Capgròs
Empieza un nuevo curso escolar, las aulas se vuelven a llenar, la algarabía alrededor de los centros a las horas de entrada y salida volverá a ser evidente, alumnas, docentes y familias vuelven a la rutina de los próximos meses… y la Covid sigue siendo, pero está algo menos. Todo el mundo coincide que el más destacado del curso que empieza es que será "más normal" en el sentido de asemejarse algo más al que era la normalidad educativa antes de marzo del 2020 y mirar de olvidar algunas de las medidas más estrictas que marcaron el histórico curso que acabó el junio pasado. Parece que haya pasado mucho y tan solo ha sido un verano, unas vacaciones. El Lunes día 13 es el día de santo regreso.
La normalización de la situación, bono y estar todavía en plena pandemia, tiene que permitir en las escuelas y a sus protagonistas (alumnos y profesorado) de respirar algo más, y nunca mejor dedo. A pesar de que el retorno en las clases y la recuperación llena de la presencialidad mantiene con la ay al coro a las autoridades sanitarias por si puede propiciar repuntes en la afectación de casos (más movimiento, más interactuació, más horas plegados…. son factores de riesgo evidentes) en el ritual de cada día de lunes a viernes se notará que la situación es mejor. Ya no se tiene que tomar la temperatura a las puertas y se flexibilizan los protocolos de acceso. En los patios se pueden mezclar grupos burbuja y cuándo no se mezclen o cuando se haga deporte la mascareta podrá decaer. Se volverán a ver sonrisas a la escuela.
Menos confinamientos obligados si se está vacunado, más margen de maniobra (cómo poderse duchar después de educación física) o respeto las actividades y colonias son otras novedades que redondean esta sensación de "mayor normalidad". No son paso poco los docentes y miembros de equipos directivos que lo perciben cómo un "regreso a la educación" después de un año con demasiados esfuerzos y dolores de cabeza destinados en elementos externos a la formación.
A todo esto hay que añadir el papel clave que ha tenido la educación en todo este tiempo, el papel indispensable que hace la escuela a la sociedad, la importancia de cada retorno a empezar. 18.442 alumnos empiezan curso a Mataró (que pueden ser más, gracias a la matrícula viva) de forma que la noticia que todo vuelva a empezar afectar con el nuevo curso afecta y se hace notar a la mayoría de familias. Que sea un buen curso.
Las principales medidas
- Organización del alumnado en grupos burbuja, cómo el año pasado
- Uso de la mascareta obligatoria a partir de primaria, la higiene de manso o las pautas de ventilación
- Relajación de los protocolos a los patios: se podrán reunir los alumnos de un mismo grupo burbuja sin mascareta ( tienen que llevar si interactúan con otro grupo)
- Todos los alumnos con pauta completa de vacunación no se tendrán que aislar aunque sean contacte estrechado
- Alumnos no vacunados tendrán que hacer cuadragésima en casa y seguir las clases telemáticamente
- Mismos protocolos que el curso pasado a comedores, transporte escolar y colonias
- Se flexibiliza las entradas de los familiares: pueden entrar a los centros y acompañar los niños en el aula
- Se pueden celebrar reuniones con las familias
- No habrá que tomar la temperatura a los estudiantes, pero se mantienen entradas y salidas esglaonades.
- Actividades extraescolares están permitidas con un máximo de entre 10 y 15 alumnos.
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