Empieza el baile de nombres a 15 meses de las elecciones

15 meses puede parecer mucho tiempo pero, políticamente, es un curso y pico: muy poco. Entramos a febrero del 2022 y faltan exactamente estos 15 meses por las elecciones municipales del 2023, el próximo golpe que los mataronins irán a votar para escoger a 27 regidores y, de entre ellos, el alcalde de la capital del Maresme. A Mataró esto de contar ascendentemente hasta 15 lo llevamos bastante interiorizado cómo porque los dos partidos más votados hace tres años ya hayan escogido con qué alcaldable quieren intentar ganar. David Boto volverá a liderar el PSC y Joaquim Camprubí se estrenará al frente de ERC. Las certezas y confirmaciones acaban, de momento, aquí. Pero las próximas semanas y meses, hasta el verano, acabarán de conformar la parrilla de salida. Ahora empieza el baile pre-electoral. Y se nota y se notará más, cada vez, en el día a día.

Las elecciones municipales se celebrarán el 28 de mayo del 2023

Entre confirmaciones, intenciones y travesías el panorama de cara a las próximas municipales parece más o menos claro, con caminos trazados ya a meses ver. Lo saben al PSC (el partido que solo ha perdido un golpe estos comicios) que ya hace meses que tienen la maquinaria a punto, han recuperado incluso a antiguos activos cómo Ramon Bassas en la sala de máquinas y trabajan con la intención de una segunda reelección de David Boto, de un tercer mandato por el alcalde de Mataró desde el 2015. El propio interesado confirmaba a Renacuajo, en la entrevista de final del 2021, su intención de repetir "para acabar todo el que hemos empezado". Boto será al frente de los socialistas y es el máximo favorito de la cursa, además de ser -de largo- el candidato más conocido. Solo la sobreexposición de su figura (que es un gran activo pero a la vez lo puede asociar a polémicas o crispaciones) puede jugarle en contra.

ERC, rápida

Fiel a su propia tradición, pero, es Esquerra Republicana de Cataluña la primera que instaura el alcaldable de forma oficial, pública y ceremoniosa. Joaquim Camprubí y Cabané, de 58 años, será el próximo alcaldable de ERC. "Me hace mucha ilusión liderar un proyecto colectivo que sea continuista del trabajo que hemos sido haciendo y que a la vez presente algunos aspectos renovadores", asegura a Renacuajo. El objetivo que se marca ERC por las municipales de mayo del 2023 es ambicioso: desbancar David Boto de la alcaldía de la capital del Maresme. Joaquim Camprubí es regidor del grupo de ERC al Ayuntamiento de Mataró y secretario de finanzas del partido a la ciudad los últimos 9 años. En una carta a la militancia previa a la asamblea que lo nombra, asegura que "Mataró necesita un nuevo impulso, desacomplexat, ambicioso e integrador" y subraya que "ha llegado el momento de liderar la ciudad y posarla al servicio de la ciudadanía y el país".

ERC es la primera de oficializar candidato: Camprubí sustituye a Teixidó

El histórico Francesc Teixidó deja a Joaquim Camprubí, regidor por segundo mandato al consistorio y encargado de la misión de intentar un 'sorpasso' que los republicanos creen posible. La expedición es de altura pero Camprubí es piloto e instructor de vuelo de helicóptero. Es de esperar que intente ganar proyección y conocimiento público, a partir de ahora, de bracet de Teixidó. El suyo es una cuenta a 15 para ganar visibilidad y generar sensación de posible alternancia.

El resto, todavía no…

En el resto de formaciones, el calendario no está tan avanzado. Los procesos de elección interna requiere en muchos casos de elecciones primarias con todo el que suponen. A priori, las fotografías de los cabos de lista podrían ser recicladas del último golpe. Tanto Alfons Canela al frente de Juntos cómo los dos regidores de En común Podemos Mataró Sergi Morales y Sarai Martínez cuentan para repetir y Cristina Sancho, portavoz de Ciudadanos al Ayuntamiento, espera instrucciones de la central barcelonesa del partido para intentar la misión difícil de mantenerse al Salón de Sesiones.

El baile electoral también tendrá pes para partidos que quedaron fuera del actual consistorio y que pueden devolver. Es el caso del PP o de Vox. En el caso de los populares viven ahora pendientes de la pugna entre dos candidatos para hacerse con la presidencia del partido a Mataró. Desde los tiempos de la guerra interna entre José Manuel López y Paulí Mojedano (política mataronina en VHS) que no había dos pretendiente a la presidencia del partido. Marco Antonio Fernández y Cristian Escribano buscarán el apoyo de la militancia a la próxima asamblea local el 7 de febrero. En las últimas elecciones municipales de Mataró, el 2019, todavía con José Manuel López de número 1 los dos candidatos fueron segundo (Fernández) y tercero (Escribano) de una candidatura que quedó fuera del consistorio. Resuelto el liderazgo interno, el cabo de cartel electoral será el siguiente aspecto a tratar.

El proceso de elección de candidatos es diferente a cada partido, con primarias en muchos casos

Al flanco izquierda, la CUP de Mataró trabaja en un proyecto de alcance que los permita recuperar presencia al Ayuntamiento de donde quedaron dolorosamente apartados el 2019. Habrá que ver si se busca guarecer a salto de mata y versos libres de la izquierda y la movilización a la ciudad. Y tampoco sería descartable otra candidatura del ámbito independentista: se diga Primarias o incluso el ultraderechista Frente Nacional.

Mucha atención al contexto y a las coincidencias

Este febrero se cumplen, también, 12 meses sin ninguna cita con las urnas. Es un lapso que no se había logrado en unos últimos tiempos convulsos. Cuando se miran la cita de las municipales, los partidos piensan en cómo afectará el contexto a la preparación y a la propia cita, en base a la participación. El ciclo del proceso independentista, de la recuperación económica y la propia Covid o incluso la posible coincidencia con elecciones generales pueden acabar siendo elementos mucho más claves para definir el futuro de Mataró que no si alguien presenta con uno u otro candidato. La volatilidad política es evidente. 15 meses son muy pocos para los partidos pero una eternidad para sus posibles votantes.