El fin de los peajes es uno de los ítems más esperants durante años en clave de movilidad al Maresme para posar sobre la tabla uno de aquellos temas estrella: la "pacificación" de la Nacional II. Con buena parte del actual tráfico por la N-II traslladat a la C-32 llega la hora de este viejo propósito. Cómo? Con diferentes actuaciones como por ejemplo la incorporación de un carril bici a la franja litoral o la ampliación de las aceras.
En cuanto a la N-II, la Generalitat apuesta por una "integración urbana" de la vía, que durante los últimos años ha recibido tráficos elevados en todo su recorrido a pesar de estar limitada por un carril por sentido en muchos tramos. Territorio propone actuaciones cómo la incorporación de un carril bici continuo y una ampliación de las aceras y los espacios de servicios, hecho que también comportaría una reducción de la sección viaria y una consiguiente reducción de la velocidad máxima.
También llevarían a cabo mejoras en las intersecciones –la Generalitat propone la construcción de diez nuevas posibles rotondas- y obras para mejorar la seguridad viaria y la integración del transporte público.
Compromiso de conses con los Ayuntamientos
"Con esto recuperaremos el viejo objetivo de pacificar la N-II y hacerla una vía urbana más humanizada y pensada para todos los municipios", ha destacado el secretario general de la vicepresidencia, Ricard Font, en una atención a los medios.
Según Font, las actuaciones podrán variar en función de la evolución del tráfico durante los próximos meses, siempre con el consenso de los ayuntamientos. "Al final, queremos relligar las actuaciones a la movilidad neta", ha añadido.
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