La familia de Helena Jubany pide que la policía judicial investigue la muerte de la joven mataronina en 2001 en Sabadell. Lo hace después de que este viernes han declarado en los juzgados de la capital vallesana los tres primeros testigos tras la reapertura del caso. Una vez escuchadas sus versiones, el abogado de la familia, Benet Salellas, ha anunciado que presentarán el escrito con la petición el próximo lunes, en la que también propondrán que de manera prioritaria sea la Unidad Central de Homicidios de los Mossos de escuadra quien asuma la investigación, dada su especialización en cerrar casos aún no resueltos. La voluntad es agilizar los procesos para evitar que el caso prescriba y no se puedan investigar otras personas.
Este viernes se habían citado a declarar cuatro personas, una de las que no lo ha hecho porque ha habido un error judicial en la citación. "Los tres testificales confirman la tesis y el motivo de la reapertura que expusimos en el escrito y que dio lugar a la reapertura del expediente", apuntó Salellas. Se trata de un vecino del inmueble donde tuvo lugar el asesinato de Jubany, otro testigo que excluye la coartada que Santi Laiglesia, principal sospechoso y que aseguraba no ser a su domicilio en el momento de los hechos, y la hermana de Montserrat Careta, quien también era sospechosa y que se suicidó en la cárcel.
Los datos aportados "enriquecen" la investigación y apuntan "la necesidad de profundizar", según Salellas. Con estas nuevas aportaciones, el abogado ha anunciado que el lunes mismo entregarán el escrito para que se encargue a la policía judicial que haga "una investigación profunda" que aporte conclusiones definitivas para llevar a juicio el o los responsables del asesinato. "Pensamos que lo más idóneo es que sea la Unidad Central de Homicidios de los Mossos, especializada en cerrar casos no resueltos, quien lo asuma", añadió.
Salellas consideró "un paso de gigante" la colaboración aportada verano de 2020 por parte de muchas personas que permitieron reunir nuevos elementos de prueba y justificar así la reapertura del caso. "Nosotros partimos de la tesis que el único investigado no cuenta la verdad de los hechos", apunta. Es por ello que considera una "nebulosa" el relato sobre dónde estaba Laiglesia el día del asesinato, pero también el día antes y el posterior, así como con quien se encontraba. "Con el testimonio de vecinos y otras personas de Sabadell aportamos luz y se refuerza una conclusión que para nosotros es esencial", detalla el abogado
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