Capgròs
El Ayuntamiento de Mataró tiene marcado el actual 2022 cómo un año en qué política y presupuestariamente la gran prioridad es la seguridad. Al respeto ha habido varios estrenos y nuevas apuestas en marcha cómo la incorporación de nuevos agentes o el App de seguridad. Hay otra, pero, que se atrasa y que podría no ver la luz este 2022: son las cámaras de videovigilància.
El alcalde David Boto ha especificado en la presentación de los serenos que las cámaras de videovigilància policial a Mataró "están trabajadas a nivel técnico municipal y realizado el proyecto" pero que su calendario y despliegue dependen de permisos de la Generalitat de Cataluña y de un proceso de licitación pública sin trabas ni recursos. Esto sitúa, en palabras de Boto "en un mayor grado de incertidumbre" que se puedan desplegar este 2022. El alcalde y el gobierno, pero, no renuncian y los gustaría que entréssin en funcionamiento a finales de este 2022.
Así como con las cámaras de videovigilància hay este atraso, el otra apuesta novedosa cómo es la Aplicación para móviles de seguridad ciudadana verá la luz el último trimestre de este año. También el aumento de plantilla de la Policía Local avanza, con la incorporación prevista por septiembre de una tongada de 10 nuevos agentes y la convocatoria de plazas por 8 más que se incorporarían el 2023.
Rocafonda, el Centro y el Polígono del Plan de en Boet
El proyecto de implementación de cámaras de seguridad a varios 'puntos calientes' de la ciudad ya hace tiempo que cueja. El Ayuntamiento de Mataró las anunció primero por el 2020, después por el 2021 y ahora no tiene la certeza que, a pesar de estar presupuestadas, las pueda desplegar antes de que acabe 2022. Esta tecnología, recogida ya al Plan Local de Seguridad del 2013, se tiene que implementar en puntos cómo Rocafonda, el Centro (donde ya hay un sistema cómo el de lectura de matrículas) y el Polígono del Plan de en Boet, tres puntos donde se concentra buena parte de la conflictividad e inseguridad local.
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