Impotencia mataronina contra las ocupaciones delictivas
Una tormenta perfecta propicia la actual explosión de casos: muchos pisos vacíos, legislación insuficiente, policía desbordada y unidad política de hojarasca
Cómo se llega a la situación actual?
"La situación es insostenible". "La policía está desbordada y frustrada". "Nos faltan herramientas para poder atacar el problema". Esta es la cruda realidad del fenómeno de las ocupaciones delicitives de pisos vacíos a Mataró . Son declaraciones del regidor de seguridad, del cabo de la Policía Local y del Alcalde. Y denotan que la problemática ha cogido una dimensión ante la cual la capital del Maresme se siendo impotente. Una impotencia de diferentes frentes, por los cuales los datos de los últimos meses han pasado por encima de las fuerzas de seguridad y los gobernantes. Pesan cómo una losa y las soluciones no son fáciles. El dato demolidora hecho público hace días de 40 ocupaciones al mes es ilustrativa del que pan mataroní de cada día. Y el mapa de datos que facilita la Policía Local también es representativo del alcance de las ocupaciones. Hay por todo y van además.
El patrón del que está pasando con las ocupaciones delictivas (ocupaciones negocio: personas que usurpan pisos para comercializarlos ilícitamente a expensas de personas desesperadas para encontrar techo) recuerda, salvo las distancias, con el que pasó hace diez años a Mataró con la estafa de las participaciones preferentes de los bancos. La estafa era global pero la concentración de casos por obra y gracia de Caja Laietana singularizó la ciudad cómo la capital del problema.
Con las ocupaciones pasa cómo con las preferentes: un problemático tendido que se concentra con gran incidencia a Mataró
Volviendo a la actualidad, la pregunta de por qué el fenómeno de las ocupaciones (compartido) encuentra tanta concentración en la capital del Maresme es pertinente. Y más allá de la compilación de casos, de la visión global de la ciudad (sí, Cerdanyola, Rocafonda y el Palacio son zonas más calientes al mapa de ocupaciones, pero se dan por toda la ciudad: veáis el mapa) y de apuntar con el dedo hacia aquellos ámbitos y responsabilidades que puedan posar freno.
El mapa de las ocupaciones, un fenómeno global a todo Mataró
Desde la creación de los datos de la Unidad de Convivencia y Civismo de la Policía Local de Mataró el 2017, el cuerpo recoge los datos de las intervenciones hechas. Son datos globales que reúne los casos consumados y las tentativas y que permiten hacerse en la idea del alcance territorial del fenómeno, que afecta toda la ciudad con peculiaridades cómo las urbanizaciones (donde hay muchos casos de ocupaciones para el cultivo de marihuana) o la concentración de casos al casco más urbano.
Las claves
1. Crecimiento repentino de casos
367 ocupaciones de enero a septiembre del 2021 han hecho saltar todas las alarmas. Son más que el total de usurpaciones de los años 2019 y 2020. A estas ocupaciones hay que sumar las 128 evitadas por la Policía Local, gracias a la colaboración ciudadana. Hay una auténtica explosión del fenómeno, que motivó que después de la última Junta Local de Seguridad tanto el cuerpo policial cómo los responsables políticos emitieran un tipo de SOS. El ritmo de entre una y dos ocupaciones consumadas al día revela la importancia del fenómeno.
2. La cantidad de pisos vacíos
Hay ocupaciones porque hay pisos vacíos. Es una obviedad que no se tiene que olvidar. Se sabe que la gran mayoría de pisos vacíos son propiedad de entidades bancarias que los mantienen cerrados, sin darlos salida. El Ayuntamiento presiona (con las herramientas que tiene) porque no sea así pero el margen de actuación es limitado: se ha dotado de una ordenanza y de planes de inspección para detectar y sancionar (con hasta 50.000 euros) aquellas entidades que mantengan el piso cerrado y no tomen actuaciones de seguro. El objetivo es que se movilicen en el parque de alquiler, si es social y asequible mejor. Los datos de expedientes abiertos y pisos serán públicas de aquí a pocos días pero es evidente que no hay bastante fuerza municipal.
3. Unidad política inocua
Todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Mataró se han unido a escala local para abordar la problemática. Lo han hecho en reiteradas mociones unánimes de los últimos tiempos, pidiendo la persecución de la reincidencia o cambios legales para perseguir los grupos o personas que hay detrás las ocupaciones. Esta unidad, pero, no trasciende más allá. El juego político hace que el gobierno cargue sobre Mozos (Generalidad de ERC-Juntos) la responsabilidad policial, mientras el resto piden cambios legislativos estatales, donde gobiernen PSOE y Unidas Podemos. No se ha repetido el que se hizo con las preferentes: un hipotético frente común mataroní a Madrid para pedir soluciones concretas al fenómeno no parece posible.
"No podemos hablar de mafias, son diferentes personas con un mismo modus operandi"
Joan Manuel Moyano, ninguno de la Unidad de Convivencia y Civismo de la Policía Local, posa en valor la colaboración ciudadana como clave para poder abortar el máximo de ocupaciones delicitives
Juan Manuel García Moyano es el cabo de la Unidad de Convivencia y Civismo de la Policía Local de Mataró. La unidad especializada al atender las ocupaciones. Una unidad especializada, con turno por la mañana y tarde a quien se le acumula el trabajo. Son los responsables de evitar un 40 % de los intentos de ocupación delictiva a la ciudad, según las cifras oficiales y también los que conocen mejor la situación del fenómeno. De hecho el propio policía asegura que "de ocupaciones hay muchas más, pero con perfiles no conflictivos y casos que no se denuncian y que por lo tanto no actuamos". Moyano reconoce que "profesionalmente estamos desbordados pero como policías tenemos que tener una alta tolerancia a la frustración. Tenemos más trabajo y tenemos que dar respuesta, articulando fuerzas y recursos. No caeremos en depresiones y seguiremos trabajando".
Moyano sale al paso del concepto de mafia, muy extendido pero que policialmente no se considera como tal. "No encontramos organizaciones criminales especializadas en ocupaciones, ni nosotros ni Mossos d'Esquadra: son personas que tienen un mismo modus operandi pero no se puede hablar de mafia", explica. La suya es una pulsión contra estas personas, un partido que se juega día a día y tarde a tarde. A cada intento de usurpación denunciado por vecinos o propietarios, la unidad se moviliza. Y no acaba en aquella actuación, el trabajo policial. Cada caso se sigue. Cada carpeta prosigue y el trabajo no se acaba. Trabajo de frente office y back office, dicen.
"Necesitamos que nos avisen rápidamente para poder detectar flagrància de las ocupaciones"
Quién hace el negocio y quien paga por un piso
Moyano tiene muy identificados los diferentes perfiles de las personas que protagonizan las ocupaciones negocio y también de las personas que entran a vivir a los pisos comercializados por estas. "Entran a vivir personas necesitadas que han pagado hasta 5.000 euros a una persona que los ha garantizado un piso. Es una doble estafa protagonizada por un usurpador que ya no hace la patada a la puerta, entra por ventanas, balcons, azoteas o patios. Sabe muy bien donde entra". La unidad entra en juego si hay aviso o denuncia. "Nosotros podemos abortar cuando la usurpación es flagrante y cuándo no es residencia. Por eso es muy importante que se nos avise el más rápido posible para evitar ocupaciones que acaben generando problemas de comunidad y convivencia", dice. La colaboración ciudadana, las alarmas y otras medidas de seguridad son claves, explica, para poder cumplir con el doble criterio que faculta la Policía Local de actuar.
El cabo de la unidad especializada se añade a las demandas de un cambio legislativo y de más recursos policiales una reivindicación de la tarea que hacen: "Nosotros resolvemos conflictos, no somos infal·libles pero actuamos hasta allá donde podemos llegar". Y posa el foco sobre los diferentes actores de la actual situación: "las personas que hacen la usurpación son de aquí, no venden de fuera". Respete los bancos, propietarios de la mayoría de pisos ocupados asegura que "se están espabilando en medidas cómo las alarmas, que son muy importantes" y hace un llamamiento a todo tipo de propietarios de pisos vacíos "a asegurarlos bien, del todo".
Una propuesta de cambio legislativo olvidada en un cajón
La propuesta de modificación de la ley surgida hace un año del Colegio de la Abogacía de Barcelona no ha tenido recorrido político
Cuándo todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Mataró piden "cambios legislativos" o cuando el propio cabo de la Policía Local dice que con el actual marco se sienten ligados y frustrados para no poder hacer más contra las ocupaciones ni unos ni otras no están pidiendo la luna. De hecho, cuando Mateo Sánchez pidió "poder echar los ocupas en 48 horas" el que hacía es recuperar una propuesta que hace más de un año que se presentó y que lleva denominación de origen mataronina. Una idea de modificación legal, un artículo añadido, que el Colegio de la Abogacía de Barcelona (con el mataroní Julio Naveira al frente) presentó hace más de un año y que prácticamente no ha tenido recorrido político. Es una propuesta de cambio legislativo que está olvidada en un cajón.
"No hay voluntad política para salirlo adelante. El problema de las ocupaciones es un problema legal en el que el Sido tiene que actuar y no lo hace. El Estado falla dos golpes: falla porque no tiene vivienda social y falla porque permite las ocupaciones. El problema no son los jueces, es el procedimiento legal. Hace falta una ley clara y nosotros proponíamos un cambio en la línea otras lesiglacions europeas pero no se nos quiso hacer caso", explica el propio Naveira.
'El artículo Mataró' se ampara en otras legislaciones europeas para poder expulsar los ocupas en 48 horas
El que propone la modificación
El abogado mataroní í el resto de comisión de normativa de la ICAB presentaron la propuesta de modificación del artículo 544 bis de la Ley ley de enjuiciamiento criminal y la modificación del artículo 13 de la misma ley. Proponían que ante las ocupaciones ilegales "el juez o tribunal adoptará motivadament la medida de desalojo en el plazo máximo de 48 horas desde la petición cautelar" siempre que los ocupantes "no exhiban el título jurídico que legitime la permanencia en el inmueble". Es exactamente el mismo que pide la Policía Local de Mataró.
"Con la actual legislación, los ocupas saben que si entran a un local o una vivienda propiedad de una entidad y no de una persona, tardarán dos o tres años a poderlos echar. La actual ley faculta la expulsión en tres o cuatro meses solo si se acredita la ocupación y si el titular es un particular: nosotros proponemos que se trate los pisos por igual porque actualmente la ley es una txapussa: deja fuera a los pisos de bancos, promotoras o constructoras, que son los que concentran el 95 % de las ocupaciones", explica Naveira.
A pesar de que a Mataró la propuesta de modificación sí que tuvo apoyo, en más de un año no ha ido más allá de forma que Naveira se muestra poco confiado que finalmente se active.