portada opinió Agapit
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Agàpit Borràs

La Estación de autobuses de Mataró

El arquitecto y urbanista Agàpit Borràs toma la palabra en este artículo de opinión en el debate sobre el transporte público y el modelo de ciudad de Mataró

Potenciar el transporte público es un elemento importante para recoser la ciudad y esto hoy es del todo necesario. Hay que hacer accesible el transporte público y equilibrarlo con paradas periféricas en los barrios y el Ensanche, introduciendo, además, una nueva línea en el Noreste, la 11.3 (Rocafonda, Cinc Sènies, Palau y Havana).

La esquina Ronda de la República y la calle Biada, "Can Fàbregas", permite situar una estación de autobuses dentro del Ensanche, junto con un aparcamiento de vehículos. Establece una buena conexión con el tránsito que llega desde la Vía Europa, con las Rondas, la Plaza Granollers y con un punto de entrada a las calles del Ensanche a través de la calle Biada, calle Sant Benet, calle Sant Josep, Riera, plaza del Ayuntamiento, plaza Gran y todo el centro histórico. Es un buen punto de llegada y de salida y permite mejorar la agilidad y la seguridad del transporte público. Podría continuar también la parada del bus en la plaza de las Teresas, pero reduciendo las frecuencias actuales por la seguridad y confort de los vecinos.

El Ayuntamiento debería agilizar debidamente y con eficacia la utilización del espacio previsto en su día para ubicar El Corte Inglés, que ahora está vacío, y situar allí una estación de autobuses.

Más allá de la mejora que supone eliminar de dentro del contexto urbano una excesiva frecuencia de autobuses - por el Torrent pasan unos 300 autobuses al día - la nueva estación de autobuses y también de aparcamiento de vehículos, permitiría iniciar unos recorridos de peatones que son de mucha utilidad para el tejido urbano del centro de Mataró, además de los otros aparcamientos ya existentes dentro del centro de la ciudad.

Los ejes de las calles Biada, Sant Benet, Sant Josep, Riera, plaza del Ayuntamiento y plaza Gran, y calles colaterales, son de una extraordinaria importancia para el tejido comercial y cultural de la ciudad. Los mercados de las plazas, los comercios, el patrimonio arquitectónico y la riqueza del subsuelo de la antigua Iluro situada en Can Fullerachs en la calle Pujol, así como los restos romanos situados bajo la plaza Gran y la plaza Xica, son unos elementos culturales que seguramente atraerían un número considerable de visitantes hacia el centro del Ensanche y esto generaría una fuerte vitalidad cultural y comercial que hoy le hace mucha falta a la ciudad de Mataró.

Desde el año 1993 estoy luchando por la recuperación de los restos romanos situados bajo la plaza Gran y la plaza Xica, y lo continuaré haciendo. Durante estos 30 años he obtenido documentos que acreditan la existencia de estos vestigios arqueológicos. El edificio de Can Cruzate, situado entre la plaza Gran y la plaza de los Ninots, detrás del Ayuntamiento, es un elemento estratégico que vale la pena trabajar. Su planta baja permite museizar elementos de la Iluro romana, el Cardo Maximus siguiendo el eje que pasa por los restos de Can Fullerachs en la calle Pujol y el acceso al sótano de la plaza Gran y la plaza Xica.

Habría que añadir, además, y esto lo dije en el acto de homenaje a nuestro querido pintor Santi Estrany, que en el nuevo edificio de la manzana de Can Cruzate, habría que reproducir, a menor escala, el magnífico esgrafiado de Estucats Alsina, que daba nombre a la plaza de los Ninots, obra emblemática de Santi Estrany.

El Ayuntamiento de Mataró debería iniciar ya los pasos necesarios para alcanzar estos objetivos que refuerzan la identidad cultural y económica de la ciudad y que pueden generar una pedagogía muy positiva para el resto de la comarca.

Todos estos datos los he dado al Gobierno Municipal durante los últimos 30 años, y lo seguiré haciendo. Aún estamos a tiempo. Recoser la ciudad, mejorar el transporte público y su seguridad dentro del tejido urbano, potenciar la cohesión social, el comercio, la cultura y el patrimonio arquitectónico, son objetivos que proyectan toda la ciudad hacia el futuro. No debería retrasarse esta estrategia.

A raíz del temporal Gloria del año 2020, el Colegio de Geólogos de Cataluña propuso que se trasladara la vía del tren del litoral al interior. El Ayuntamiento de Mataró debería hacer caso al Colegio de Geólogos y no participar en el proyecto de ADIF de invertir en la primera parte del proyecto 4 millones de euros en la nueva estación en el litoral. Hoy ADIF está actuando igual que el Estado Español en 1848: Biada quería pasar el tren por el interior del Maresme, pero el Estado eligió el litoral para evitar expropiaciones y reducir costes. Ahora hace lo mismo.

Hoy, trasladar el tren al interior, siguiendo los laterales del eje de la autopista, sería de mucha utilidad e iniciaría una estrategia de relación intermunicipal y nuevas centralidades, que hoy es del todo necesaria para la comarca del Maresme.

Me ha parecido oportuno hacer estas observaciones a raíz del debate sobre el transporte público. Mataró, capital del Maresme, debería favorecer el traslado del tren al interior, pero lamentablemente el Ayuntamiento ha procurado que este tema no se debatiera en los actos celebrados en 2023 con motivo del 175º aniversario del ferrocarril de 1848. Este no es el camino.

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