Si te dicen que un grupo que se llama Cookah P & Boom Boom Fighters es de casa nuestra, quizás piensas que la globalización ha ido un poco demasiado allá. Después piensas en que por ejemplo los The Tyets nadie sabe muy bien cómo se llaman y piensas que son los signos de los tiempos. Pero hoy de quien toca hablar es de este nombre que el primer golpe que lo lees parece las letras del paraulògic desorganizadas pero que poco a poco van siendo de la familia. Y a la familia de la música maresmenca hay novedad.
Los Boom Boom Fighters acaban de publicar su segundo disco: Confit. Por la gente de edad y tradiciones, los confits (peladillas) son uno de los elementos más esperado de bautizos y comuniones pero por la juventud la cosa es más metafórica. Confit es el disco, también el último single publicado (que si lo escuchas quedan enganchado en el "Confit, no es ácido ni speed" de la tonada) y es la arma con la cual el grupo hace la pasa larga para subir a la primera división de la música de aires y humos jamaicanos hecha al país. Si con un disco y casi sin promo llegaron a hacer una gira notoria, este año con Confit, la potente 'Propaganda por el hecho' asumiendo el management y la creciente requesta del género, el éxito parece una consecuencia bastante plausible de lograr.
De Mataró y del Ampurdán
El grupo se define a si mismo en una de las canciones del disco: "One from Ampurdán, two from Mataró: en cuestión de ritmo tenemos plug y conexión". Sirva el verso y el aiguabarreig de lenguas y códigos lingüísticos para entender qué hace especial este grupo y su propuesta. El tal Cookah P es un cantante que ha picado mucha piedra (en sentido metafórico, diremos) cantante a sound systems y se conoce el ambiente, el mundo y la musicalidad jamaicana en profundidad. Del reggae canónico al rocksteady, el ska al dancehall, al que estira todo el que canta con una voz nasal y un ritmo chasqueando propio de este género. Él es quien canta y los dos mataronins, en este caso, en "Dubmas selector" y en "Fité Selassie" posan la música, son los productores que se dice ahora. Si se añade un evidente aire de venir a pasarlo bien y hacerlo pasar bien (que son dos procesos diferentes de sujeto, que se retroalimentan si se acierta) tendríamos los ingredientes enumerados para entender el gusto del disco y de un grupo del que se sentirá a hablar mucho.
En cierto modo ellos cantan 'Confit' pero no están ni al bautizo ni a la comunión. Este disco es la confirmación.
El que se llama del disco
El mejor que puede hacer quién quiera empaparse de todo el que transmiten estos tres elementos es posarse su música. Comprar el disco o escuchárselo a las plataformas. En su promoción, que sería de donde haríamos copiar y enganchar si no hubiéramos parado la oreja antes, se llama que tienen "un sonido del sXXI y una actitud festiva y efervescente que nos llega cómo una alentada de aire fresco muy necesaria con la que está cayendo".
La prosa también recalca de en Cookah P "que se pasea con maestría y flow exquisito por cada uno de los cortes que le sirven el suyos guerreros rítmicos. Cookah P además se lo canta fácil y con gantxo, trenzando líricas festivas, generacionales, ácidas y siempre con un latigazo de crítica social envuelta con humor y bonhomia" y del disco que está "pensado para bailar, ejecutado con el fervor, frescura y valentía que solo la juventud tiene y que seguramente se convertirá en clásico de la discografía del grupo y del género a nuestras comarcas".
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