La obra de Perejaume no deja nunca indiferente y su última creación es un paso más en la investigación de los límites creativos del artista. 'Guardar a fora' es un canto al olvido, un intento de dar a este concepto un tono positivo. "Recordar es guardar adentro y olvidar es guardar afuera, pero con la confianza que las cosas, afuera, también perduran", explica. Una de las piezas que mejor explica este concepto es 'Femer', ubicado en un campo agrícola de las Cinc Sènies de Mataró. "El estercolero es un buen modelo de cómo gestionamos la memoria porque hay continuidad de vida", argumenta. La obra es un estercolero dorado que de lejos puede parecer un pajar para simbolizar en una misma pieza los dos grandes elementos del mundo agrario.
Esta gestión del olvido, explica el autor, confronta justamente los estercoleros agrarios con los archivos académicos. El agrario, dice, es un modelo mucho más "habilidoso" porque el estercolero "no carga con el pasado, sino que lo retoma cada vez". El estercolero, añade, representa un punto de desaparición de todo y de la posterior reanudación.
'Femer' es una de las cinco intervenciones que Perejaume ha hecho en diferentes municipios del Maresme en una muestra "rota" a lo largo del territorio y que le ha permitido unir en una misma exposición materiales muy heterogéneos y con un gran margen para la creatividad. Para el autor ha sido un "privilegio" poder actuar sobre el "mundo físico".
Cómo en el propio nombre de la muestra, 'Guardar a fora', Perejaume plantea otra paradoja en 'Regar el mar', una instalación de hierro mar adentro que el mes de septiembre puso unos veinte aspersores sobre el agua para alzar el mar y "equilibrar" una comarca presidida por la cordillera. El proceso creativo se puede ver ahora en el cine La Calàndria del Masnou.
En la Fundació Palau de Caldes d'Estrac, Perejaume expone 24 dibujos de soles que remiten a "la obsesión" maresmenca de verlo salir sobre el mar. En Sant Pol de Mar, municipio del autor, se ha instalado una pieza "discreta" pero "entrañable" que a través de un trozo de corcho en la corteza de una palmera pretende unir la Vallalta con el Maresme más marítimo.
La última obra, en el extremo sur de la comarca, es en Alella, donde Perejaume ha hecho una doble intervención. 'El mar a peu', una traslación a la arena de los "dedos" que dibuja la superficie del mar cuando está tranquilo, y 'Gran sonall', una pieza sonora hecha con sandalias y cascabeles que representa "la expresión compartida" de quien anda y el sonido que articula la superficie que pisa.
La muestra se puede recorrer de manera completa desde este sábado y hasta el 17 de junio, a pesar de que algunas de las piezas se podrán ver durante más tiempo.
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