Capgròs
Es probable que si lees este reportaje y tienes cierta edad en adelante, puedas llegar a no entender prácticamente nada de lo que se intentará describir. Creemos que de Les Santes conocemos todos los detalles, todos los ingredientes de la receta, todos los secretos, pero, ¡ay!, resulta que como siempre, la juventud intenta dar su propio paso. Mucho antes de que se pusiera de moda el adjetivo ‘disruptivo’, hace 11 años, nació en un garaje una fiesta alternativa, fuera de programa y de corsés lógicos, que la última década ha enriquecido el panorama artístico local sin que este ni otros medios le hayan prestado atención. Y con la mayoría de la ciudad sin saber nada al respecto. Esta es la historia de las Santrash, la fiesta que este año, por primera vez, se celebrará al aire libre.
No es fácil describir las Santrash ni entender completamente de qué tratan o en qué consisten, pero al mismo tiempo, como movimiento tiene una especie de magnetismo que engancha, que llama, que absorbe. Las Santrash nacieron un 26 de julio de hace 11 años como una fiesta de amigos en un garaje. Steve Jobs inició su imperio en el lugar donde se aparcan los coches, pero en Mataró la cosa no fue de máquinas sino de una juerga.
De una locura juvenil que ya el primer año acabó con la Policía Local llamando a la puerta y preguntándose qué estaba pasando ahí dentro. Qué demonios era todo aquello y qué hacía tanta gente abarrotada, con el volumen alto y entre músicas extrañas y un tono humorístico que siempre se ha mantenido. De hace 11 años podemos saltar a la actualidad.
¿Qué son las Santrash?
Muchos de los mayores siguen sin saber qué demonios son las Santrash pero, en cambio, hay muchos jóvenes que las conocen, que las siguen por Instagram, que las esperan. Fuera del programa hay uno de sus grandes atractivos cuando llega la Fiesta Mayor.
Oriol y Genís son dos de los 11 miembros del grupo que llevan adelante desde hace más de una década una fiesta que sin aparecer en el radar oficial ha visto desfilar a miles de personas y ha programado decenas y decenas de grupos y artistas. Gente que canta, gente que pinta, gente que hace teatro, humor o lo que sea. Describir las Santrash es un ejercicio curioso. “Un popurrí genial donde puedes encontrar lo mismo que cuando miras en una basura y hay desde una cadena de oro hasta el envoltorio de un preservativo. Es un espacio para todo tipo de música donde ocurren cosas extrañas, donde se tocan muchas disciplinas y todo va envuelto en humor”, llegan a proponer como definición. Lo que es evidente es que las Santrash ofrecen algo que en Mataró no existe y que hace falta. Y se puede decir que la broma de unos amigos “que nos lo podíamos permitir” (lo tienen claro) se ha alargado en el tiempo. Este 26 de julio en los Jardines del Matadero se vivirá la primera edición al aire libre. Después de migrar del 26 al 29, vuelven al día original y después de pasar por el citado garaje, por el Casal, por el local de Capgrossos o por Can Fugarolas, llega el momento de un espacio de ciudad. Que a nadie le extrañe si el próximo viernes 26 los Jardines del Matadero se llenan.
De aquella primera fiesta en un garaje a las siguientes fueron ocurriendo cosas, de la misma manera que de la cincuentena de asistentes originales se pasó a un ‘sold out’ absoluto en las últimas ediciones. Como si fuera un airbag que se dispara a deshora, el fenómeno Santrash se ha ido inflando con diferentes puntos de inflexión. Ninguno tan paradigmático como el hecho de que esta fiesta alternativa es el ecosistema donde comenzó a brotar un grupo que es bastante conocido: The Tyets.
La primera canción y el primer concierto de aquel dúo fue en las Santrash y se llamaba exactamente de la misma manera. Ya entonces empezaron a atraer y en cada edición desde aquella vez la mancha de aceite se fue extendiendo. Hoy en día, y mientras el gran público lo desconoce, los que promueven Las Santrash reciben decenas de propuestas de grupos que quieren participar y ellos configuran un cartel intenso, procuran subir al escenario la mayor y más variada cantidad de propuestas y ven cómo su propuesta arraiga entre un público joven que ve cómo aquello que quizás les atrae más -por tono, por generación, por actitud- no tiene cabida en la programación oficial de la Fiesta Mayor.
Las Santrash forman parte de esa especie de contracultura de Santes, si hablamos de estas fechas o de Mataró si miramos todo el año. De este situarse al margen, para ser proclives a hacer lo que buenamente quieras. Y aunque ya han tenido los primeros contactos con el Ayuntamiento -y cuentan con el apoyo de Juventud, como entidad que son, pero no de Cultura- de momento se quieren mantener fuera del programa. Como la Cursa a Pèl u otras tradiciones y actos arraigados y no reconocidos. Las Santrash se financian con la barra y funcionan como una entidad que promueve esta fiesta y alguna otra a lo largo del año. Este año les llamaron para que asumieran la alternativa a la Ruixada en el Parque Central. Dijeron que no. Que ellos querían hacer las Santrash y es lo que harán.
¿Pero que hacen?
Las Santrash como grupo y como fenómeno es proclive a perderse, en el humor, en el meme o en la filosofada, pero a la hora de la verdad no dejan de ser unos promotores de una fiesta de un año para otro que combina una quincena de actuaciones seguidas. Las de este año son las más ambiciosas no solo por hacerse al aire libre y para más gente, también porque se proponen ser el mascarón de proa de toda una escena a nivel local. “Como siempre habrá grupos de aquí, grupos conocidos escondidos y una propuesta artística muy heterogénea en disciplinas. No pararán de pasar cosas y vemos como somos los primeros en programar a gente de Mataró aquí para la Fiesta Mayor”, dicen. Las propuestas van desde el Gregotecno de Marc Vilajuana a los Pacha Musta, grupos como Lamental, la presencia del propio Mohamed L’Ghacham, la habitual dosis de Pesseta, espectáculos visuales o la primera vez en la capital del Maresme de Iluro b2b, un fenómeno con millones de reproducciones.
“Es que en Mataró si rascas hay mucha gente con talento y ganas de hacer cosas y sin espacio ni proyección es como si no existieran. Las Santrash deben servir junto con otros eventos para que la ciudad deje de estar de espaldas a toda esa gente y toda esa creación”, razonan. Y es por eso que tienen un plan.
LA PROGRAMACIÓN
La fiesta se hará a los Jardines del Matadero el 26 de julio a partir de las 19h y contará con una programación muy variada.
- Kler
- Gladiator
- Paula Coca
- Sábado Kalp
- Scenio
- Lamental
- Pacha Musta
- Marina Campos
- Gusset
- Gregotechno
- Ypnosi
- Iluro b2b
- Dj Paella
Un tono y un lenguaje propios
Si alguien que no conoce las Santrash empieza a saber de ellas a través de las redes es probable que no entienda demasiado. Llegan a escribir y hablar con un lenguaje curioso lleno de jotas y xeixs… algo realmente difícil de seguir. Funcionan a golpe de meme, solo hacen bromas y sería fácil tomarlos por tontos. “No sabemos bien de dónde viene esta manera de hablar y este lenguaje, lo que está claro es que seguimos siendo un grupo de amigos y que intentamos ser transparentes de manera que todo deriva y al final escribes de una manera sin saber por qué pero la gente te identifica por la mofa que haces”, razonan sus impulsores. Ejemplo de su tono, el cartel de este año. Una bestia aplastando la Torre Barceló. Las Santrash como fiera derruyendo el símbolo de la Mataró oficialista.
El éxito de Santrash es indicador de lo que seguramente falta en la ciudad. “Hay mucha gente que hace muchas cosas en Mataró y que saben que el Ayuntamiento, que programa en base a cachés y propuestas de agencias, nunca los programará. Nosotros hacemos una programación donde este tejido puede entrar y por eso gusta y tira. Quizás lo ideal sería que esto fuera un acto oficial pero no tenemos claro que eso no nos hiciera perder la libertad, que es lo mejor que tenemos. Si alguna vez no somos como hemos sido no seremos las Santrash y nosotros somos cuatro colegas que nos estamos haciendo los guays desde el privilegio de poder hacerlo”, dicen. Hablan extraño pero razonan con claridad, los chicos.
La operación Yaya Anita, a medio plazo
En Mataró todos tienen claro qué fue la Iaia Anita. Con este nombre se conocía la panadería donde trabajaba una asesina hace años, un caso mediático y mediatizado. Pues precisamente con este nombre se ha bautizado (cosas del humor) el entendimiento entre diferentes entidades y grupos que a lo largo del año se pueden encontrar en situaciones similares. Es todavía una especie de acuerdo sin formalismos, pero bajo el paraguas de Iaia Anita quieren establecer colaboraciones algunas de las iniciativas de raíz popular más importantes del calendario de Mataró. Se buscan entender las propias Santrash con la Oca, el Baile de Carnaval, las fiestas alternativas de Molins, la asociación Marrinxa o el Vermutech.
Es un camino que empieza pero los impulsores de las Santrash tienen ganas de que “realmente haya una programación a lo largo del año fiel a cómo es la ciudad y no que sea el reflejo de una generación que no es la nuestra y que siempre es exactamente igual”. Hay un punto de incontinencia y rebeldía que, a nivel de agitación cultural, siempre es bienvenida. Iaia Anita quizás será una plataforma, quizás un grupo, o un punto de encuentro. El Mataró Off (fuera de programa, fuera de beneplácitos, fuera de favores) se activa y tienen ganas de mover las placas tectónicas de la cultura. Y el terremoto Santrash ya hace tiempo que se mueve como fenómeno.
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