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La música más alta tal y cómo sonaba hace un siglo

Las campanas de Santa Maria vuelven a lugar a punto para Les Santes y los campaneros recuperan la manera de repicar tradicional catalana

patrocini Finques Guillem Santes

2024 ha sido el año de las campanas en Mataró, al menos en la primera mitad del año Después de años de preparación, entre marzo y julio se ha llevado a cabo la parte más visible de un ambicioso proyecto de restauración funcional del campanario de Santa María. El resultado de todo el proceso será visible, o mejor dicho, audible a partir del toque de Novena y especialmente cuando, en el corazón de la fiesta, los mataronenses estén pendientes del Barram o de otros repiques singulares de Les Santes.

El pasado sábado 13, en el único fin de semana entre el retorno de las campanas y el inicio del calendario de repiques de la Fiesta Mayor, los campaneros de Santa María dieron una clase: una formación de emergencia con parte teórica y práctica para poder repicar para Les Santes. Desde marzo no podían tocar las campanas y desde entonces las cosas han cambiado mucho. La razón es simple y se basa precisamente en mejorar el sonido de las campanas.

La restauración que se ha hecho tiene como objetivo que el campanario como instrumento suene mejor y que, dado que está documentado cómo era y cómo se repicaba en 1927 -gracias a un documento de gran valor de Mossén Colomé- ahora se pueda hacer posible este paso. Dicho de otra manera, a nivel patrimonial y con criterio histórico, las campanas de Santa María se disponen a revertir las pérdidas que supusieron la Guerra Civil y las malas intervenciones hechas en el campanario.

Les campanes ara es toquen amb corda. Foto: Campaners de Santa Maria
Las campanas ahora se tocan con cuerda. Foto: Campaneros de Santa Maria

Les Santes: recomenza el camino

Estas Santes, por tanto, valdrá la pena prestar más atención a las campanas. A partir de este documento de 1927 y adaptando lo necesario, se repicará en todos los momentos que lo requiera la Fiesta Mayor, desde la Novena al toque de Oficio, la procesión o el propio Barram. Serán los mismos momentos pero el sonido será diferente. Las nuevas campanas lo posibilitan y el criterio histórico lo recomienda. "El toque será diferente, pero igual de alegre", advertía a la ACN una de las campaneras de Santa María, Fàtima Soler.

Hasta ahora los campaneros tocaban las campanas haciéndolas girar con la mano, mientras que el toque tradicional que se hará a partir de ahora es con cuerdas y la campana no gira sobre su propio eje, sino que bascula de un lado al otro. Solo esto ya hará diferente la sonoridad de los bronces. También condicionará el repique el material de los nuevos contrapesos, que ya no son de hierro, sino de madera. "Las vibraciones que transmite la madera son diferentes", explica Fàtima Soler. La campanera dice que la intervención en los bronces, que se han pulido, producirá un sonido más "limpio".

El histórico grupo de campaneros se ha puesto al día y se prevé que a partir del otoño se realicen nuevas formaciones del ‘nuevo’ toque tradicional en las que pueda participar toda la ciudadanía y que más personas se puedan incorporar como campaneros. En este sentido, Soler destaca que en el proceso de recuperación de las campanas ya hay muchas personas que han manifestado su “aprecio” por los bronces de Santa María: “Nos ha sorprendido mucho la expectativa. Ha sido todo muy intenso”.

Una historia que se remonta a la Guerra Civil

Con el estallido de la Guerra Civil, las campanas de Santa María de Mataró se fundieron para hacer armamento y el campanario no se recuperó completamente hasta 1954, con las mismas campanas que hay actualmente. Desde principios de los 80, el grupo de campaneros que impulsó y lideró el añorado Lluís Hugas Roca ha mantenido en la ciudad los toques manuales, de manera ininterrumpida hasta el pasado marzo, cuando las campanas litúrgicas bajaron, se fundió una nueva Carme y este julio se han vuelto a instalar en el campanario.

Tanto la llegada con el descubrimiento, como la exposición de los bronces y los actos de presentación han sido un fenómeno de público con miles de personas aprovechando la oportunidad histórica de ver las campanas a ras de suelo. Especialmente emotivo fue el acto de ‘descubrimiento’ de las campanas dentro de Santa María. Cada una la presentaron familiares de Hugas y personas relacionadas con el proyecto. El descubrimiento de las campanas consistió en desvelar el resultado de la restauración una a una. La Miquela fue la primera, seguida de la Montserrat, la Juliana y la Semproniana. Eran las restauradas, las que parecen nuevas pero no lo son por el color brillante del tratamiento. Al final fue el turno de la campana nueva, la Carme, la de mar. La descubrieron el rector de Santa María Jaime Moyà y sus dos padrinos, Mercè Castells y Miquel Cabré. Fue el momento culminante.

El día 7 se presentaron las campanas y se bendijo la nueva Carme y se repicaron por primera vez en la misma Plaza de Santa María. Después de 6 horas de trabajo el martes 9 y con unos tañidos de la nueva campana de mar se acababa buena parte del trabajo hecho.

El retorn i instal·lació de les campanes. Foto: R. Gallofré
El regreso e instalación de las campanas. Foto: R. Gallofré


Tienen que sonar mejor

Además de la intervención física que se ha hecho más visible, uno de los aspectos más importantes de la restauración son los cambios en la sonoridad del campanario. “No se hace para que sean más bonitas, es para que el instrumento suene mejor”, resalta uno de los mayores expertos en campanología del Estado, el antropólogo Francesc Llop. Llop, que también es campanero de la Catedral de Valencia, asesora al Museo-Archivo de Santa María y a los Campaneros de Santa María en todo este proceso. Asegura que hasta ahora las campanas de Santa María “ni tocaban al estilo tradicional, ni hacían música; hacían el más alto ruido”. Con la actuación que se prevé para las próximas semanas se intentará que vuelvan a ser un “instrumento de música tradicional”.

El principal cambio consiste en la manera de tocar las campanas. Actualmente un grupo de campaneros voluntarios, que ha mantenido vivo el toque manual desde principios de los 80, hace girar las campanas con la mano, mientras que el toque tradicional es con cuerdas y la campana no gira sobre su propio eje, sino que solo bascula de un lado al otro. Como máximo lo que se hace con la campana es lo que se llama ‘llevarla a sentarse’ que consiste en voltearla por completo, con la boca hacia abajo y el bronce hacia el cielo. Desde este punto se puede dejar caer y el sonido, con la vibración de toda la campana, va amansándose. Los nuevos repiques jugarán con el volumen y el ritmo y se irán definiendo a partir del documento histórico y de la práctica. Se calcula que se puede tardar unos tres años en hacerlo completamente.

LAS CLAVES

  • Las campanas han vuelto a tiempo para repicar para Les Santes
  • Se recupera el repertorio y sistema de repique de hace un siglo
  • La sonoridad del campanario como instrumento ha de mejorar
  • Los campaneros buscan nuevos miembros, después del verano
  • Todo el proceso ha contado con un amplio seguimiento popular

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