Capgròs
Si queremos hablar de los músicos de la Fiesta Mayor, era obligatorio a nivel de procedimiento comenzar por ellos y ellas, por la Banda, por la Agrupació Musical del Maresme. Este 2024 se cumplen 40 años de la fundación de esta formación, y la celebración, que ha ido quemando etapas y actos en los últimos meses, se consumará del 25 al 29 de julio cuando, a partir del soplido de estos cuarenta músicos, salgan algunas de las melodías más deseadas por todos los mataronenses. Cuando suena la Banda, es que Mataró está de fiesta. Cuando está en la calle, es que ocurren cosas bonitas. Pocos momentos tan ilustrativos de esto hay como el inicio del Desvetllament Bellugós. ¡Golpe de bombo y todo se desata!
La Agrupació Musical del Maresme nació a partir de los Escuracassoles de Carnaval, y durante la primera mitad de estos 40 años, vieron cómo la mítica Banda de Gaianes asumía el rol principal de ‘Banda de Les Santes’, que ahora ostentan con total merecimiento. Este 2024 se cumplen 20 años del cambio de banda al frente de la Fiesta Mayor, un paso consecuente y plácido que fue el punto de inflexión necesario para que la Agrupació Musical del Maresme adoptara el rol natural que le correspondía. Ya antes había hecho conciertos, había encontrado el entorno del patio del Hospital de Sant Jaume como propicio, y acompañaba codo con codo e instrumento a instrumento a la Societat Musical Mestre Orts de Gaianes.
Un rol primordial
Se puede decir que siempre ha habido banda en Les Santes. La antigua Banda Municipal, por ejemplo. O incluso guarniciones musicales militares, en tiempos del cuartel, cuando la fiesta no llevaba el artículo en mayúsculas ni respondía al esquema actual. A partir de la clara necesidad de una banda potente en el séquito, se fue a la Comunidad Valenciana a encontrarla cuando las actuales Les Santes se esbozaban o eran completamente nuevas, y precisamente la música de banda fue, de la mano de Santiago Vicent, uno de los ingredientes milagrosos que hicieron nacer en 1983 el Desvetllament Bellugós. Hace un año, en la celebración de los 40 años del acto genuino y paradigmático de cada Nit Boja, la Agrupació Musical del Maresme alzó la voz para quejarse con toda la razón de no haber estado presente en los actos e iniciativas conmemorativas.
El olvido dolió, pero Les Santes de 2023 fueron como serán estas. Las de una Banda potente y presente, que combina actos propios como los conciertos de inicio (el 25) y de final de la fiesta (el 29, en compañía de algún otro grupo musical) con formar parte indisoluble del séquito institucional festivo.
La Banda cierra el séquito y llena de notas alegres los paseos. Tiene un juego propio genial por el que incluso los Gigantes y el Águila bailan a su son. Es el primer sonido que suena una vez la traca de la Crida ha estallado y, obviamente, no falla en el Desvetllament Bellugós ni en el De Parranda. Las notas del pasodoble ‘La Entrada’ son la salutación a las autoridades antes de Ir a Oficio y las marchas o el Bequetero acelerado cierran momentos de delirio como la Dormida invertida del mediodía del 28.
Las camisas rojas
Formar parte de la Agrupació Musical del Maresme es mucho más que tocar un instrumento; es una experiencia de vida que combina música, comunidad, aprendizaje y momentos inolvidables. Las historias compartidas por los miembros de la banda son un testimonio vivo de su importancia y de la pasión con la que viven cada momento, y es por ello que en el 40º aniversario, y antes de que vuelvan a ser la banda sonora de los mejores momentos de la Fiesta Mayor, hemos querido hablar con ellos. Alícia, Assumpta, Eduard, Miquel y Pep radiografían qué se siente formando parte de la Agrupació Musical del Maresme cuando llega julio y toca hacer lo mejor que saben.
Cuando se trata de describir qué es lo mejor de tocar con la banda, todos los miembros coinciden en el aspecto humano y la comunidad que se crea alrededor de la música. Alícia Morales, clarinetista desde 1989, destaca “la comunidad que se crea entre personas diversas, con diferentes visiones y vivencias pero con un objetivo común tan bonito como es la música”. Para ella, formar parte de la banda es más que tocar música; es un espacio de convivencia y crecimiento personal. Assumpta Morales, flautista con 35 años en la banda, aprecia compartir su afición con los amigos: “Un espacio donde nos juntamos gente de todas las edades para disfrutar haciendo música todos juntos”. Además de la música, destaca que la banda ofrece un entorno intergeneracional donde se mezclan experiencias de vida diferentes.
Eduard Marquès, saxofonista alto desde hace 7 años, valora “tocar diferentes estilos de música para aprender mientras reímos y hacemos amigos y amigas”. Considera que la diversidad de repertorio es una gran oportunidad para desarrollar sus habilidades musicales mientras se divierte con sus compañeros. Miquel López, trompetista desde hace 12 años, subraya tres aspectos clave: la socialización, el aprendizaje y la satisfacción personal. “Lo mejor de tocar en la banda son las amistades que he hecho, el aprendizaje constante y la satisfacción de sonar bien en momentos especiales”, explica. Para él, la banda es una escuela de vida donde se comparten valores, conocimientos y momentos inolvidables.
El encanto de Les Santes
Les Santes, la Fiesta Mayor de Mataró, es un momento álgido para la banda, con varios momentos destacados que cada miembro vive intensamente. Alícia Morales se queda con el De Parranda: “Ver a los niños y niñas disfrutando de la fiesta y compartiendo este sentimiento único de grupo y de ciudad es emocionante”. “Cuando escuchas la voz de un niño contando ¡15!, con mucha alegría, te da impulso para seguir tocando aunque lo hagas mil veces”, dice Alícia con una sonrisa.
Assumpta Morales destaca dos momentos: “La salida desde dentro del Ayuntamiento el 25 de julio por la noche, antes de empezar el Desvetllament, por la emoción que despierta ver a miles de personas esperando el momento de empezar a tocar el Bequetero”, y “la dormida del 28 de julio al mediodía, por la máxima hermandad con los miembros de las collas, el público y la banda”. Eduard Marquès también elige el Desvetllament Bellugós: “Es un momento mágico y poder participar desde dentro es todo un orgullo”. Para él, la magia de este momento reside en la complicidad y la energía que se genera entre los músicos y el público.
Miquel López, por su parte, opta por el concierto del Hospital, ahora celebrado fuera de Sant Jaume por aforo: “Es un acto muy emblemático y bonito, que marca el inicio de la rutina de Les Santes”. Este concierto es un ritual iniciático que prepara emocionalmente a los miembros de la banda para la intensidad de los días festivos.
El reconocimiento
Sobre si la banda está suficientemente reconocida, las opiniones varían ligeramente. Alícia Morales cree que “la gente no acaba de ser consciente de la importancia de la banda en la fiesta”, subrayando que sin la música muchos elementos festivos quedarían apagados. “La gente visualiza mucho a las figuras porque atraen la atención y son representantes de la fiesta por excelencia, pero si nos detenemos a pensar, todos estos elementos festivos sin la música quedarían apagados y tristes”, explica. Assumpta Morales considera que “la gente es muy consciente de que somos una parte imprescindible de la fiesta pero, hasta ahora, no se ha empezado a valorar explícitamente tanto como nos gustaría”. A pesar de ser conscientes de su importancia, los miembros de la banda desearían un reconocimiento más visible, como aparecer en los carteles y cuentos de la fiesta. Marquès piensa que “cada vez más la banda está obteniendo su espacio en la fiesta”, sobre todo entre los más pequeños que los miran con admiración. “Sobre todo entre los más pequeños que te señalan y te miran cuando pasas vestido de rojo con el instrumento en la mano”, comenta. Miquel López, aunque reconoce el adecuado apoyo institucional y logístico, señala que “dentro de los entornos más cerrados de Mataró centro hay quienes piensan que la banda no es tan importante dentro de la fiesta”.
Tantas anécdotas cómo se quiera
Las anécdotas y curiosidades abundan entre los miembros de la banda. Alícia Morales recuerda “los momentos en los que se comparten complicidades que se crean cuando tocamos las piezas como Paquito, Amparito o Bequetero en Can Xavi”, dice. Assumpta Morales tiene un repertorio extenso de anécdotas, desde dejar a un músico encerrado dentro de un vestuario hasta tocar en eventos del grupo de teatro La Cubana. “Dejarnos a un músico encerrado dentro de un vestuario y darnos cuenta después de media hora de haber comenzado el bolo”, recuerda con humor.
Eduard Marquès, originario de Terrassa, recuerda su primer contacto con Les Santes como ciudadano: “Me creó una explosión de emociones difíciles de describir”. Ver a la gente cantando un pasodoble y contando hasta quince lo dejó impactado, pero ahora, dice, él también es parte de esta locura. “El loco también soy yo...”, comenta riendo. Miquel López destaca el concierto en memoria de la Banda Municipal de Mataró, que dinamizó recuperando antiguo repertorio.
Todos ellos, al igual que toda la Banda, desde el director Pere Bono hasta el más veterano que aún puede hablar de los 40 años con gran memoria o el más joven de la tropa, tienen una cosa en común: para Les Santes harán sonar la fiesta y, por lo tanto, los mataronenses haríamos bien en aprovechar la oportunidad de felicitar el aniversario a su lado, bailando. ¡Por 40 y 400 años más!
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