Centenares de personas buscan por el bosque el cuerpo de la mujer desaparecida

Más de un centenar de vecinos del barrio de Cerdanyola de Mataró se han tirado al bosque en busca del cuerpo de Piedad Moya, desaparecida a principios de abril y presuntamente muerta y enterrada por la exparella en un terreno que la familia tiene en Dosrius. Las investigaciones policiales de los últimos días no han dado ningún resultado y la impaciencia de la familia para encontrarla han hecho movilizar el barrio. Las esperanzas, pero, sueño pocas. La zona donde se presupone que está enterrado el cuerpo tiene una gran extensión y la vegetación es salvaje. "Será difícil porque aquello es una selva. Él es jardinero y sabía como hacerlo", lamenta Glòria Moya, hermana de la víctima. El hombre ya fue detenido y está en prisión provisional acusado del crimen.

La familia de Piedad Moya ha movilizar decenas de vecinos que han respondido de manera masiva al llamamiento a pesar de ser conscientes que, muy posiblemente, la jornada acabe sin ningún resultado: "Ya lo ha hecho bien, ya. Sabía donde tenía que ir y donde no. Tengo la esperanza de encontrar el cuerpo pero será difícil", se lamentaba Glòria, la hermana de la desaparecida.Un buen rato antes de las nueve de la mañana, la hora fijada para iniciar la investigación, muchos vecinos del barrio de Cerdanyola se reunían a la parroquia de Maria Auxiliadora. Jesús, cuñado de la desaparecida los ha organizado en grupos que desde allá mismo, han iniciado la marcha a pie hacia la riera de Argentona.

La familia ha contado con el apoyo de una unidad de la unidad canina de Protección Civil, que los ha asesora y ayuda durante el vareo. También los Mossos d'Esquadra están en contacto permanente con la familia por si se encuentra cualquier pista que ayude en la investigación. La última semana, pero, la investigación que hizo la propia policía acabó sin ningún resultado.

"Está pleno de hierbas. El bosque es muy grande y no sabemos por donde buscar", se quejaba Arena Moya, sobrina de la desaparecida. Los diferentes grupos de investigación se han distribuido por toda la zona montañosa que hay en el entorno de la riera de Argentona, entre Mataró y Dosrius, unos distancia de unos cinco kilómetros en linea recta, pero que tiene numerosos corriols que dificultan la busca.

La familia saldrá cada semana a buscar el cuerpo de Piedad, pero es consciente que no podrá contar eternamente con el apoyo vecinal: "La gente se acabará cansando y no pueden tener cada domingo dedicado a nosotros, pero ya estamos muy agradecidos. Todavía queda gente buena", comenta Glòria.