Los Mossos d’Esquadra desplegaron un amplio dispositivo, con numerosos agentes y dos furgonetas de las ARRO, para detener a un individuo el pasado domingo en la avenida Maresme de Mataró. El hombre se había encerrado en su piso tras amenazar a varios vecinos, y los agentes terminaron derribando la puerta en un operativo que duró más de cuatro horas y que, al finalizar, fue muy celebrado por los vecinos del edificio donde se encuentra la vivienda.
La detención se produjo después de que el hombre intentara agredir a varios de estos vecinos, lanzándoles botellas de vidrio y una llave inglesa, entre otros objetos. Un incidente que colmó el vaso, ya que ni mucho menos era un caso aislado. Desde hace más de un año, este hombre se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la comunidad de este bloque de viviendas situado en el entorno de la Torre Maresme, frente al mar en la ciudad.
Según explican fuentes de esta comunidad, el hombre es inquilino de un piso de alquiler en el bloque, aunque lleva casi dos años sin pagar el alquiler, motivo por el cual pesa sobre él una orden de desahucio, prorrogada por ahora hasta finales de año. Sin embargo, el problema va mucho más allá de los impagos al propietario, ya que los mismos testigos aseguran que hace la vida imposible a todos los residentes del edificio.
Los vecinos señalan que el individuo comete actos de gran gravedad, como llenar los buzones con excrementos, hacer pintadas amenazantes en las puertas de los pisos, arrojar basura contra ellas, o cortar los cables de las cámaras de seguridad instaladas en el portal, además de destrozar puertas de las zonas comunes. Asimismo, tiene por costumbre orinar y defecar en la escalera.
Un verdadero problema, en definitiva, que los vecinos no han dejado de denunciar. De hecho, el hombre acumula ya 14 denuncias por parte de diferentes residentes, aunque todas ellas por faltas, motivo por el cual nunca había llegado a ser detenido. Pero la situación vivida el pasado fin de semana fue completamente excesiva. Fue un taxista que circulaba por la zona quien alertó a los Mossos tras ver al hombre descontrolado, amenazando a todos a su alrededor.
Según informaron los Mossos d'Esquadra, el hombre, de 58 años, fue detenido como presunto autor de un delito de amenazas y trasladado a un centro sanitario. Los vecinos añaden que el detenido tiene una orden de alejamiento de una vecina que lo había denunciado por intentar agredirla. Además, el 3 de diciembre está programado un juicio rápido. Según apuntan los vecinos, el individuo ya ha regresado a su casa.
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