Un instante de la firma
Un instante de la firma

V. B.

El Museo Bassat s’ubicará en una antigua harinera de Ronda Barceló

El coleccionista y el Ayuntamiento firman un acuerdo que prevé como emplazamiento la Harinera Ylla y Aliberch, a la esquina con Avenida Maresme

La Harinera Ylla y Aliberch, un inmueble situado a la esquina de Ronda Barceló con Avenida Maresme, será el emplazamiento del futuro Museo Bassat. Así lo ha acordado la Fundación Carmen y Lluís Bassat con el Ayuntamiento en un convenio que han firmado hoy lunes, día 28, a Can Palacete, y que pone hilo a la aguja porque su fondo artístico se exhiba de forma permanente y pública en Mataró. El acto ha contado con la presencia del publicista y coleccionista de arte Lluís Bassat, el alcalde Joan Antoni Baron, el regidor de Urbanismo, Ramon Bassas, el presidente del Patronato de Cultura, Sergi Penedès, y representantes de todos los grupos municipales, excepto la CUP.

La antigua harinera, un edificio de planta baja y cuatro pisos, fue construido en 1948 por el arquitecto mataroní Lluís Gallifa y dispone de un nivel de protección A en el Plan Especial de Patrimonio Arquitectónico. Su principal valor es el exterior que pertenece al novecentismo tardío, y los arcos parabólicos del interior de estilo expresionista. La colección de arte ocupará cerca de 3500 m2, 1000 de la planta baja de la fábrica y unos 2500 del subsuelo del edificio. El inmueble forma parte del Plan de Milora Urbana del sector Iveco-Renfe-Harinera/Vecindario de Valldeix, que prevé que alrededor del futuro Museo se construya una torre de 24 plantas, una plaza a dos niveles y una rampa de acceso al futuro paso sepultado que unirá Ronda Barceló y el puerto. Ramon Bassas ha explicado que la antigua harinera se ha escogido como emplazamiento por su "carácter estratégico", puesto que servirá de "punto de inicio" de la transformación del Frente de Mar y Ronda Barceló. El regidor de Urbanismo también ha destacado su buena accesibilidad tanto para los mataronins cómo para los visitantes de fuera y ha asegurado que servirá para "mejorar el diálogo" entre la ciudad y el puerto.

Bassat, por parte suya, ha asegurado que el edificio "puede dar mucho sí" y que sus arquitectos (del estudio B720) le han asegurado que "puede servir de base para hacer un proyecto extraordinario". El coleccionista ha apuntado que "la caja tiene que ser tan importante como el interior", para destacar la importancia de una sede espectacular que atraiga visitantes al Museo. "El Guggenheim de Bilbao no sería tan visitado si no fuera por el edificio", ha recordado. También está previsto que, si es necesario, el Museo se pueda ampliar con otros inmuebles en el entorno de la plaza. Pero porque el proyecto se haga realidad será necesario que el edificio pase a ser propiedad del Ayuntamiento. Actualmente, el inmueble se usa como almacén y también como parte de dos concesionarios de vehículos. Bassas ha explicado que habrá un proceso de reparcelación incluido en el proceso de desarrollo urbanístico del sector, que posibilitará la cesión del inmueble al Ayuntamiento. Este proceso no se dará hasta el mes de marzo de 2009, así que las obras empezarán, como mucho pronto, el abril del mismo año, y todavía no se ha determinado su fecha de fin.

Un consorcio para gestionar la colección
Más allá del emplazamiento del Museo, el convenio firmado hoy prevé la constitución de un Consorcio entre la Fundación Carmen y Lluís Bassat y el Ayuntamiento, con el objetivo de conservar, gestionar, administrar, exhibir y difundir el fondo artístico que constituirá la colección de arte. El Ayuntamiento aportará al consorcio el inmueble de la antigua Harinera y la Fundación cederá su colección por un tiempo no inferior a 25 años. La constitución del citado nos es tan sólo el primer paso, puesto que, cómo ha reconocido el mismo Baron, "queda muchísimo trabajo para hacer". La principal, encontrar financiación para hacer posible el proyecto. El alcalde ha asegurado que trucarán a la puerta de todas las administraciones y tampoco ha descartado buscar apoyo en el sector privado. En todo caso, hoy tampoco se ha hecho público cuál será el coste económico del proyecto.

Mientras el Ayuntamiento busca dinero, Bassat impulsará un comité asesor integrado por "personalidades del mundo del arte" como la crítico de arte Maria Lluisa Borràs o la directora de la Fundación Joan Miró, que decidirá en colaboración con el Consorcio qué obras tienen que ir al Museo. Bassat ha apuntado que se exhibirán cerca de 500 obras de una septuagésima de artistas del arte catalán de la segunda mitad del siglo XX, entre los cuales hay nombres como Guinovart, Ràfols Casamada, Maria Girona, Hernández Pijuan, Llimós o Zush, entre muchos otros, y también obras de artistas mataronins, según ha dicho Bassat. También queda pendiente el el·laboració del proyecto museogràfic y museístico, puesto que la intención es que, más allá de exhibir obras, el museo sea un polo de actividad cultural y formativa, relligat con el resto de equipamientos culturales de la ciudad.

Primera exposición
A pesar de que hoy sólo se han puesto las bases del proyecto, los firmantes del acuerdo no han dudado al mostrar su satisfacción. "Hoy es un gran día para el arte contemporáneo de Cataluña", ha asegurado Bassat. Un arte que, según él, "está a la altura de los mejores del mundo", pero que le ha carecido difusión, cosa que se quiere solucionar con este equipamiento. Bassat, además, ha agradecido al alcalde y en todo el Ayuntamiento por el "apoyo" que ha recibido el proyecto. Baron ha asegurado que Mataró "estará a la altura" y convertirá este museo en un motor cultural, económico y urbanístico de la ciudad. Penedès, por parte suya, ha apuntado que mientras no se construya el Museo, se iniciarán una serie de exposiciones en la ciudad para exhibir en las diversas salas municipales la colección de arte de Lluís Bassat, que se iniciarán el 18 de julio con una muestra de Ràfols Casamada y Maria Girona.

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