Nadie debe recordarlo, ni mucho menos celebrarlo, pero este 27 de septiembre se cumple un aniversario redondo, cuanto menos curioso, para la capital del Maresme. Se cumplen 10 años exactos de la celebración en la ciudad de la Festa al Cel. Fue el domingo 27 de septiembre de 2014 cuando Mataró acogió la primera de las dos ediciones que organizó y financió del festival aéreo con el que Barcelona cerraba La Mercè. Fue una apuesta de promoción de ciudad liderada por el ejecutivo en minoría de Joan Mora (el único alcalde no socialista desde la restauración democrática), que generó debate en la ciudad entre partidarios y detractores, y que terminó, una vez el PSC había regresado a la alcaldía con un joven David Bote, con la decisión de suspender la tercera edición, en 2016.
Mataró vivió una etapa efímera pero intensa con la celebración de la Festa al Cel, un evento que trajo los mejores espectáculos aéreos a la ciudad durante dos ediciones, en 2014 y 2015, antes de ser suspendido en 2016. Esta fiesta, que anteriormente se celebraba en Barcelona, se convirtió en un referente en Mataró durante los dos años que se celebró, atrayendo a miles de visitantes y dejando una huella en la historia reciente de la ciudad.

La edición del 2014: pasada por agua
La primera edición de la Festa al Cel en Mataró se celebró el 28 de septiembre de 2014, después de que Barcelona dejara de acoger el evento por problemas logísticos con el aeropuerto de El Prat. Mataró fue la ciudad elegida para dar continuidad a esta tradición y, a pesar de las altas expectativas, la primera edición se vio afectada por adversas condiciones meteorológicas.
La lluvia fue la protagonista del día, lo que provocó que muchas de las acrobacias programadas tuvieran que cancelarse o retrasarse. A pesar de todo, unas 50.000 personas se acercaron al Paseo Marítimo de Mataró para intentar disfrutar del espectáculo aéreo, muchas menos de las cerca de 200.000 que se habían previsto. La Patrulla Francesa, una de las atracciones más esperadas, tuvo que suspender su participación debido al mal tiempo.

El entonces alcalde de Mataró, Joan Mora, destacó la perseverancia de los mataronenses que asistieron al evento a pesar de la lluvia. Según Mora, esto era un claro indicio de que la Festa al Cel debía seguir celebrándose en Mataró, con la esperanza de que en futuras ediciones el tiempo acompañara mejor. El alcalde señaló que, a pesar de las dificultades meteorológicas, la ciudad había demostrado su capacidad para acoger grandes eventos y proyectarse como destino turístico.

La segunda edición del 2015: la más exitosa
Tras la experiencia de 2014, la segunda edición de la Festa al Cel se celebró el 20 de septiembre de 2015, con mejores condiciones meteorológicas y una organización más consolidada. En esta ocasión, la fiesta reunió a 115.000 espectadores, una cifra que superó con creces la del año anterior. El Paseo Marítimo de Mataró y las playas se llenaron de visitantes durante todo el fin de semana.
Una de las grandes atracciones del día fue la Patrulla Águila, la patrulla acrobática del Ejército del Aire español, que cautivó al público con sus espectaculares maniobras. El alcalde Joan Mora resaltó el impacto económico positivo del evento, que con un coste de 580.000 euros generó unos beneficios estimados de 1.800.000 euros para la ciudad, sin contar la proyección mediática que ofrecía una exhibición aérea de estas características.

La suspensión el 2016
A pesar del éxito de las dos primeras ediciones, según el discurso oficial del Ayuntamiento, la tercera edición de la Festa al Cel, prevista para septiembre de 2016, no llegó a celebrarse. El gobierno municipal, ya bajo el mandato de David Bote, anunció la suspensión del evento debido a la falta de financiación privada. Según el Ayuntamiento, se había establecido como condición para la continuidad del evento conseguir al menos 300.000 euros en patrocinios privados, pero a dos meses de la celebración solo se habían recaudado 100.000 euros. La retirada del apoyo económico de Mataró Parc fue clave en este sentido.
La decisión de suspender el evento se presentó como una medida de responsabilidad económica y de buen gobierno, priorizando otras necesidades de la ciudad. El propio alcalde Bote afirmó que la decisión era "coherente con los compromisos adquiridos" y que se había tomado pensando en el beneficio general de la ciudad. Los concejales de CiU, que compartían ejecutivo con Bote, mostraron un evidente disgusto en la rueda de prensa en la que, de manera definitiva, se enterró la historia de la Festa al Cel de Mataró.
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