En busca de la sala subterránea de la Plaza Grande

Una historia que se da por cierta en Mataró pero que nunca se ha podido verificar es la de la existencia de un gran espacio sepultado al subsol de la plaza Grande. Una sala a las entrañas del centro de la ciudad, que varios testigos orales, vecinos dela misma plaza, aseguran que existe. accedieron, dicen, en 1937, en plena Guerra Civil, cuando eran tan sólo unos niños, y desde unas escaleras que se originaban en el interior de un inmueble de la plaza Grande. Pero este espacio, que se remontaría en los siglos XVII o XVIII (por lo tanto no sería ningún refugio de la Guerra Civil, a pesar de que se habría empleado como tal) nunca se ha encontrado.

A los años 90, a raíz de estas informaciones de los vecinos, el Ayuntamiento realizó una primera prospección que dio resultados negativos. Pero el consistorio ha insistido. Al año 2013 retomó la investigación, con prospecciones geofísiques al subsol que dieron nuevas esperanzas para demostrar la existencia de este lugar. La tomografía eléctrica -que permite obtener imágenes en superficie a partir de la conductividad del subsol- y las técnicas de georadar empleadas permitieron detectar anomalías a ambos lados de la plaza, que podrían corresponder a dos cavidades. 

Las evidencias, pero, no eran bastante claras, así que había que hacer una exploración arqueológica, que se acabó llevando a cabo ayer domingo. Los trabajos consistieron en la apertura de una zanja que quería llegar a los 4 metros de profundidad a la confluencia entre la calle Santa Maria y la parte alta de la plaza Grande, el punto donde los vecinos sitúan la escalera para descender al subsol. Cuando se traía un metro y medio excavado, pero, aparecieron un muro que los arqueólogos identificaron como de la época romana. Esto obligó a parar los trabajos, tal y cómo marca el protocolo, para evitar los daños a estos restos, y a tapar la zanja. La excavación ha quedado abortada y el objetivo ahora es estudiar si se puede iniciar desde otro punto de la plaza.