Manuel Mas

Manuel Mas i Estela

Exalcalde de Mataró

El nacimiento de Laia el arquera en medio de la Puerta Laietana

Según los datos últimos publicados por el Ayuntamiento el 26,10% de los habitantes de Mataró tienen menos de 25 años, es decir, más de uno de cada cuatro mataronins/se tienen el recuerdo desde siempre que Laia el arquera está en medio de la Puerta Laietana.

Ahora hará veinte años que la plantamos allá. Antes aquel lugar era uno de los puntos más conflictivos de la N-II y una auténtica barrera por la ciudad. La autopista Barcelona – Mataró se inauguró en 1968. También fue la primera de España. Desembocaba a la carretera N-II a su paso por Mataró por un gran viaducto que salvaba el desnivel entre las huertas que había más allá del Plan de en Boet y el trazado de la carretera al lado ya de las vías del tren casi bien a nivel del mar. Por debajo este viaducto había una de las entradas desde la carretera a la ciudad, hacia el Camino real, el antiguo camino Real que durando mucho tiempo también fue carretera general por el medio de la trama urbana de la ciudad. Este punto era muy peligroso puesto que para cruzarlo había que hacer más de un stop y los accidente eran frecuentes.

El crecimiento de la ciudad era hacia el suroeste, hacia Barcelona, y el viaducto era un auténtico estorbo problemático que teníamos que suprimir. Recuerdo que la primera vez que lo planteé el ingeniero municipal, Jordi Buscó, me dijo que no me saldría puesto que los ingenieros de caminos – y más si eran del Ministerio de Obras Públicas- serían abiertamente contrarios. Ciertamente, era difícil que aceptaran derrocar una obra suya.

Pero los azares de la vida trajeron una ocasión favorable para plantearlo. El cambio de decisión del Ministerio de O.P. de convertir la prevista autovía que continuara la entonces denominada A-9 en autopista de peaje en su recorrido por el Maresme lo propició. En las negociaciones que tuvimos con el equipo de en Josep Borrell, entonces ministro del ramo, para compensar el que era considerado un agravio incluimos la demolición del viaducto y la creación del que desprendido denominamos la Puerta Laietana. En ellas también incluimos el tramo central de la Vía Europa y la regeneración de la playa a levante del puerto y la gratuidad de la nueva autopista a su paso por Mataró.

La idea de una escultura al centro de la gran rotonda que configuraría la desaparición del viaducto fue otra muy pensada de en Salvador Milà (su idea del Príncipe constructor de la ciudad) que propuso que fuera el artista local Josep M. Rovira Requesón el encargado de materializarla. Costaría un buen puñado de dinero que no disponíamos pero nos ayudó la Diputación de Barcelona con el Presidente de la cual, Manuel Royes que era además el alcalde de Terrassa, tenía muy buena relación por asuntos que era no venden al caso explicar.

Muchas satisfacciones de aquella operación: el día que voy pitjar el botón que hizo estallar la dinamita que derrocó el viaducto, el domingo que acompañados multitudinariamente por los mataronins y mataronines descubrieron la esbelta figura de Laia apuntando con su arco hacia Burriac, y sobre todo, sobre todo, la aceptación total de los ciudadanos/anes de la figura como nuevo icono de la ciudad y referente simbólico de sus orígenes, pero también de su venidero como elemento identificador de una puerta de entrada al que dijimos la Nueva Ciutat.

En el recuerdo de en Josep M. Rovira y de todos los que hicieron posible esta nueva imagen de Mataró. Por muchos años, Laia!

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