22 retos para el año 22

/En el primer trimestre de este año se tiene que acabar la implementación de lo anilla ciclista. De momento, porque en un futuro la red de carriles llegará a otros puntos de la ciudad. Terminar las obras tiene que suponer acabar con las molestias que genera y ganar el hábito de acostumbrarse a la nueva movilidad que implica el proyecto. Más allá de partidarios y detractores, solo la costumbre acabará para consolidar esta 'revolución', que entre otros cosas se ha acelerado para precisamente ganar tiempos por última.

/Al antiguo Actúa, en la plaza de la Muralla, se tiene que estrenar también los primeros meses del año el conocido como Espacio Mataró Conecta. De buenas a primeras, significa situar la Oficina de Atención a la Ciudadanía que actualmente queda pequeña a los bajos del Ayuntamiento (con cola permanente afuera) pero además se supone que tiene que transformar la manera de atender e interactuar entre el Ayuntamiento y la ciudadanía y, además, ser el impulso definitivo a una zona que ya cuenta con otros atractivos.

/ No hay varilla mágica en ninguna parte, pero no puede haber rete más urgente. Detrás frenar las ocupaciones-negocio hay muchas derivadas que implican a todas las administraciones y actores implicados. Mataró no se puede permitir seguirse mostrando impotente ante el alcance de un fenómeno delictivo con derivadas importantes contra la convivencia y tiene que seguir perseverando en los ámbitos político, legislativo, policial y judicial… sin desatender la raíz del problema y reforzando las políticas de vivienda, presión económica a los grandes tenedores con pisos vacíos o desatendidos y la cura y esfuerzo para evitar la concentración de casos en zonas concretas por la degradación que suponen.

/ Dos equipamientos culturales nuevos (bien, uno de 160 años, pero renovado), de lado y a la yema del huevo. El Café Nuevo se tiene que estrenar este año, después de unas obras de rehabilitación integral que parecen de las más finas que se han hecho en años y cerraduras. Tiene que tener usos turísticos y culturales, con una sala superior de actas de hasta 100 personas. Un pulmón de actividad cultural por una ciudad a quien le faltan espacios cómo el aire que respira. A su lado, la Prisión lo tiene todo para reforzar Mataró al mapa del arte contemporáneo y habrá que ver que más acaba acogiendo con su disposición panòptica y genuina.

/ El Plan de Impulso del Centro tiene que seguir andando y un golpe acaben las obras del Camino real, el siguiente ítem será adornar y mejorar la Riera con elementos urbanísticos fijas más amables, renovar la fachada y elementos exteriores y la planta baja del edificio del Ayuntamiento (que parece que caiga a trozos de dejado) y abordar la conversión en zona de peatones de un importante eje cómo la calle de Sant Josep, que conecta las Tereses y la Riera. Hasta ahora solo se han visto 'renders' digitales y, ante las nuevas obras, se se pregunta: se repetirá el resultado más que perfectible de la renovación reciente del pavimento de la plaza de Santa Anna?

/ Las entidades bancarias son quienes más pisos vacíos tienen en la ciudad, quien está dejando locales vacantes y quienes está cerrando más oficinas. El Ayuntamiento ha iniciado una línea de relación con los bancos, los pide que habiliten cajeros desplazados, que velen porque sus sucursales no sean ocupadas y que faciliten que se utilicen comercialmente. Por otro lado, también negocia que cedan pisos para vivienda social. Las negociaciones son lentas, a menudo se llama que la banca siempre gana pero el que hace falta es arrancar compromisos concretos de estas entidades.

/ La percepción ciudadana sobre el estado de la vía pública parece haber mejorado un poco, pero no bastante. Este 2022 tiene que suponer el despliegue completo del nuevo contrato de la basura, aquel por el que ya el 2020 se subió la tasa. Queda pendiente ampliar el puerta a puerta, los programas de limpieza intensiva en zonas o nueva maquinaria y sistemas de limpieza, así como los contenedores efímeros del Centro. Cuando esté todo desplegado, se podrá valorar.

/ Faltan pocas semanas porque Mataró reencuentre la antigua Biblioteca Popular como nuevo equipamiento público, la tercera de la ciudad. Siendo capitales las bibliotecas a efectos de cohesión cultural y social, el estreno de la situada al Centro consignada por la Fundación Iluro y el Ayuntamiento tiene dos derivadas más. El una, encontrarle nombre. Ya hay debate generado y habrá que ver qué opción acaba siendo la escogida. El otra, pensar en la siguiente. 2022 o máximo 2023 tendrían que ser los años de posar fecha, valga la redundancia, a la de Cereza-Molinos

/ Si Mataró quiere ser una ciudad cohesionada, no se puede permitir que las diferentes partes de la ciudad vayan a velocidades diferentes. Y esto pasa, sobre todo, para reforzar las políticas de atención a las personas más vulnerables y en especial las oficinas de servicios sociales que a menudo las entidades y grupos que trabajan en ámbitos cómo la vivienda han denunciado que están saturadas. Más recursos en ámbitos cómo la atención domiciliaria o los programes marco de asistencia y ayuda son imprescindibles.

/ Una aplicación para móviles para facilitar la relación, trámites y avisos en materia de seguridad y cámaras de vídeo-vigilancia en partes susceptibles de ser puntos calientes de incivismo y problemas de seguridad. Estas dos propuestas en ámbito policial y de seguridad ciudadana se van arrastrando desde hace años y tendrían que ver la luz este año. Más herramientas para la labor de vigilancia y sobre todo intervención rápida anunciadas repetidamente.

/ Can Fugarolas no se toca, dicen los miembros de esta comunidad cultural que ha revolucionado de vida, cultura y actividad social al barrio de La Habana. Sobre el antiguo concesionario hay la amenaza del destino del inmueble, que cuelga de una ordenación urbanística que visualiza (más) pisos donde ahora hay metros cuadrados de creación y actividad cooperativa. Mantener el equipamiento y el que supone pasa por una solución de futuro.

/ Ya están en licitación las obras que tienen que arreglar la cubierta y la pista de esta vetusta instalación del Plan de en Boet. En la línea de la pista cubierta de Cerdanyola, las obras tienen que servir para mejorar las prestaciones del pabellón y para hacerlo más ecológico, de acuerdo con la necesaria transición ecológica. Las obras son largamente esperadas por sus usuarios.

/ El "nuevo" Puerto de Mataró está prácticamente terminado. A pesar de que ahora se tiene que hacer un mirador hacia Ponente, el grueso de las actuaciones está terminado y ahora toca el "despliegue". Que los locales que encara no estaban concessionats abren, que puedan tener una buena temporada sobre todo de verano, que se repitan e incrementen las actividades sociales y culturales. Después de tanta inversión, es la hora del Puerto.

/ Un spoiler: el sainete entre la Policía Local (su sindicato mayoritario) y la dirección política del Ayuntamiento de Mataró no se acabará. Viene de lejos y pinta fuerza irresoluble. Del que se trata, pero, es que los problemas laborales no hipotequen la función y la tarea del cuerpo en un momento en que la seguridad es primordial.

/ El problema con el acceso a la vivienda a Mataró es galopando y es imperativo seguir apostando por todos los frentes con los que se actúa: desde la presión y sanción a los pisos vacíos de grandes tenedores, el Yes We Levadura y Bloque Cooperativo, las promociones de pisos públicos anunciadas y alguna otra en solares municipales. Nunca hay bastante, en este sentido.

/ De las placas fotovoltaicas de la pista cubierta de Cerdanyola tiene que salir energía para hacer eficiente y dependiendo de las renovables el propio equipamiento pero, además, el excedente será aprovechado para combatir la pobreza energética de personas vulnerables del entorno. Tiene que ser la primera de diferentes comunidades energéticas a la ciudad, especialmente necesarias con el mercado eléctrico desbocat.

/ Tiene relación con las obras que se tienen que hacer, pero va más allá. El Centro de Mataró tiene que ser una de las primeras áreas de promoción económica y urbana. Hace tiempo que se habla. Se trata sobre todo a efectos comerciales, pero también urbanísticos o de dinamización, de gestionar toda el área cómo si fuera un centro comercial.

/ El litoral mataroní en la zona más a ponente tiene que cambiar. La Nacional tiene que recibir una milionada para acontecer un paseo de Montgat a Mataró y además en el entorno de las zonas de Iveco, Barceló y hasta llegar a la Ringlera hay turno por las grúas que cambien la última gran zona para edificar que queda en la ciudad encasillada entre rieras.

/ El Plan General es el que dibuja, piensa y planifica cómo es la ciudad. El actual tiene más de un cuarto de siglo de vida y se tiene que revisar. En esto concuerdan casi todos los actores y se trata de mirarse la ciudad con los ojos de ahora y esbozar cómo y con qué criterios hay que repensarla a nivel territorial y urbanístico.

/ El Parque de la Economía Circular y todo el relacionado alrededor de este ámbito tiene que empezar a ser palpable. Independientemente de las obras, pendientes de las excavaciones arqueológicas, que sea un sector que ha sido y será mimat económicamente lo colocará en el centro del relato sobre la transformación de la ciudad.

/ En materia educativa y más allá de las demandas concretas (nuevos edificios del Coromines y el Cinco Sènies, por ejemplo) la pieza movida con el Miquel Biada es de las relevantes. El junio se acabará la singladura municipal del instituto, que pasará a manso de la Generalitat para ser nuevo referente en Formación Profesional y poder ampliar plazas en la necesaria formación puesto-obligatoria más enfocada a la profesionalización, la más demandada ahora.