Anuario 2024: El año de Lamine Yamal, el año del 304

Los chinos asocian cada año a un animal del zodiaco, siguiendo un ciclo de doce años en el que cada animal simboliza características y rasgos específicos. La revista Time se ha hecho célebre desde hace décadas por nombrar y mostrar en su portada a la Persona del Año a nivel global. A medio camino entre una cosa y la otra, este Capgròs Anuari 2024 tiene un protagonista claro en su portada y en esta introducción del resumen del año. El nombre propio de este 2024 que ya se nos escapa entre las manos: Lamine Yamal.

Sin haber alcanzado aún la mayoría de edad, Lamine Yamal ha completado un año casi perfecto: el de su irrupción global y consolidación como uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo, con todo lo que ello implica. Este año, Lamine ha sido el mejor jugador de la selección absoluta de España que ganó la Eurocopa y, al celebrarlo, se envolvió en la bandera de Mataró. Fue una jugada bien planeada por el Ayuntamiento, a la que él, siempre fiel a sus orígenes, colaboró. Ver a un hijo de Rocafonda dominar el fútbol mundial y enorgullecerse de sus raíces reconforta. Millones de personas lo pudieron ver y, entre ellas, miles de ciudadanos de Mataró. Algunos estuvieron en el Parc Central, frente a la pantalla gigante organizada. No fue un sueño de una noche de verano: fue el día en que Lamine Yamal se confirmó ya como leyenda.

Acaba de ganar el Golden Boy, el Balón de Oro para jóvenes, siendo el jugador más joven en levantarlo. Es un fenómeno de masas, un reclamo mediático, una inspiración, y todo ello con Mataró y, sobre todo, Rocafonda, siempre asociados a su nombre. Las crónicas y narraciones siempre lo mencionan así. El gesto del “304” que popularizó, en referencia al código postal de los barrios norte de Mataró, lo consolidó aún más. Lamine Yamal termina "su" año lesionado pero convertido en un referente indiscutible: es un futuro mejor jugador del mundo, y resulta que salió de aquí. En Mataró y, sobre todo, en Rocafonda, haríamos bien en intentar aprovecharlo y asimilarlo.

El orgullo del 304

Lamine Yamal es la punta de lanza del orgullo de Rocafonda, un orgullo que a menudo se expresa como respuesta desde uno de los barrios más descuidados de Mataró. Que el mismo año en que un hijo de Rocafonda ha ascendido al trono del deporte rey a nivel mundial, la ciudad haya convertido uno de sus símbolos comunitarios, como el cartel de Les Santes, en un mural en el propio Rocafonda, puede ser casualidad, pero es algo que debe aprovecharse. Mohamed L’Ghacham pintó un mural monumental y, con él, plasmó una visión de la ciudad, la fiesta y la vida compartida. Una obra impactante y revolucionaria que perdurará más que muchas otras. L’Ghacham, otro estandarte del orgullo de Rocafonda.

El año del 304 también tiene otras expresiones, como la lucha del barrio por mantener la segunda línea del colegio Germanes Bertomeu, una de sus escuelas más emblemáticas, demostrando que, como siempre, si Rocafonda tiene que alzar la voz, sabrá hacerlo. Para ser citados, conocidos y reconocidos más allá de las noticias menos halagüeñas, como los sucesos que a veces se asocian con el barrio, incluido uno, este año, relacionado con el propio padre de Yamal.

Anuario 2024 de Capgròs, por temas:

• Grandes proyectos: El asunto de Can Fàbregas vuelve a entrar en erupción.
• Política: Una exempleada sacude el Ayuntamiento.
• Limpieza: La epidemia de contenedores desbordados.
• Movilidad: El bus interurbano a Barcelona colapsa.
• Seguridad: Más dispositivos policiales conjuntos que nunca.
• Medio Ambiente: El País Valencià nos advierte sobre nuestras rieras.
• Cultura: El año de las campanas de Santa María.
• Deportes: Una liga sufrida, peleada y ganada en el agua.

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