La Plaza de Santa Anna, a la yema del huevo del Centro de Mataró, ha empezado a cambiar a partir de este lunes 15. Desde primera hora se han iniciado las obras de renovación completa del pavimento de la plaza que se tienen que alargar hasta el verano, cuatro meses. Las losas desgastadas se irán sustituyendo por piezas del mismo material que la Riera. Y los trabajos de sustitución, que siempre suponen alguna incomodidad temporal, ya han empezado.
Operarios, maquinaria, tragí de material y ruido de obras son los nuevos protagonistas de la Plaza de Santa Anna y la Rambla. El Plan de Impulso del Centro dispone y el Ayuntamiento ejecuta: se trata de dejar todo el espacio a un solo nivel, de dotarlo de más amabilidad urbana con el verde de jardineras y la comodidad de nuevos bancos. Un tipo de lifting urbanístico a uno de los espacios más concurridos de Mataró.
Las obras que ahora empiezan se realizarán en dos fases. La primera afecta la Rambla, entre la calle Santa Teresa y el Camino real, tiene una duración estipulada de dos meses e incluye la renovación de la red de abasto de agua potable entre las calles Montserrat y Santa Marta. La segunda fase, que afectará la zona central entre la calle Santa Teresa y la bajada de Santa Anna, también durará dos meses. De este modo se espera que de cara en julio todo el pavimento esté cambiado. Si se cumplen los cuatro meses anunciados, nos situaríamos al 15 de julio, día arriba, día abajo. Hasta entonces habrá trabajo, operarios y partes de la plaza pata en alto. Toda la operación vale 272.000 euros.
Mismo material que la Riera
Las losas desgastadas del pavimento de la plaza se cambiarán por piezas de piedra granítica natural, la misma que ya hay a los laterales de la plaza y a la Riera. Dice el Ayuntamiento que este material "ha demostrado ser más resistente que el que hay en el centro de la rambla y la Plaza". La nivelación de todo el espacio es el otro detalle de la operación. El proyecto también prevé la instalación de cuatro bancos nuevos y dos jardineras ornamentales a la plaza de Santa Anna, que tendrán continuidad con la instalación de 73 jardineras a La Riera, desde la plaza hasta el edificio de La Prisión.
Afectaciones a las terrazas
Que los trabajos jorobarán a los operadores de la zona es conocido. El Ayuntamiento, pero, asegura que intentará que las afectaciones sean el mínimo posible para las terrazas de los bares y restaurantes. Todavía se están estudiando diferentes alternativas, pero una de las posibilidades es permitirlos ocupar temporalmente otras espacios, como por ejemplo una parte de la zona de la acera. La circulación de los peatones por los laterales se mantiene igual, así que el acceso a los comercios no tiene que sufrir ninguna restricción.
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