Cautela y reservas. Incluso miedo de los responsables de Salud sobre los indicadores epidemiológicos de la Covid-19. Si de momento los indicadores de referencia parece que echan a la baja (han menguado tanto el índice de riesgo de rebrote cómo la velocidad de contagio) hay una temença sobre los efectos que pueda tener la Semana Santa en estos y otros baremos de seguimiento de la pandemia.
La gran duda es hasta donde llegará el efecto Semana Santa. Hay previsiones del segmento más pesimista que anticipan que se puede desencadenar una cuarta oleada cómo pasó en Navidad e interpretaciones más positivas, que creen que el mayor nivel de vacunación y la mejora del tiempo permitirán evitar un repunte importante.
El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha explicado hoy que hay que esperar para valorar la situación epidemiológica y el efecto real que la Semana Santa ha tenido en la pandemia. "Los datos que tenemos son de difícil interpretación, pero no van bien y no lo veremos claramente hasta los días próximos si estamos teniendo un infradiagnòstic".
La trampa de los días festivos
Argimon ha explicado que los días de vacaciones se han comportado cómo una semana de sábados y domingos. Se han detectado "muchos menos casos porque menos gente ha ido a los servicios sanitarios y, por lo tanto, se han diagnosticado menos personas". Este hecho se ve reflejado en las macetas de antígenos rápidos (TAR) en personas sintomáticas y dan positivo. Precisamente, en los últimos días, esta cifra ha experimentado un descenso acentuado. A guisa de ejemplo, el lunes 29 de marzo se registraron 734 TAR positivos y, ayer, en cambio, fueron 298. "Solo ayer quizás detectamos más de 300 casos menos, los cuales pueden haber hecho una reunión de amigos o una comida familiar y, por lo tanto, contagiar a gente de su entorno". Argimon ha recordado que "es de este modo cómo se está propagando el virus".
Preocupa la positivitat y la presión asistencial
El secretario de Salud Pública ha afirmado que también preocupa la positivitat, que continúa aumentando. La semana pasada era de un 10,5 % y ayer lunes ya llegaba al 12,9 %. En esta misma línea, los datos referentes a la presión asistencial en los hospitales. "Hace más de 10 días que las cifras de ocupación de camas críticas no paran de aumentar y este ritmo no lo podremos sostener". El 26 de marzo fue el último día en que se registró un descenso por debajo de los 400 ingresados a las unidades de cuidados intensivos, con 392. A fecha de hoy, son 445.
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