Dos platas mataronines en waterpolo femenino. Foto: COE
Dos platas mataronines en waterpolo femenino. Foto: COE

Cugat Comas

Dos platas y un diploma, buen papel de las mataronines en los Juegos Olímpicos de Tokyo

Raquel González mejora plazas, Berta Ferreras es finalista mientras Marta Bach y Rosal Tarragó vuelven a ser subcampeonas olímpicas 9 años después

Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 que se han hecho el verano de 2021 ya son historia. Este domingo 8 de agosto se ha apagado el peveter de la edición y con él emprenden el camino de regreso a casa todos los deportistas que han participado. Se hacen balances, se mira el medallero por países, hay alegrías y decepciones. Y a Mataró el balance de las deportistas propias es de notable alto: cinco olímpicas de la casa que se vuelven de la capital del Japón con dos medallas de plata (las del waterpolo femenino) y un diploma olímpico para Berta Ferreras. También es de nota el 14o lugar de la marxadora Raquel Gonzàlez.

Los Juegos de Tokyo serán recordados y significados históricamente en clave mataronina. Desde el gesto de Gàlia Dvorak, de salir a la ceremonia de inauguración con una Laia la Arquera como culminación de la campaña 'De Mataró a Tokyo' hasta el penúltimo día de competición, cuando la selección de waterpolo femenino, con las dos mataronines y las jugadoras del CN Mataró Anni Espar y Maria Elena Sánchez toparon otro golpe con los Estados Unidos cómo ya había pasado a Londres 2012. Nueve años después, otro golpe dos medallas por Marta Bach y Rosal Tarragó, dos platos, dos pedazos de plata para la historia del deporte local.

Gàlia Dvorak, a Tòquio. Foto: cedida

Gàlia Dvorak, a Tokyo. Foto: cedida

Gàlia Dvorak, récord de participaciones y adiós siau de entrada

La palista Gàlia Dvorak ha hecho historia a Tokyo al convertirse en la primera deportista local de ser presente a cuatro ediciones consecutivas de los Juegos. Dvorak confiaba que a Japón se rompiera la tradición pero no pudo ser y otra vez perdió de buenas a primeras el primer partido y decía adiós a los Juegos. La americana Liu Juan la batió claramente. Tuvo, eso sí bastante presencia en redes y a los medios de compartir partidas de tenis tabla a la Villa Olímpica con gente cómo Pau Gasol o Pedri. Le queda el recuerdo, el récord de Juegos y la experiencia.

waterpolo mascaretes

El equipo español de waterpolo, con representación mataronina. Foto: COE

Marta Bach y Rosal Tarragó, subcampeonas de nuevo

Nueve años después del desvelo que supuso la plata olímpica a Londres 2012, la selección de waterpolo femenino calcó resultado a Tokyo, volviendo a topar en una final imposible con la totpoderosa selección de los Estados Unidos. Buena parte del grupo, con las mataronines Bach y Tarragó incluidas, son las mismas de nuevo años atrás y a pesar de que lloraron de lo lindo por la impotencia y el mal partido hecho a la final, tienen que estar muy contentas (y la ciudad orgullosas) del torneo hecho, de la medalla de plata con la que vuelven de Tokyo y de tener todavía páginas para escribir a los libros de historia del waterpolo estatal y el deporte mataroní.

berta ferreras

Berta Ferreras, en acción

Berta Ferreras, en el regreso al mapa de la natación artística

La natación artística española no tenía representación a la competición por equipos desde los tiempos en que al deporte se le decía sincronizada. La mataronina Berta Ferreras es una de las fijas en un conjunto que hizo el trabajo, sobre todo, en el pre-olímpico y que un golpe a Tokyo ha permite volver a posar su nombre (y el del trabajo que se hace al CAR de Sant Cugat) al mapa de este deporte. Junto a un mito cómo Ona Carbonell, Ferreras ha sumado y ha contribuido en una séptima plaza que parece lógica y consecuente y que le permite el diploma olímpico como estímulo a la carrera que todavía le queda.

Raquel Gonzàlez mejora 6 lugares respecto Rio

La quinta mataronina a los Juegos era una mujer que lo había apostado todo a ser a Tokyo y que vuelve de Àsia con el diploma olímpico y una mejora de 6 lugares respeto el precedente directo, a los Juegos de Rio. La marxadora Raquel Gonzàlez disfrutó de una gran carrera a los 20 kilómetros marcha, estuvo al grupo líder durante los 10 primeros kilómetros y supo sufrir para acabar 14a en una prueba muy exigente por el calor y la humedad del Japón. Un muy buen resultado, quedando cerca del diploma.

Del Maresme: la plata de Cucurella y el diploma de Trittel

La delegación maresmenca a Tokyo 2020 sumaba seis deportistas más a las cinco mataronines. De entre todos hay habido un poco de todo: medalla, diploma, una de las mejores actuaciones de los Juegos e incluso decepciones notables. El futbolista de Alella Marc Cucurella compitió hasta la penúltima jornada, aportando kilómetros de banda recorridos arriba y abajo a la izquierda de la selección española de fútbol. Tal era su desgaste que era un cambio menudeado. Fue titular en todos los partidos, incluidos la final que se perdió con el Brasil. Medalla de plata por él.

El navegante Florian Trittel, del Balís, estuvo cerca de las medallas pero al final se tuvo que conformar con el diploma olímpico, al quedar sexto en Nacra 17 junto con Tara Pacheco. La cruz ha sido Sílvia Mas, muy lejos de medallas en clase 470.

Quien también se endú diploma también es el base Ricky Rubio que ha sido lo particular MVP de la selección española de baloncesto. Líder y gran referente, hizo un auténtico partidàs con 38 puntos contra los Estados Unidos a cuartos. Nunca nadie había anotado tanto ni con la camiseta roja ni contra el 'Dream Team'. Todavía een baloncesto, la maresmenca Sílvia Domínguez no puede estar contenta a pesar de caer también a cuartos. La selección perdió opciones e incluso ha acabado con el seleccionador destituido.

Tampoco han sido unos buenos Juegos para la malgratenca Marina Gonzàlez, que llegó a caer en uno de los ejercicios y acabó con 49.498 puntos finales individuales.

Anna Kiesenhofer

Anna Kiesenhofer, de Arenys al oro olímpico. Foto: Olympics

Un oro "arenyenc": una de las sorpresas de los Juegos

No es del Maresme pero ha vivido durante cinco años y siempre dice que le encantaba. El deporte comarcal podría llegar a sentir como propia una de las medallas de oro más sorpresivos de estos Juegos Olímpicos, el de la austríaca Anna Kiesenhofer. Con 30 años ganó contra todo pronóstico el oro de la prueba en linea de ciclismo por ante todas las favoritas del piloto. Kiesenhofer había vivido a Arenys de Mar, expresamente escogiendo una población pequeña, en sus tiempos de estudiante a la UPC donde acabó con matrícula de honor el doctorado en matemática aplicada. La primera selección por la que compitió, paradójicamente, fue la catalana. Con los colores de Austria y sin ser profesional del todo, ganó uno de los oros de esta edición.

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