Muere Joaquim Llorens, expresidente del Centre Catòlic de Mataró

Joaquim Llorens Cabot, expresidente de Sala Cabanyes y el Centre Catòlic murió en Mataró el martes 2 de diciembre, de forma repentina. Llorens, de 88 años, ha sido uno de los dirigentes históricos de la entidad y también presidía el Patronato de la Sagrada Familia, la entidad matriz del propio Centro Católico. Las exequias se celebrarán este viernes, día 4, a las 10:00h de la mañana en Sant Josep.

Joaquim Llorens es una persona sin la cual no se puede entender el que ha estado durando las últimos décadas toda la actividad del Centro Católico, y por tanto también todo el que es en la actualidad. Mataroní de pies a cabeza y miembro de Sala Cabañas, donde subió al escenario e hizo todos los papeles del auca, forma parte de una alcurnia de intérpretes de varias generaciones, padre de la también expresidenta de la Sala Imma Llorens y abuelo de la actriz Clara De Ramon, por ejemplo. Siempre se ha mantenido vinculado a toda la actividad teatral, educativa y social en el entorno del Centro Católico de Mataró.

El gran valedor de la escuela Balmes

Llorens era uno de los máximos responsables de la escuela Balmes, en la que había cursado estudios de pequeño (en la antigua escuela de Cal Señor Benet) y se lo considera uno de los responsables directos del mantenimiento y renovación de la apuesta para mantener este centro concertado como una de las patas esenciales del Centro Católico de Mataró. Llorens fue el artífice de cuuidar el centro y mantener el espíritu de atención a gente humilde que había vivido de alumno.

Papel clave en la operación del Café Nuevo

Llorens también fue una de las firmas que sellaron el acuerdo del Café Nou, que permitía resolver a nivel de ciudad el lío histórico del patrimonio de las antiguas cooperativas que era propiedad del Centro Católico. Como Presidente del Patronato de la Sagrada Familia, la entidad matriz del Centro que reúne precisamente a los exmandataris de este, Llorens formó parte de la solución a un callejón sin salida histórico y selló con el Ayuntamiento el acuerdo que posibilitó por un lado la movilización pública del Café Nuevo y el Patio de este y a cambio, también, el seguro del futuro de la Sala y el Centro Católico pudiendo afrontar obras integrales de refuerzo de cubiertas.