Capgròs
"Antes, todo esto eran huertas", recuerda Quim Navarro. El bullici del barrio del Plan de en Boet, con edificios de viviendas de hasta 10 plantas, tres escuelas, la comisaría de los Mossos d'Esquadra, los polígonos industriales y la expansión al TecnoCampus y La Ringlera, hace que hoy sea difícil imaginar que este paisaje, no hace muy más de 40 años, estaba dominado por masías como la que mujer nombre a la zona. Navarro es arenyenc, pero ha vivido toda la vida en el Plan de en Boet, ha sido durando muchos años al frente de su reivindicativa asociación de vecinos, y hoy preside el A. E. Boet Mataró, uno de los clubes deportivos más importantes de la ciudad. La ampliación del pabellón Eusebi Millán, donde el club tiene la sede, es una de las noticias más positivas del barrio en los últimos años.
Pero el gran hito del Plan de en Boet es haberse sacado la mala fama de sobre. "Éramos un barrio problemático, sí, pero sufríamos sobre todo un problema de estigmatización, todo el quepasaba se magnificaba y la gente de fuera pensaba que esto era la selva", constata Navarro. La creación por parte de las autoridades franquistas del 'Polígono Espartero' comportó que, casi en medio del nada, surgiera un nuevo núcleo de viviendas grande parte de los cuales de protección oficial, que dieron cabida a muchas familias en una situación socioeconómica complicada. Durante los años 80 y parte de los 90 el barrio cayó en la marginalització, con problemas de delincuencia y drogas. Las mismas calles que eran percibidos como un lugar a evitar, hoy atraen familias jóvenes que ven el Plan de en Boet como un buen lugar donde ir a vivir. "El barrio se ha reconducido", apunta el presidente del AE Boet Mataró. El 'polígono' nació con graves problemas pero también con bastantes virtudes: espacios verdes, zonas exclusivas para peatones, aparcamiento en superficie, tres centros educativos... Y a 10 minutos andando del centro de la ciudad; cómo dice Navarro "somos a tocar de plaza de Cuba, y hoy mucha gente nos entiende como una prolongación del Ensanche".
Muchos vecinos constatan que la apertura de la comisaría de los Mozos, en 2002, tuvo mucho que ver en esta "reconducción" del barrio y de sus problemas de seguridad, pero otros factoreshan tenido pes. El trabajo cívico y social de las asociaciones del barrio –vecinales, deportivas y educativas- y la apertura de equipamientos como por ejemplo el Centro Cívico y la escuela cuna El Tabalet han ayudado a dotar el Plan de en Boet de vida propia. Y a pesar de que la conexión con este nuevo sector todavía no es bastante buena, el desarrollo de La Ringlera, con el TecnoCampus y los nuevos edificios de oficinas y de viviendas ha abierto una puerta más porquecorra aire. La presencia de población inmigrada es elevada, pero como Navarro pone de manifiesto, "no se hace sentir de una manera tan notoria cómo en otros barrios". La población es ahora mucho más heterogénea, algo que atrae nuevas tipologías de negocios y establecimientos impensables hace dos décadas.
En el barrio, pero,queda mucho trabajo para hacer. Los vecinos reclaman más espacios públicos y de encuentro, la remodelación más que necesaria de Ronda Francesc Macià, un mayor control sobre la zona de ocio nocturno del polígono para evitar las incomodidades que genera entre los residentes, y la conexión urbanística del barrio con el mar.
Los puntos clave del Plan de en Boet
La comisaría de los Mozos Los problemas de seguridad y de convivencia que daban mala fama al Plan de en Boet son cosa del pasado, y hoy el barrio es mucho menos conflictivo. Hay quién lo atribuye a la apertura de la comisaría de los Mozos en este sector.
Los pasajes El Plan de en Boet y lo suyas calles peatonals se fundaron a los años 70 como 'Polígono Espartero', con edificios de viviendas de protección oficial que atrajeron población de perfil socioeconómico bajo. Hasta finales de los 90 fue un barrio bastante problemático.
La Ringlera Desde la Torre de Ahora hasta el TecnoCampus, se elevan los edificios universitarios, de viviendas y oficinas que han convertido este sector en un polo económico y de conocimiento de Mataró. El reto es conectarlo urbanísticamente con el resto de la ciudad.
Polígonos industriales Grande parte de la industria mataronina, y también el ocio nocturno, se concentra en este sector, que ha recibido una inversión de 2 millones de euros para potenciar las empresas y mejorarlo urbanísticamente.
Polideportivo Eusebi Millan Desde su fundación ha sido uno de los grandes espacios aglutinadors del barrio, muy importante a nivel social. La nueva pista exterior cubierta, inaugurada hace dos años, lo ha dotado de 2.000m2 nueces. Es la sede de la AE Boet Mataró, uno de los grandes clubes de la ciudad.
Cuatro retos del Plan de en Boet
El barrio ha mejorado ostensiblemente en los últimos años en materia de equipamientos, de seguridad y de bienestar, pero no se ha beneficiado de las políticas de renovación urbanística que si se han aplicado a otros sectores. El aspecto de sus calles y plazas sigue siendo, esencialmente, el mismo que ahora hace 30 años.
Transformar la ronda Francesc Macià La arteria principal del barrio necesita, tal y cómo reclaman desde la asociación de vecinos, una profunda remodelación urbanística que la transforme en un bulevar, con menos espacio para los coches y con aceras más amplias que favorezcan el paseo y la actividad social y comercial. ç
La gestión del ocio nocturno El polígono del Plan de en Boet ha acontecido uno de los polos del ocio nocturno del Maresme y el área Metropolitana. Pero los vecinossufren las consecuencias: ruido procedente de las discotecas, incivismo de los usuarios, suciedad... Y exigen un mayor control de la situación.
La conexión con el frente marítimo El Plan de en Boet se encuentra, geográficamente, muy cerca del frente marítimo. Pero hoy en día no está conectado con el mar. El estado actual del sector Iveco-Pegaso y el polígono de Balançó y Boter, pendientes de urbanizar, genera una barrera que aísla el barrio por la banda del sur.
Desarrollar los espacios públicos Si hay algo que carece en el barrio, son espacios públicos y de encuentro. La plaza Asamblea de Cataluña se encuentra muy degradada y zonas como La Pollancreda (nada más triste que un parque sin árboles) y los entornos de Clos Arqueológico esperan una reforma urgente.
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