Ayer lunes, el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull, visitó el Centro Sant Pau de Cáritas, situado en el barrio de Rocafonda de Mataró. Durante la visita, estuvo acompañado por el alcalde de Mataró, David Bote, y representantes de la entidad, como Amèlia de Juan, responsable de acción social de Cáritas Diocesana de Barcelona. Rull tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la labor social y educativa que el centro lleva a cabo en una de las zonas más vulnerables de la ciudad.
Durante el recorrido, Rull destacó la importancia del trabajo de Cáritas para mejorar las condiciones de vida de las familias más desfavorecidas. Puso en valor proyectos como el Casal Obert y el refuerzo educativo, que durante el curso escolar ofrecen apoyo a 85 niños y jóvenes de entre 6 y 16 años. “El Parlamento de Cataluña debe ser un reflejo de todas las realidades del país. Conocer iniciativas como esta es imprescindible para construir políticas que respondan a las necesidades reales de la ciudadanía”, señaló.
Un barrio con alta complejidad social
El Centro Sant Pau no solo brinda apoyo educativo, sino que también organiza cursos de formación laboral, inserción sociolaboral, acompañamiento digital y espacios de convivencia para familias. Rocafonda, donde se encuentra el centro, registra la renta media por persona más baja del Maresme, con un 45% de las familias en riesgo de pobreza. “Siete de cada diez hogares atendidos por Cáritas en Mataró no disponen de una vivienda digna, y más de la mitad de las personas están en situación de desempleo. Esto tiene un impacto directo en el futuro de los niños”, recordó Amèlia de Juan.
Gracias a sus programas, Cáritas busca romper el círculo de la pobreza y ofrecer oportunidades de futuro. “El Casal Obert y el refuerzo educativo son mucho más que un espacio de estudio: son lugares donde los niños y niñas pueden crecer emocionalmente, establecer relaciones sanas y reforzar sus habilidades escolares, siempre con la implicación de sus familias”, destacó De Juan. Estas acciones son posibles gracias al esfuerzo conjunto de profesionales contratados y personas voluntarias.
Un mensaje de esperanza y unidad
Josep Rull aprovechó la visita para alertar sobre los discursos de odio que están ganando terreno en las sociedades occidentales. “Debemos hacer frente a las narrativas que deshumanizan y dividen. Nuestro compromiso como sociedad debe ser defender a cada una de las personas que viven entre nosotros, porque todas tienen derecho a una vida digna y a ser respetadas”, dijo Rull, citando un pasaje del Nuevo Testamento: “Era forastero, y me acogisteis” (Mateo 25,35). También elogió la labor de cohesión social que realiza Cáritas, describiéndola como “potente e inspiradora” en un barrio con alta complejidad social.
El alcalde de Mataró, David Bote, también expresó su apoyo a la entidad y su contribución para mejorar las condiciones de vida de muchas familias de la ciudad. “El Centro Sant Pau es un ejemplo de cómo la solidaridad y el compromiso comunitario pueden transformar realidades”, afirmó.
Finalmente, Rull subrayó la importancia de trabajar juntos, instituciones y entidades, para garantizar un futuro mejor a los vecinos y vecinas de Rocafonda y otros barrios vulnerables. “Proyectos como este nos muestran que hay esperanza, y es responsabilidad de todos hacerla crecer”, concluyó.
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