Mohamed T., el vecino de Mataró acusado de matar y esconder el cuerpo de la ex-pareja, ha sido declarado culpable por unanimidad del jurado popular. Después de escuchar el acusado y todos los testigos, que desde la semana pasada han pasado por la Audiencia de Barcelona, los miembros del jurado estaban reunidos desde martes para deliberar. El veredicto lo hicieron público este miércoles, pasadas las nueve del anochecer. Los hechos pasaron el 4 de abril de 2014 cuando la mujer de quien se acababa de separar el acusado desapareció sin dejar rastro. Todas las pruebas, pero, incriminaban la ex-pareja. Cuando se acaban de cumplir tres años de la desaparición, el cuerpo continúa sin aparecer. Ahora la familia está decidida a abrir personalmente el pozo de la finca familiar de Dosrius (Maresme) donde creen que podría haber los restos de Piedad Moya.
El jurado popular confirmó la culpabilidad del acusado por el delito de homicidio y contra la integridad moral por haber hecho desaparecer el cuerpo
El jurado popular confirmó la culpabilidad del acusado por el delito de homicidio y contra la integridad moral por haber hecho desaparecer el cuerpo y, un golpe emitido el veredicto, se acordó el ingreso a prisión del hombre. La fiscalía y la acusación particular pedían hasta diecisiete años de prisión por estos hechos y ahora la jueza tendrá que acabar de establecer la condena.
Tres años sin que se haya encontrado el cuerpo
El caso se remonta al 4 de abril de 2014, cuando la mujer desapareció sin dejar rastro. La familia lo denunció a los Mossos d'Esquadra, que un mes después, el 6 de mayo, detuvieron la ex-pareja y empezaron a trabajar con la hipótesis que la mujer era muerta y enterrada al bosque que hay entre Dosrius, donde la pareja tenía una finca, y Mataró, donde vivían.
Desde el día de su desaparición, la mujer no se puso en contacto con ninguna persona de su entorno –tenía dos hijas menores de edad y el último que hizo es trucar a una de ellas para decirle que iría a ver a Mohamed–. Después de aquello tampoco hizo ningún movimiento bancario ni se llevó nada de casa suya, no fue a trabajar y tampoco hace utilizar las redes sociales.
Todas las pruebas, pero, incriminaban la ex-pareja. Cuando se acaban de cumplir tres años de la desaparición, el cuerpo continúa sin aparecer
Durante la instrucción del caso se demostró que el día de la desaparición de la víctima, el acusado hizo varios viajes injustificados a la finca que tenían en Dosrius, además de mostrar una actitud sospechosa con todo su entorno familiar. Días antes de los hechos, además, el hombre había asediando telefónicamente la víctima.
Las semanas posteriores a la desaparición, la Unidad Canina de los Mozos buscó sin éxito el cuerpo de la mujer y también los vecinos organizaron un vareo ciudadano que tampoco aportó nuevas pistas. Tres años después, el cuerpo continúa sin aparecer. La familia mantiene la certeza que el cuerpo de Piedad Moya es al pozo de la finca de Dosrius y ahora está decidida a abrirlo.
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