La familia de Helena Jubany, la joven bibliotecaria de Mataró asesinada a Sabadell el 2 de diciembre del 2001, pide al juzgado que instruye el caso que impute tres sospechosos del crimen. El abogado de la familia, Benet Salellas, ha alertado que la investigación está en tiempo de descuento porque faltan solo tres meses porque prescriba y que la imputación de estos sospechosos evitaría que el caso quede impune. Los sospechosos son dos personas de la en torno a la Unión Excursionista de Sabadell y el usuario que asediaba la bibliotecaria en chats de Internet. La familia también solicita que se cree un grupo mixto de investigación de Policía Nacional y Mossos d'Esquadra que dé un impulso definitivo al caso.
"Ahora mismo hemos perdido la esperanza en el sistema judicial pero no por eso dejaremos de batalla y, por eso, hoy anunciamos que, dado que no lo ha hecho ni la policía ni la fiscalía ni la judicatura, solicitamos nosotras la imputación de personas sospechosas y reclame que haya una investigación policial profunda y que se llegue a juicio", ha anunciado el hermano de Helena Jubany, Joan Jubany.
El abogado de la familia, Benet Salellas, ha concretado que el asesinato está a punto de prescribir. De hecho, prescribiría la semana que viene si no fuera por los 80 días de estado de alarma que al final han servido para alargar el plazo hasta febrero del año próximo. Para evitar que el asesinato quede impune, la familia de la víctima hace un llamamiento a la justicia porque aboque recursos durante estos tres meses que permitan acabar sentando al banquillo de los acusados los implicados en el crimen.
"Hemos posado encima la tabla tres nombres de sospechosos. Es importante que el juez los impute formalmente antes no acabe el plazo para evitar que se produzca la prescripción", ha afirmado Salellas. Dos de los sospechosos que la acusación particular quiere que se investiguen como supuestos autores o coautors del asesinato son del en torno a la Unión Excursionista de Sabadell (UES). "Todavía no entendemos cómo puede ser posible que la UES, la entidad de la que formó parte, no le haya dedicado algún recuerdo, homenaje o acto especial. Algunas personas se preocuparon más de encubrir sospechosos que de buscar culpables, y esto es horrorosamente doloroso", ha afirmado Jubany.
El tercero sospechoso es la persona que hay detrás de un usuario que asediaba la víctima a través de chats de Internet y a quienes la joven tenía miedo. La familia ha concretado que el nombre de este sospechoso ha aflorado a raíz del análisis del disco llevar del ordenador de Helena Jubany, acordado por el juzgado el mayo de este año y que supuso una nueva reapertura del caso. Joan Jubany ha criticado la carencia de implicación en la resolución del caso del grupo de investigadores de la Policía Nacional y ha expuesto que fue él mismo quién acabó aportándolos la identidad de la persona que se escondía último de aquel pseudónimo de Internet.
Precisamente, por esta carencia de confianza en la tarea de los investigadores, la familia ha solicitado al juzgado en reiteradas ocasiones la implicación directa de la Unidad Central de Homicidios de los Mossos d'Esquadra. Es una petición que hasta ahora el juzgado siempre ha desestimado pero Salellas ha concretado que ahora han pedido que se cree un grupo mixto con policías de los dos cuerpos: "Proponemos una unidad combinada porque de alguna manera se explicite que se duplican los recursos en estos últimos tres meses que tenemos para resolver el crimen del Helena".
Joan Jubany ha subrayado que, después de muchos años con la causa "en un cajón", el año pasado consiguieron que se reabriera y aportar nuevos elementos que hacían que la familia viera más cerca que se aclararan los hechos. Aún así, consideran que ha habido una "negligencia clara" porque no se han agotado todas las vías de investigación. "Es gravísimo porque los asesinos llevan 20 años de absoluta impunidad", ha añadido.
El hermano de la víctima y Salellas también han sido especialmente críticos con la resolución de la Audiencia de Barcelona, que supuso una "bofetada" para la familia, cuando revocó la reapertura del caso acordada por el juzgado el agosto del 2020. La acusación particular lo ha recurrido al Tribunal Constitucional y acusa el tribunal de la sección tercera de haber actuado con "carencia de sensibilidad".
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