En una comarca muy alargada cómo el Maresme, la movilidad es su tema bandera. El de siempre. El que nunca se resuelve y siempre vuelve. A pesar de los esfuerzos de ir a la una y de mantener un cierto pulso unitario a nivel de comarca cuando se va a las administraciones competentes, lo cierto es que el futuro de las infraestructuras y el transporte maresmencs sigue siendo un tema por resolver, con muchos más elementos para definir a futuro que no concreciones cómo pueda ser ahora el final de los peajes. La comarca ya ha firmado cuatro pactos por la movilidad sin haber podido obtener ningún blindaje o concreción real que el futuro de su movilidad pueda ser el que realmente se quiere desde el territorio.
El impasse que abre ahora la liberación de la C-32 se tiene que aprovechar, defienden desde la coordinadora Preservem el Maresme, para centrar todos los elementos de debate en la partida de la movilidad comarcal y es en este sentido que la entidad habilitará una nueva tabla de trabajo y demandará que partidos, ayuntamientos y Consejo Comarcal vuelvan a comprometerse y que sus declaraciones no queden en papel mojado. Toca mover piezas sobre el tablero maresmenc.
Contra la viñeta y el pago por uso
Desde el Maresme organizado se tiene clara la oposición tanto a un sistema como el otro. "No podemos aceptar un impuesto de circulación 2.0 cómo es la viñeta ni un peaje que en lugar de pagarlo a la máquina lo pagamos con un recibo del banco: la vía se puede financiar de manera más justa ecológicamente con alguna de las propuestas que hacemos: el céntimo sanitario a los combustibles por ejemplo, con un impuesto sobre la gasolina se grabaría la contaminación o a través de las áreas de servicio o aprovechamiento de las zonas de peajes… hay muchas ideas. No aceptaremos que los discriminados para movernos seamos de nuevo los maresmencs".
Las propuestas en movilidad
- Priorizar un transporte público de tren y autobús intermodal, competitivo a nivel económico y de eficència ante las perspectivas de cambio climático.
- Valoración a medio plazo de la posible ubicación de una línea de ferrocarril ligero complementaria o sustitutiva al actual de la línea de la costa.
- La conversión de la C-32 en una vía comarcal, que favorezca el transporte público con carril buzo y carriles VAO, reducciones de velocidades que mejoren la sostenibilidad.
- La progresiva pacificación de la N-II con carril buzo y carril bici y espacios de peatones, planificando también la reducción de la movilidad y la seguridad.
- El desmantelamiento de las superficies de los peajes en clave de restitución de espacios naturales y servicios públicos.
- Blindaje urbanístico de los accesos y entornos de la C32 y la N-II para evitar la proliferación de grandes superficies comerciales y polvo de atracción de movilidad en vehículo privado.
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