Mataró, con más de un centenar de figuras, es una de las ciudades más geganteres del país. Ya no es con solo que siempre que aparezca en Robafaves y el resto de Gigantes de Mataró la expectación sea máxima o que prácticamente cada escuela tenga su figura. También es que son bien pocos los fines de semana sin algún encuentro o pasacalle. Hay gigantes y gegantons de todo tipos, desde nuevos de fecha reciente a algunos de históricos. El que no hay, todavía, es un gigante adaptado para personas con diversidad funcional. Este es un agujero que ahora se quiere llenar.
De momento solo es un ruego de ERC al próximo Pleno Municipal, pero está para ver si será aceptado y qué recorrido tendrá. Que haya un gigante adaptado para ser llevado con silla de ruedas no es ninguna excentricidad ni invención: ya son diversos los municipios que han optado para hacer más inclusivas sus fiestas y séquitos con una figura de estas características,
"Por qué la persona que necesita una silla de ruedas tiene que tener vetado ser portadora de un gigante si se su deseo? No hay ningún requerimiento técnico que lo impida. Así en algunos pueblos y ciudades de Cataluña ya se han incorporado gigantes y otras figuras, cómo el Pop de Solsona e incluso otros con widgets que permiten también ser llevados por personas con diversidad sensorial, cómo en Martí de Premió o la nueva giganta que se está haciendo a Tarragona bajo la iniciativa "Fiesta para todo el mundo" En nuestra ciudad tendríamos que tomar ejemplo y seguir trabajando para tener una ciudad donde todo el mundo sea tenido en cuenta también en las celebraciones festivas", expone ERC en el ruego.
El que propone es que la creación de una figura de la ciudad y que pueda ser utilizada para todas las entidades que la necesitan y que se haga una presentación de esta.
Los antecedentes
El primer caso de un gigante adaptado es barcelonés: en 1988 la escuela de enseñanza especial Auxilia presentaba la primera (y hasta ahora, única) pareja de gigantes adaptados, en Quimet y la Quimeta. Los gegantons tenían la peculiaridad que se podían colocar encima de las sillas de ruedas de los alumnos, que los hacían bailar. Todo y el interés del proyecto, las figuras solo salieron un par de años.
No sería hasta el 2010 que un niño de Castellcir se hizo hacer un gegantó adaptado a su silla de ruedas. Esto despertó el interés por el tema y a Premià de Mar adaptaron un gigante: en Martí. La particularidad de esta figura es que, además de la silla de ruedas, incorpora unos indicadores luminosos y un sistema de megafonía en el interior, para personas con discapacidad visual y auditiva.
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