Mataronines y mataronins: el año que viene no habrá otra subida de impuestos. Los planes del gobierno municipal por las ordenanzas fiscales pasan para congelarlas después de la subida de los dos darres años, no exenta de críticas y contestación, cuando el gobierno subió la palanca del IBI un 6 %. El 2022 este y el resto de impuestos locales se congelarán gracias a la inyección económica de subvenciones procedente otras administraciones. El gobierno, además, prevé que a un 2022 mejor económicamente lo suceda un 2023 similar. Spoiler: de aquí a un año se prolongará la congelación y los impuestos no subirán en lo que queda de legislatura.
Juan Carlos Jerez es el regidor encargado de preparar las ordenanzas y los presupuestos y quienes ha visto cómo "se confirman las mejores previsiones que hacíamos y se han resuelto muchas incógnitas de manera favorable". Qué quiere decir esto? Que el Ayuntamiento ha visto que llegaban subvenciones y programas del Estado, la Generalitat y la Diputación, como la economía se recupera, la pandemia remite y el margen de los Ayuntamientos para disponer de sus recursos se mantendrá. Todo esto permite la congelación de impuestos y que Jerez pueda ser optimista: "el que vamos sabiendo confirma ingresos y buenas noticias por el 2022 y el 2023". De aquí el spoiler, se entiende.
Más dinero que permitirán más presupuesto
Todos los grupos municipales ya tienen el anteproyecto de ordenanzas que, este año sí, se podrán debatir conjuntamente con el presupuesto municipal por el que antes de Navidad tendrían que estar los dos elementos aprobados. Jerez recompta algunas de las subvenciones confirmadas que permiten en el Ayuntamiento mantener la presión fiscal para el año próximo. 1,4 millones del Estado para enjugar el déficit de Mataró Buzo, un fondo Feder dotado por la Generalitat de más de 3,4 millones por gestión sostenible de residuos o 700.000 euros de la Diputación por gastos Covid son como la lluvia cuando hay sequía por el Ayuntamiento. También son buenas noticias que el Estado seguirá dejando movilizar el remanente por gasto o que las participaciones en los presupuestos del Estado también tensarán arriba. Más dinero, más presupuestos.
"Del mismo modo que el año pasado tuvimos que subir el IBI por solidaridad, para mantener ingresos ante la Covid vemos cómo de cara al 2022 no hará falta por el nivel de ingresos que tenemos garantizado", explica Jerez que aún así avanza que "seguiremos trabajando para encontrar fórmulas para reducir el gasto ordinario del Ayuntamiento". El próximo presupuesto, por ejemplo, será el último municipal que tendrá que soportar el Miquel Biada antes de que el instituto se transfiera a la Generalitat. La anunciada revisión del catálogo de servicios municipal no es cosa pasada: el gobierno insistirá.
La congelación de ordenanzas fiscales tiene como únicas excepciones dos precios públicos que suben, los de cementerios y el del Sorrall y la creación de nuevas tasas a la retirada de vehículos de movilidad personal y estacionamiento de estos a la vía pública en los casos de explotación comercial.
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