futuro en los que también estamos trabajando como ciudad". "Puede ser una palanca para impulsar varios proyectos que tenemos sobre la mesa", añade Pérez, en referencia a las líneas estratégicas de futuro de Mataró a nivel urbano, económico y de innovación, con la economía vinculada al mar, entre otros.
Domènec y Eva Fàbregas son los artistas escogidos por el M|A|C para exponer en La Prisión
Manifesta 15 se celebrará hasta el 24 de noviembre, alrededor de tres clústeres temáticos y geográficos. El primero, situado en el Besòs e incluyendo Mataró, lleva por título 'Imaginando futuros'. El segundo, en la sierra de Collserola, es 'Cuidar y cuidarnos', y el tercero, en el Delta del Llobregat, 'Equilibrando conflictos'. Además de la capital del Maresme, el resto de sedes son L'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Cornellà, Sant Cugat del Vallès, Terrassa, Sabadell, Granollers, El Prat de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià del Besòs. Dos de los espacios más importantes serán la sede de la editorial Gustavo Gili, en Barcelona, y las icónicas Tres Chimeneas de Sant Adrià, que serán visitables por primera vez por el público general coincidiendo con la Bienal. En este recinto se podrá ver una instalación del artista de Mataró, Carlos Bunga.
Las obras de la Fundación Han Nefkens
La Bienal se ha asociado con la Fundación Han Nefkens, una organización sin ánimo de lucro constituida en Barcelona en 2009 por el escritor y mecenas del arte holandés Han Nefkens. La misión de la fundación es promover el videoarte, que considera tiene una capacidad excepcional para conectar a grandes audiencias internacionales en diferentes contextos sociales, culturales y políticos. Manifesta 15 selecciona y presenta cuatro películas producidas por la Fundación, obra de los artistas Korakrit Arunanondchai, Martha Atienza, Priyageetha Dia y Maya Watanabe, que se podrán ver en las antiguas celdas de La Presó.
Domènec: las capas ocultas y conflictivas de la arquitectura europea
El artista visual mataronense Domènec (Mataró, 1962), respaldado por un impresionante currículum internacional, ha reflexionado a lo largo de su trayectoria sobre el movimiento moderno y sus logros y fracasos durante el siglo XX, a través de ámbitos como la arquitectura o el urbanismo. A partir de esculturas, videocreaciones o intervenciones en el espacio público, el creador local suele explorar cuestiones como las formas de violencia política y social que se ocultan tras edificios y construcciones, haciendo visibles las capas ocultas de violencia y memoria que a menudo permanecen escondidas bajo la superficie de estructuras aparentemente inocentes.
En esta línea se inscriben las tres intervenciones que se llevan a cabo en La Prisión de Mataró en el marco de la Bienal Manifesta. En Un siglo de arquitectura europea, Domènec plantea una profunda reflexión sobre la influencia de los campos de concentración en la arquitectura europea del siglo XX. Parte de la pregunta que se hizo el filósofo italiano Giorgio Agamben: "¿Y si la arquitectura que ha definido el siglo XX en Europa no es la Bauhaus ni el urbanismo moderno, sino el campo?". Recopilando campos de diferente tipología pero con elementos comunes, desde los de concentración hasta los campos de refugiados, el artista destaca cómo estos espacios han sido diseñados por los Estados (también los supuestamente democráticos) para la segregación y el control, saltándose el marco legal. El artista cita desde un campo en Escocia en 1914, creado para encerrar a ciudadanos alemanes durante la Primera Guerra Mundial, hasta el reciente campo de refugiados de Moria, en Grecia. Estas estructuras, argumenta Domènec, reproducen un esquema de control y segregación de los colectivos considerados extranjeros y/o indeseables, un fenómeno que se extiende a lo largo del siglo XX. Incluso las banlieues o guetos modernos pueden ser vistos como los nuevos campos, siguiendo las ideas del propio Agamben.
"No hay ningún edificio que sea inocente, sino que en su sustrato siempre hay conflictos y contradicciones"
Arquitectura española 1939-1975 reúne una serie de estructuras construidas durante el régimen franquista y vendidas por la propaganda como símbolos de la "Reconstrucción" estatal tras la Guerra Civil. Sin embargo, en realidad fueron construidas por mano de obra esclava conformada por presos políticos. Domènec confronta la información oficial con esta realidad oculta que él rescata de los archivos. "No hay ningún edificio que sea inocente, siempre hay vidas humanas, conflictos y contradicciones en su base. Es lo que Walter Benjamin llamaba 'el inconsciente político de la arquitectura'", señala el artista.
"Hago aflorar la memoria del edificio de La Prisión, cómo un fantasma del pasado"
La tercera intervención que presenta Domènec es una instalación efímera en el patio de La Prisión de Mataró, que resucita la memoria de un muro que existió originalmente en este espacio. Esta intervención no solo modifica físicamente el lugar, sino que también obliga a los visitantes a experimentar cómo la arquitectura puede controlar el movimiento y la percepción de los cuerpos dentro de un espacio. Según el artista, "Hago aflorar la memoria del propio edificio, como un fantasma del pasado".
"Y si, cómo decía Agamben, la arquitectura que ha definido el siglo XX es la del campo de concentración?"
Eva Fàbregas: las cicatrices y estrías que deja la vida
Eva Fàbregas (Barcelona, 1988) es una artista visual que vive un momento dulce, consolidada como uno de los nombres catalanes más potentes del arte visual a nivel europeo. En la Bienal Manifesta 24 presentará, en La Presó, una instalación titulada Exudates. Un conjunto de esculturas inflables con las que reflexiona sobre los procesos metabólicos, corporales y naturales que intervienen en la cicatrización, la inflamación y la decadencia de los cuerpos, tanto humanos como vegetales. Fàbregas, con estas obras, se adentra en los fluidos orgánicos que exudan de los vasos sanguíneos o de las heridas en la corteza de los árboles, explorando su función curativa y sus posibles connotaciones negativas: “Estos procesos no siempre resultan curativos, ya que un exceso puede complicar la regeneración de la piel. Esta dualidad me interesa especialmente, por la tensión, ambigüedad y contradicción que conlleva”.
"Las esculturas han sido hinchadas en diferentes puntos del edificio, buscando las grietas, las heridas y cicatrices que ha dejado el paso del tiempo"
Su intervención consiste en esculturas inflables modeladas con aire y con el espacio arquitectónico que las contiene. Aunque algunas de estas piezas ya han sido expuestas previamente en la Klima Biennale de Viena, en este caso toman una forma diferente y única, presentándose en un estado constante de cambio, adaptándose a las particularidades del espacio de La Presó, para el que la artista ha creado nueva producción. Fàbregas destaca cómo la arquitectura influye en la forma final de sus obras: “Las esculturas han sido infladas en diferentes puntos del edificio, buscando las grietas, las heridas y cicatrices que ha dejado el paso del tiempo; es la arquitectura la que acaba dando forma a la obra.”
Estas membranas inflables, hechas de látex y tejidos elásticos, respiran y cambian, creando arrugas y estrías que simbolizan la tensión y las cicatrices de los cuerpos en proceso de transformación. La artista resalta la naturaleza colaborativa de su obra, donde los materiales, el aire, la temperatura y la arquitectura interactúan para dar forma a la obra: “No soy solo yo como artista, la arquitectura, el material y la temperatura influyen como elementos, afectando el resultado final, no depende solo de mí.”
"No soy yo como artista solamente, la arquitectura, el material, la temperatura inciden como elementos"
En esta instalación, Fàbregas explora la ambigüedad entre lo efímero, frágil y decadente, y lo parasitario, contagioso y monstruoso. A través de sus esculturas, que evolucionan dentro del espacio del edificio, la artista invita a reflexionar sobre los procesos naturales de curación y las tensiones que emergen en estos cuerpos inflados y en constante cambio, que dejan cicatrices y marcas como testimonio de su proceso de creación.