Temor de incendios en el Maresme por el abandono de los bosques

Los bosques del Maresme, abandonados por la falta de gestión, son un auténtico polvorín. La amenaza de incendio forestal es muy grande, a pesar de que hace mucho tiempo que el Maresme logra evitar grandes fuegos. Para mantener esta situación, el Consejo Comarcal ha reclamado a la Generalitat y a la Diputación más esfuerzo económico para el mantenimiento y gestión forestal.

Tal y como explican desde el Consejo, en la comarca la gestión forestal es mínima debido a las escasas subvenciones, la atomización de las propiedades forestales (más del 65% son micropropiedades privadas) y la falta de asociación entre propietarios, lo que dificulta el acceso a financiación. Actualmente, la masa forestal arbolada del Maresme ocupa 190,33 km² de suelo no urbanizable. El análisis de los últimos cuatro años muestra un estado crítico, con los bosques convertidos en una amenaza para la comarca, agravado por el uso recreativo que hace la población.

En esta petición hecha por el Consejo, se propone que se incorpore un nuevo criterio en las convocatorias de ayudas, que valore las actuaciones en bosques con servicio ecosistémico en entornos de elevada presión social e interfaces urbano-forestales.

La demanda, surgida de una sesión de trabajo de urgencia con la participación de asociaciones de propietarios forestales, parques, la Federación de ADF del Maresme y el Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales (GRAF) de los Bomberos de la Generalitat, llega después de la aprobación de medidas para hacer frente a la sequía en los bosques del Maresme. Los asistentes coincidieron en la necesidad urgente de incrementar la gestión forestal para prevenir incendios que podrían poner en peligro a personas y bienes.

Marta Gómez Pons, consejera de Medio Natural, ha defendido la necesidad de trabajar de manera coordinada, afirmando que “es necesario que todos juntos sumemos esfuerzos y asumamos el papel fundamental que juega el bosque en nuestra comarca, así como las consecuencias que tendrá en un futuro inmediato la inacción”. La combinación de baja gestión forestal y sequía ha hecho que los bosques del Maresme sean más vulnerables a enfermedades, plagas e incendios.

Desde el Consejo Comarcal se destaca que los bosques son esenciales para mantener la biodiversidad y frenar el cambio climático. En el Maresme, además, aportan sedimentos al litoral y actúan como barrera contra las riadas. Su proximidad a Barcelona los convierte en un pulmón verde para el área metropolitana y un espacio de recreo para una zona densamente poblada. Sin embargo, el modelo urbanístico expansivo ha situado muchas viviendas dentro de zonas forestales, incrementando el riesgo de incendios.