Capgròs
Sería posible vivir sin Internet? O ya se ha vuelto una necesidad a la cual no podemos renunciar? Es el que se plantea el mataroní Enric Puig a su libro 'La grande adicción. Cómo sobrevivir sin Internet y no aislarse del mundo'. El autor, doctor en filosofía e impulsor de Instituto Internet, explica hasta qué punto el uso de la red y los 'smartphones' condicionan la manera de vivir. "Por un lado, pretendo hacer ver a la gente que hay problemas inherentes en Internet y, por la otra, que realmente es posible desconectarnos y seguir viviendo en la ciudad sin aislarnos del mundo", apunta.
El libro recoge 10 historias reales de gente que, harta de las nuevas tecnologías y sus problemas, un día decidieron dejarlo a pesar de desconectar
'La grande adicción' es un libro formado por 10 historias reales de gente que, harta de las nuevas tecnologías y sus problemas, un día decidieron dejarlo a pesar de desconectar. "Son casos radicales y a veces sintomáticos de todo el que está pasando actualmente", afirma Puig. Él mismo buscó estos testigos a través de conocidos que lo ayudaron en esta tarea de investigación fuera de la red. "Todos estamos acostumbrados a hacer la investigación a través de Google e Internet pero, si buscaba a gente totalmente desconectada, nunca los podría encontrar aquí". El autor opta para presentar las diferentes historias haciendo también un tratamiento temático para cada una, tocando temas como el trabajo, las relaciones sentimentales, la adicción, los videojuegos, la música o la fiesta. "Me interesaba tocar diferentes tipologías de personas y ver como se habían podido desconectar", confiesa.
Enric Puig es muy crítico con el uso excesivo que actualmente hacemos de Internet y los 'smartphones'. Es por eso que el mataroní utiliza estos casos extremos para reflexionar sobre la peligrosidad de la cuestión y saber que es posible desconectar. "Hay toda una serie de discursos que se nos han normalizado y que nos dicen que Internet es la solución a todos nuestros problemas, pero no somos conscientes que es una herramienta que comporta comportamientos aditivos y un aislamiento de la realidad", afirma. Según Puig, el principal peligro es no percibirlo como un problema: "Lo percibimos como si fuera un tipo de sustituto de la realidad y no lo es, no nos confundamos".
"El hipervincle, uno de los elementos fundamentales de Internet, nos está obligando a fragmentar constantemente los discursos"
Para el autor, las nuevas tecnologías tienen la capacidad de condicionar y cambiar la manera de vivir casi sin que el usuariosea consciente. Uno de los principales problemas que sederivan es la llamada dispersión cognitiva. "El hipervincle, uno de los elementos fundamentales de Internet, nos está obligando a fragmentar constantemente los discursos", apunta, puesto que "al ver la palabra ya vamos a otra página, de allá saltamos a otra y a otra, y al final ya no sabemos qué estábamos mirando al principio". Según Puig, "la relación de poder entre Internet y nosotros se ha invertido, ya no somos nosotros los que estamos haciendo la pregunta en Internet, sino que es él quien nos lo ha acabado haciendo a nosotros".
El autor reconoce que "Internet es una herramienta muy útil que nos puede ayudar en muchos casos" pero que "tenemos que tener claro que hay toda una serie de problemas e inconvenientes que están agregados a las propias tecnologías". Según él, "no podemos malgastar formas de conocimiento tradicionales y cambiarlo por Internet porque en esta transformación perdemos muchísimo".
Realmente nos sentiríamos mejor si dejáramos las pantallas?
Puig no tiene duda. Hay toda una serie de beneficios indiscutibles cuando alguien se desengancha de las nuevas tecnologías, como es su caso. "Es un poco como el que dicen con el tabaquismo: tres días después de dejar de fumar ya sientes mejor los olores, a la cabeza de unas semanas ya te cansas menos...", compara. Especialmente en el caso de Internet y las pantallas, el autor destaca la diferente percepción física de la realidad que tiene un usuario 'adicto' a la red: "El primer síntoma que describe la gente realmente enganchada es que, por ejemplo, perciben los colores de forma diferente". Aspectos como la facilidad para volver a tener relaciones con los otros o el aumento de la concentración son otras de los beneficios.
De forma paralela, también hay algunos cambios negativos. Son aquellos relacionados con la reacción social de la en torno a la persona. "La gente te dice 'estás desconectado!'", comenta pero "al final tú se los dices, 'boy escout trúcame, encontrémonos un día en la semana en un bar y comentamos todas las cosas en lugar de hacer un uso tan exagerado de Whatsapp'".
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