Capgròs
Les Santes son una Fiesta Mayor con cada vez menos conciertos. Una tendencia que se va consolidando, sobre todo en los grandes escenarios. Las razones de contexto de por qué cada vez hay menos música en directo en Les Santes son importantes. Por un lado, como siempre, aquí la cosa va de dinero. Los grandes cachés se han disparado de una manera abusiva, la cultura de grandes festivales (bien inflada con dinero público, por cierto) ha inflado el globo y los nombres que más tiran tienen unos precios que pueden ser prohibitivos si, valga la redundancia, no tienes un presupuesto para muchas alegrías. Los números de Les Santes se han explicado más de una vez: la fiesta parte de un presupuesto que ronda los 700.000 euros, a menudo acaba costando casi un millón y, en definitiva, lo que se gasta en infraestructuras y seguridad es casi la mitad. Les Santes tienen un esqueleto que cuesta mucho y, por lo tanto, es normal a nivel económico que le falte musculatura y además cada vez cuesta más caro hacer el ejercicio.
Este es un marco general con condicionantes locales, pero al público es normal que le extrañe ver localidades vecinas como Argentona en las que, entre la programación propia de Fiesta Mayor y la de la Garrinada, presentan una colección de nombres superior a la de Les Santes. Es cuando pasa esto que estimas notable el esfuerzo y la capacidad de los repicatruges para tener una buena propuesta musical en directo, pero a la vez te acuerdas de cuando agarras el programa y ves que las ‘pequeñas pérdidas’ cada vez son más.
Puedes ir a programas de hace 10 o 20 años y cada vez hay menos música en directo. Desapareció el Sarau posterior a los Focs entendido como una muestra que había llegado a tener hasta tres conciertos y las sardanas en paralelo además de cine al aire libre y teatro de calle. Se han desvanecido los conciertos de mediano formato, durante años en el Pati de Can Marchal y luego en el Pati del Cafè Nou. Por aforo, por presupuesto y también por una paulatina sustitución de los grupos de programación por las citas fijas con entidades y grupos locales que también está muy bien que estén.
De la necesidad se ha hecho virtud y de la proximidad un valor y en los últimos 10 y 15 años Les Santes han ido mutando la gran mayoría de su música en directo en convertirse en un escaparate de grupos y realidades locales. Ahora son fijos la Orquestra de Mataró, los Gospel Sons, el Cor Madrigalista, la Nota, la Big Band Jazz o el concierto mixto con grupo invitado de la Agrupació Musical del Maresme. Este año, además, algunos de estos grupos recalan en el Espai Familiar que desde el Parc Nou se ha convertido en un espacio y un pulmón de vitalidad para Les Santes. Pero más allá de eso, poca cosa. Hay las orquestas o sucedáneos en el Parque, la Convidada de la Familia Robafaves y pare de contar.
Incluso entidades con trayectoria programando como los Capgrossos de Mataró han bajado escalones para programar música enlatada (con el gran David Oleart, sinónimo de fiestón). La Fundació Maresme, ejemplar con las Dissantes o el retorno de Marrinxa, enmiendan un poco el asunto. También a base de DJs y más performance que música funcionará ‘La Petardada’, la fiesta Queer después de los Focs. Una fiesta de mensaje potente pero que, de un año para otro, hay que partir de que tiene menos nombre que un concierto como el del año pasado con The Tyets.
Citas con encanto Con este panorama, los pocos escenarios donde hay música en directo se cuidan y se programan con lo que se puede permitir y se encomiendan también a gente de casa. Es el ejemplo del Concierto vermut en Les Esmandies con la mataronina Maria Lamata de protagonista que lo espera con ansias. “Me hace una gran ilusión ser parte de Les Santes y poder compartir la música que hago en un evento festivo y de barrio como es el vermut de Santes. Es la primera vez y espero que siga habiendo espacio para traer gente de Mataró en próximas ediciones”, nos explica. El viernes 16 a las 12h, está esta cita. “Será un concierto distendido, con música fresca y ritmo. Haremos canciones originales básicamente en catalán con batería, teclados y voces, y creo que con sentido del humor y mensajes interesantes”, nos anticipa.
Pocos conciertos que hay coinciden. En paralelo al de Maria Lamata tendremos ‘La Gravetat de Coulomb’ en el Concierto de Barram. Uno de los tres integrantes del grupo es el mataronense Pau Benítez que asegura que presentarán “un disco que es un homenaje a los bailes de gitanas del Vallès y el Maresme y hemos jugado a crear temas a partir de sus géneros. También tocaremos temas del primer disco y, creo, que haremos un concierto que hablará también mucho de los que nos han precedido y han hecho Les Santes como son. No podemos olvidar todo lo que hemos aprendido de personas como Uanxo, Canaló, Faluga, Morales o Lluís… y, un poco, se lo dedicaremos”.
El retorno de Marrinxa
uien sí que hace música en directo siempre es Marrinxa, que es la aportación contracíclica al hecho de que cada vez haya menos nombres conocidos y menos conciertos y retorna con un cartel muy bien trenzado y los locales Ignorantes como uno de los nombres destacados. Miquel Esquerra, cantante de la banda mataronense, explica que “afrontamos el concierto de Marrinxa con la ilusión que siempre hace actuar por Les Santes, en un día tan bueno como el 28 y en un horario también excelente como es justo antes del No n’hi ha prou y en una de nuestras plazas preferidas, como es Santa Anna. La gracia es que hace 10 años de nuestra primera actuación en Marrinxa. Los conciertos siempre miramos de tener sorpresas para los santeros y santeras. Habrá la locura habitual de Ignorantes”.
Que cada vez hay menos conciertos y menos nombres relevantes en la programación de Les Santes es algo que llama la atención de los propios músicos y entidades. Maria Lamata asegura que “hay poca programación musical respecto a otros años. Creo que no han programado los grandes nombres de grupos famosos del momento, no sé si por un tema económico. Lo que sí he visto es que en cambio hay más programación de teatro en el espacio familiar”.
El propio cantante de los Ignorantes Miquel Esquerra asegura que “miras años atrás y el panorama de salas y fiestas populares era mucho más extenso. Parece que la cultura underground cada vez interesa menos y cada vez tiene menos apoyo institucional pero siempre acaba saliendo una grieta como es Marrinxa” para añadir que “Mataró es de los lugares donde más hemos notado esta caída: Les Santes han pasado de ser musicalmente una de las fiestas más potentes de Cataluña a ser una de las más tristes donde los únicos conciertos decentes los ofrecen asociaciones como Marrinxa, Fundació Maresme o las Santrash. Falta mucha más música y estilos que los que hay ahora”, asegura.
Maria Lamata opina que “a Les Santes históricamente le ha faltado llegar a los barrios. Debería haber un equilibrio entre los cabezas de cartel de música comercial con muchos otros conciertos más pequeños en todas partes, a poder ser involucrando a los vecinos y vecinas para hacer un mix-max entre lo que la gente quiere escuchar y las nuevas propuestas interesantes que se puedan ofrecer”.
Cierra la reflexión Pau Benítez cuando dice que “es una lástima que Les Santes, que era una fiesta que era líder con una programación musical diversa, haya reducido la programación. Hace falta una revalorización de la cultura y volver a crear un público exigente y abierto de miras como el que había. Es necesario que vuelvan los conciertos al Pati del Cafè Nou apostando por la calidad, que vuelva el Sarau con 4 y 5 propuestas variadas y, sobre todo, que se programe con sentido: es necesario que se programe en los barrios y que sea una programación de calidad y en sus centros neurálgicos, en las plazas donde los niños juegan, los abuelos charlan y los jóvenes se sientan en el respaldo del banco”.
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