2.000 plantas de marihuana, una pistola con silenciador y un fugitivo buscado por la Interpol

Es una constante, casi cada semana: el desmantelamiento de plantaciones de marihuana en el Maresme, ya sea en naves industriales, chalets en urbanizaciones o en zonas boscosas. El cultivo y tráfico de esta droga se ha extendido por la comarca, y los cuerpos policiales no cesan de desarticular bandas, a menudo con conexiones internacionales, que se enriquecen con esta actividad.

El último episodio lo ha protagonizado la Guardia Civil, que ha desmantelado una plantación de marihuana en una nave industrial de Palafolls (Maresme). La investigación fue iniciada por agentes de Premià de Mar que tuvieron conocimiento de la plantación. Al confirmar su existencia, registraron la nave, que contaba con varias plantas, divisiones para las plantaciones, almacén y zona de vivienda.

En total se encontraron 1.837 plantas en avanzado estado de crecimiento, un arma corta de fabricación eslovaca con silenciador, con munición y en perfecto estado de funcionamiento, material eléctrico valorado en 61.000 euros para el cultivo intensivo y el procesamiento de la marihuana, y 570 euros en efectivo procedentes, probablemente, de la venta de droga.

Se detuvo a un total de cinco personas de entre 41 y 56 años, entre ellas un ciudadano montenegrino buscado por la Interpol con una orden de extradición por narcotráfico, que se ocultaba viviendo en el interior de la nave y hacía de vigilante de la plantación. Los detenidos pasaron a disposición del juzgado de guardia de Arenys de Mar por tráfico de drogas, fraude de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. Todos ingresaron en prisión.