Hace pocos días se viralizó una fotografía que compartió el padre de Lamine Yamal en las redes sociales, donde se veía a Lionel Messi jugando con un bebé (Lamine) en una bañera, una imagen que se hizo para el calendario benéfico del diario Sport. Primero pensé en la coincidencia. Sin embargo, y esto es un hecho, a medida que uno se hace mayor, cree menos en las casualidades y más en las causalidades.
Lamine Yamal Nasraoui Ebana nació el 13 de julio de 2007 en Esplugues de Llobregat. Hijo de padre marroquí y madre de Guinea Ecuatorial, Yamal se crió en el barrio de Rocafonda, en Mataró. Defiende los colores del Barça (está en el club desde los 7 años) y de la selección española, con la que ha sido una revelación y una figura clave para el triunfo de “la roja”. De hecho, en el partido de semifinales contra Francia, se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol en este torneo, con 16 años.
Desde el momento en que Lamine Yamal comenzó a ser el centro de la atención mediática, reivindicó Rocafonda. De forma especial, cada vez que marca un gol, hace el gesto del 08304, el código postal que muchos mataronenses, como servidor, compartimos. Esto, de rebote, ha hecho que Rocafonda esté en boca de muchos medios y columnistas. El periodista David González hizo una excelente crónica en El Nacional y lo describe como “uno de los barrios que nutrían de trabajadores el pulmón industrial de la capital del Maresme, especialmente el textil”. Desafortunadamente, poco o nada tiene que ver con aquel barrio trabajador de los setenta, sino que el alto índice de pobreza, el choque cultural, los narcopisos, robos y ocupaciones, hacen que se viva un deterioro continuado desde hace tiempo.
Las últimas actuaciones de cierta relevancia por parte del municipio han sido la rehabilitación de la plaza Joan XXIII y la reurbanización de la Ronda Cervantes. El resto, dedicar recursos para la rehabilitación de viviendas, instalación de ascensores incluida, y para programas sociales. De las inversiones ya hace unos años y las últimas noticias en este sentido no han mejorado.
Este abril la Generalitat anunciaba que dejaba fuera a Mataró del proyecto ‘Barrios con futuro’, una fase piloto previa al despliegue de la nueva ley de barrios. Si bien el Ayuntamiento tiene poca capacidad inversora en el ámbito de arreglos urbanísticos, tan necesarios para el barrio, más allá de la escenificación de la queja, no tiene proyecto para el barrio de Rocafonda, hecho que, por ejemplo, se puso de manifiesto por la gestión del solar de la antigua escuela Menéndez y Pelayo. Un espacio en un punto estratégico de la ciudad, bien conectado a través de la Ronda Alfonso X el Sabio, a caballo entre los barrios del Eixample, Rocafonda y el Palau-Escorxador, y que significó una buena oportunidad para planificar equipamientos necesarios para estos barrios. La propuesta del alcalde Bote, sin encomendarse a nadie y siempre acomplejado por la presión de la ultraderecha, fue hacer una comisaría. ¿Resultado? Un aparcamiento.
Sin embargo, las oportunidades vienen cuando menos te las esperas; esta sí que el gobierno municipal no la ha desaprovechado para recogerla y hacerla suya. Final de la Eurocopa con un jugador de Mataró. ¿Qué más podemos pedir?
En la sociedad del eslogan, la imagen y la inmediatez, ¿quién quiere planificar nada cuando fácilmente podemos atribuirnos el éxito de que el jugador referente del campeonato sea de Mataró?
No soy fan de “la roja”, no apoyaré a la selección de un país que me niega el derecho a poder tener la mía, pero tampoco seré tan mezquino como para no admitir el valor de ver la bandera de mi ciudad delante de todos los focos en Berlín. Es importante saber aprovechar los pocos momentos en los que podemos poner el nombre de Mataró en el exterior, pero más importante aún es poder darle continuidad al éxito de un joven mataronense a través de un planteamiento político y social firme y decidido en el barrio de Rocafonda. Más allá del eslogan y la imagen -elementos fugaces- Rocafonda requiere mirada larga.
La frase “pan y circo” proviene de la época de la República Romana, cuando el Senado romano decidió ofrecer alimentos a precios bajos y espectáculos gratuitos para controlar a la población y mantenerla distraída. Con el despliegue de la pantalla gigante en el Parc Vell este pasado domingo, en Mataró se dio pan y circo al ciudadano. Haremos las preguntas pertinentes en cuanto a costos y valoraciones, pero lo más importante es que si, realmente, el hecho de que Lamine Yamal sea de Mataró no es ninguna coincidencia ni casualidad, como tampoco lo fue la fotografía en la bañera con Messi, es necesario que hagamos algo más que dar pan y espectáculo al pueblo. Es necesario que pongamos en relieve este hermanamiento y nos volquemos políticamente en hacer de Rocafonda un mejor barrio para su gente.
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